Ayuda de emergencia para los niños que huyen de Costa de Marfil

PLAN está aumentando sus programas de emergencia en educación y protección para ayudar a miles de niños y niñas a lo largo de la frontera de Liberia, mientras las familias continúan llegando al país para escapar de los combates en el país vecino, Costa de Marfil.

Las comunidades de Liberia están desbordadas por la llegada masiva de gente buscando refugio, en medio de un clima de miedo a una escalada de ataques por represalias.

Los equipos de PLAN han visitado un pueblo en el condado de Grand Gedeh, Liberia, que ha visto aumentar a su población de 1.800 a 10.400 personas. Dos tercios de los que han cruzado la frontera son mujeres y niños.

Los más vulnerables

Los niños y niñas que han sido separados de sus familias al cruzar la frontera son especialmente vulnerables, advierten los expertos de PLAN.

?La situación para los niños es muy preocupante. Muchos han tenido que caminar por la densa jungla durante cuatro días para llegar hasta Liberia y han sido testigos de mucha violencia y asesinatos. Estos niños y sus familias están traumatizados y necesitan ayuda para superar las atrocidades que han visto. Las comunidades en Liberia también necesitan apoyo para manejar la situación?, dice Mohamed Bah, directo de PLAN en Liberia.

Respuesta de emergencia

El equipo de PLAN en el terreno está intensificando la respuesta de emergencia y en los próximos meses proporcionará educación y servicios de protección para más de 25.000 niños y niñas y sus familias.

PLAN ya ha garantizado el funcionamiento de tres escuelas primarias en la zona, ha formado a 13 profesores y a 45 personas para el cuidado de la primera infancia. También ha organizado sesiones para concienciar sobre la importancia de la protección de la infancia a más de 3.000 personas.

Liberia bajo tensión

?A la gente le costará mucho tiempo sentirse segura antes de regresar a sus casas en Costa de Marfil y estamos esperando que lleguen más refugiados a Grand Gedeh y a otros condados vecinos antes de que la situación se calme. Sin embargo, mucha gente puede que no tenga hogares a los que volver, ya que el equipo de PLAN ha conocido a familias cuyos pueblos han sido reducidos a cenizas?, dice Berenger Berehoudougou, experto local en desastres, que visitó recientemente los condados de Nimba y Grand Gedeh.

Aunque todavía esté lejos el fin de la crisis, existe la necesidad de retomar lo más rápido posible a la vida normal en los próximos meses tanto para los refugiados como para las comunidades de Liberia.

La crisis en la región comenzó hace cinco meses tras los resultados presidenciales de las elecciones en Costa de Marfil. Se estima que 150.000 personas han cruzado la frontera con Liberia, cifra que continúa aumentando.