Mientras el país prepara la campaña electoral, más de 300.000 personas viven desplazadas en otros territorios de Mali, y casi 200.000 se han visto obligadas a refugiarse en países vecinos como Mauritania, Níger, Burkina Faso y Argelia, según ACNUR. Una pequeña parte de los refugiados ya ha comenzado el retorno a sus hogares con el apoyo de diversas organizaciones.
El país vuelve poco a poco a la normalidad mediante el restablecimiento de los servicios sociales mínimos. A finales de junio, el 54% de las escuelas de las regiones del norte estaban abiertas y 116 profesionales médicos habían retomado sus actividades. En este tiempo, PLAN ha trabajado con alumnos y profesores para evitar perder el curso académico, interrumpido por el conflicto.
Sin embargo, el acceso a servicios básicos como agua, electricidad, sanidad y educación aún es limitado como consecuencia de la ausencia de funcionarios y empleados técnicos, la destrucción de infraestructuras y la falta de equipamiento básico.
El Gobierno de Mali trabaja para recuperar la normalidad. En las últimas semanas ha firmado ?con el respaldo de la ONU- un Acuerdo de Entendimiento con los rebeldes.
PLAN Internacional continúa trabajando en las regiones de Segou, Mopti y Tombuctú, protegiendo a la infancia a través de la creación de decenas de Espacios de Seguridad para Niños y de la cobertura de sus necesidades más básicas. Desde que comenzase el conflicto, la organización ha trabajado para minimizar en todo lo posible las consecuencias de esta emergencia.