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El conflicto en Sudán ha provocado el mayor desplazamiento de niños y niñas en el mundo

Un año después del inicio del conflicto, que comenzó el 15 de abril de 2023, Sudán se enfrenta a una crisis humanitaria catastrófica debido a la violencia, los desplazamientos y la inseguridad alimentaria, según Plan International, organización que trabaja por los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas.  Los enfrentamientos han acabado con la vida de más de 13.900 personas y han dejado a 25 millones, 14 de ellos niños y niñas, en una situación humanitaria muy grave. Más de 8,4 millones de personas han sido desplazadas, sobre todo internamente, de las cuales 1,7 han huido a países limítrofes. Más de 4 millones de niños y niñas han sido obligados a abandonar sus hogares. Según Naciones Unidas, se trata del mayor desplazamiento de niños y niñas en el mundo.  “Después de un año de este conflicto, los niños en Sudán, especialmente las niñas, continúan viviendo una crisis humanitaria catastrófica. Han presenciado horrores inimaginables y muchos han perdido familiares o amistades. La mayoría de los niños y niñas no han podido asistir a la escuela durante casi un año. La lucha continua también significa que Sudán podría entrar en una hambruna dentro de un mes; estamos viendo los niveles de desnutrición aumentar a una velocidad alarmante”, dice Stefano Fino, responsable de Emergencias y Ayuda Humanitaria de Plan International España.  “Esta crisis, además, es una crisis regional. Nuestras oficinas en Chad, República Centroafricana, Etiopía, Sudán del Sur y Egipto están respondiendo a las consecuencias de este conflicto. Si no se encuentra una solución a la crisis en Sudán, toda la región podría desestabilizarse. En Chad, por ejemplo, es la primera vez que vemos a tantos docentes establecerse allí como refugiados, lo cual es preocupante porque son las personas en las que confías para reconstruir un país y su población”, añade Mohammed Qazilbash, director de Plan International Sudán.  Las niñas y niños llevan un año sin escolarizar Plan International muestra su preocupación por el cierre de escuelas en todo Sudán: más de 170 colegios están siendo utilizados para albergar a personas desplazadas. Esto significa que toda una generación, 20 millones de niños y niñas, una población del tamaño de Rumanía, está perdiendo su derecho a la educación.   Las consecuencias de este conflicto tendrán un impacto devastador en el desarrollo de los niños, niñas y su bienestar mental. La infancia fuera de la escuela tiene un mayor riesgo de ser vendida, abusada sexualmente, explotada, separada de sus familias, secuestrada, y reclutada y utilizada por grupos armados.  El personal de Plan International Sudán está viendo que los niños y niñas están creciendo normalizando la situación. Utilizan ‘lenguaje de conflicto’: la infancia solo habla de armas y disparos, conocen todos los tipos de aviones de guerra, modelos de armas, etc. También ocurre entre las personas adultas, que están constantemente hablando sobre el conflicto delante de los niños y niñas.  La respuesta de Plan International Desde el inicio del conflicto, Plan International ha respondido proporcionando espacios de protección para la infancia, donde se les anima a jugar, dibujar, cantar y usar técnicas como la narración de cuentos para ayudarles a procesar su trauma. En las regiones de Darfur del Norte y Kordofan del Sur, Plan International lleva a cabo un proyecto diseñado para proporcionar aulas para educación informal en un punto de encuentro para personas desplazadas.  Mai, de 14 años, ha podido asistir a estas clases; “Comencé a aprender las materias básicas incluidas matemáticas, árabe, inglés e islámica. Recibí un kit escolar, una esterilla para sentarme en clase, y comida para mí y mis amigos. Quiero seguir estudiando para alcanzar mi sueño de convertirme en una gran persona que pueda ayudar a mi gente”.  Plan International también está apoyando a las personas desplazadas por la crisis en toda la región en Chad, República Centroafricana, Etiopía, Egipto y Sudán del Sur. Los países vecinos de Sudán afectados por esta nueva emergencia ya albergaban grandes poblaciones de refugiados, migrantes y desplazados internos antes de la crisis.    Además, Plan International insta a los participantes de la Conferencia de París, que tratará la crisis humanitaria en Sudán y los países vecinos el próximo 15 de abril, a tomar medidas inmediatas. La organización pide a los donantes, agencias de la ONU y partes en conflicto que amplíen la respuesta humanitaria, cesen las hostilidades y promuevan un proceso de paz inclusivo. Además, solicita aumentar la financiación para la ayuda humanitaria, fortalecer la presión diplomática para el acceso humanitario y abordar las violaciones de derechos contra los derechos humanos.

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niños Sudán

Conflicto y hambre en Sudán: una llamada a la acción de las ONG

El conflicto de Sudán ya ha creado la mayor crisis de personas desplazadas del mundo. Ahora los combates, los desplazamientos y la falta de acceso humanitario a la población más vulnerable sitúa a millones de personas en riesgo de sufrir niveles de emergencia de inseguridad alimentaria y malnutrición. Como organizaciones humanitarias que trabajan en Sudán, hacemos una llamada a la acción ante los crecientes niveles de conflicto, violencia organizada, violencia sexual y las pruebas cada vez más evidentes de hambre inducida por el conflicto a los que se enfrenta el pueblo sudanés. Es necesaria una acción diplomática firme y basada en evidencias para proteger a los civiles y exigir un acceso humanitario sin trabas a través de todos los puntos de entrada disponibles. Pedimos que se respete el Derecho Internacional Humanitario y se cumplan las exigencias de las Resoluciones 2417 y 2573 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que condenan la inseguridad alimentaria inducida por el conflicto y la destrucción de infraestructuras indispensables para la vida civil. Desde que estallaron las hostilidades el 15 de abril de 2023, el pueblo de Sudán se ha visto atrapado en un conflicto de grandes proporciones. Esto ha agravado profundamente la crisis preexistente de hambre y desnutrición infantil y ha obligado a desplazarse a 8,5 millones de personas. En la actualidad, más de 25 millones de personas en Sudán, Sudán del Sur y Chad están atrapadas en una espiral de deterioro de la seguridad alimentaria, violencia y desplazamientos. Los informes del IPC advierten de que el hambre ha alcanzado el nivel más alto jamás registrado durante la temporada de cosechas, una época que suele ser la de mayor seguridad alimentaria del año. Altos niveles de inseguridad alimentaria Se estima que la población que se enfrenta a altos niveles de inseguridad alimentaria aguda (Fase 3 del IPC o superior) aumentó de 15 millones a 17,7 millones de personas (37% de la población), un aumento del 18% en comparación con la proyección anterior. El análisis del IPC publicado en diciembre de 2023 preveía que 4,9 millones de personas (el 10% de la población) se encontrarían en la fase 4 del IPC (emergencia). Los sudaneses que llegan corren el riesgo de enfrentarse a condiciones catastróficas en Chad y Sudán del Sur, ya que ejercen una presión adicional sobre unos recursos ya desbordados y una financiación limitada. Se acaba el tiempo para evitar un rápido deterioro de la crisis de inseguridad alimentaria inducida por el conflicto. La comunidad internacional y las partes en conflicto deben tomar medidas inmediatas para aliviar el hambre y prevenir una emergencia catastrófica de malnutrición. La capacidad de las agencias humanitarias para llegar a las personas necesitadas se está deteriorando debido al aumento de la violencia y a la interferencia de las partes en conflicto. Impedir que llegue suficiente ayuda alimentaria a la población y atacar las infraestructuras de producción y distribución de alimentos y los medios para su transporte suponen una violación directa de la Resolución 2417 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Esta resolución fue aprobada por unanimidad en 2018 para condenar el uso del hambre y la inanición como arma de guerra. Las personas que sufren la peor parte del conflicto son las que tienen más probabilidades de haber agotado sus medios y estrategias para evitar el daño, como las mujeres, los niños y niñas, los adultos mayores y las personas con discapacidad. Alrededor de 2,9 millones de niños y niñas sufren ya desnutrición aguda y 729.000 menores de cinco años padecen desnutrición aguda grave, la forma más peligrosa y mortal de hambre extrema. Niños y niñas están muriendo ya de desnutrición y, según el Grupo Sectorial de Nutrición de Sudán, unos 222.000 niños y niñas gravemente desnutridos y más de 7.000 madres primerizas pueden morir en los próximos meses si no se atienden sus necesidades nutricionales y sanitarias. La creciente crisis del hambre tiene fuertes repercusiones de género, las mujeres y las niñas se enfrentan a un mayor riesgo de violencia de género, incluida la violencia sexual. Ya antes del conflicto, las normas sociales dictaban que las mujeres tenían poco control sobre los recursos y que las mujeres y las niñas eran las últimas y las que menos comían en sus hogares, lo que llevó a que el 79% de las mujeres no cubrieran sus necesidades alimentarias mínimas diarias. Hoy en día, las mujeres y las adolescentes deben elegir continuamente entre el hambre o la seguridad, ya que se enfrentan a la violencia o al acoso cuando intentan acceder a mercados, campos, oportunidades de subsistencia, lugares de distribución de ayuda humanitaria u otras zonas. También hay datos de mujeres y niñas que se ven obligadas a recurrir al sexo para acceder a los alimentos, y de un aumento de los matrimonios precoces y forzados. Daños importantes e interrupción de infraestructuras y servicios esenciales La escalada de las hostilidades ha causado grandes daños e interrupciones en infraestructuras y servicios esenciales, entre ellos los necesarios para la producción, elaboración y distribución de alimentos y las instalaciones de abastecimiento de agua y atención sanitaria. En todo el país se han quemado y destruido múltiples fábricas y mercados de producción de alimentos y se ha saqueado a gran escala la ayuda alimentaria. Aunque los mercados locales siguen funcionando en muchas zonas del país, la pérdida de poder adquisitivo causada por el conflicto hace que corran el riesgo de cerrarse. Igualmente preocupante es el hecho de que desde el 15 de abril de 2023 se hayan registrado al menos 284 ataques contra la asistencia sanitaria, incluidos el asesinato de 61 trabajadores sanitarios y el deterioro de instalaciones sanitarias en 62 ocasiones. Los ataques socavan el acceso de la población civil, especialmente de mujeres y niños, a servicios esenciales como la nutrición y la salud. El 15 de marzo de 2024, el Secretario General de la ONU activó la Resolución 2417 presentando una Nota Blanca al Consejo de Seguridad sobre la emergencia por hambre en Sudán, que posteriormente se reunió para debatir la emergencia. Se trata de un primer paso importante, que debe ir seguido de acciones concretas por parte de las partes en conflicto y de los Estados miembros de la ONU y la comunidad internacional para garantizar que las partes en conflicto cumplen con sus obligaciones. Proteger a la población civil y evitar la catástrofe de hambre Instamos a todas las partes en conflicto a que tomen medidas inmediatas para evitar la escalada de la crisis de hambre en Sudán. Esto incluye no atacar, saquear o dañar lugares o infraestructuras vitales para los sistemas alimentarios como mercados, tierras utilizadas para la agricultura o la ganadería, o instalaciones de almacenamiento de alimentos como silos o almacenes. Pedimos a las Fuerzas Armadas de Sudán y a las Fuerzas de Apoyo Rápido que cumplan sus promesas, recogidas en la Declaración de Compromiso de Jeddah para Proteger a los Civiles de Sudán, y que garanticen su difusión y cumplimiento a lo largo de las diferentes cadenas de mando hasta el nivel local. De vital importancia para reducir la inseguridad alimentaria, estos compromisos incluyen acuerdos para permitir a los civiles un acceso seguro, regular y basado en principios a la ayuda humanitaria, incluido el acceso transfronterizo, y para proteger al personal y los bienes humanitarios. También es imperativo que todas las partes en conflicto tomen medidas para alcanzar una resolución pacífica del conflicto, garantizar un cese sostenido de las hostilidades a corto plazo y abordar las causas subyacentes del conflicto. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que aumente urgentemente la financiación de la respuesta humanitaria en Sudán y tenga en cuenta el impacto global de la crisis del hambre. Siempre que sea posible, hay que apoyar los sistemas alimentarios y los mercados locales existentes para que sigan funcionando, especialmente mediante programas basados en entrega de dinero en efectivo. El apoyo financiero a la respuesta humanitaria también debe diseñarse para tener en cuenta las amplias ramificaciones de la crisis del hambre, que requiere una respuesta multisectorial. Una financiación adecuada para las áreas de seguridad alimentaria, nutrición, agua, saneamiento e higiene, salud sexual y reproductiva, salud materno-infantil y protección (incluida la protección de la infancia y la prevención y respuesta a la violencia de género) es esencial para mitigar los impactos de la creciente inseguridad alimentaria a corto y largo plazo, y debe llegar a las organizaciones nacionales y locales, incluidas las organizaciones de mujeres y las redes de ayuda mutua. También instamos a la comunidad internacional y a todas las partes en conflicto, incluidas las autoridades sudanesas, a aliviar los indebidos impedimentos burocráticos o administrativos a la ayuda humanitaria. La financiación debe ir acompañada de un acceso sin restricciones a la población más vulnerable, para garantizar una ampliación de la respuesta impulsada por las necesidades humanitarias. Los actores internacionales también deben asegurarse de que se garantizan las exenciones humanitarias en cualquier posible sanción. Pedimos al Consejo de Seguridad que celebre reuniones informativas periódicas y abiertas para supervisar la aplicación de las disposiciones de la Resolución 2724 del Consejo de Seguridad de la ONU, así como las recomendaciones para hacer frente a la inseguridad alimentaria formuladas en la Nota Blanca sobre Sudán del Secretario General de la ONU relacionada con la Resolución 2417. Hacemos un llamamiento al Consejo de Seguridad para que cumpla los compromisos adquiridos en el marco de la Agenda de Paz y Seguridad para las Mujeres y adopte medidas para prevenir la violencia sexual relacionada con los conflictos, que está muy extendida en Sudán. Múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad (1820, 1888, 1960 y 2467) condenan la violencia sexual contra las mujeres y los niños y niñas en los conflictos armados e instan a los Estados miembros a adoptar un enfoque centrado en los supervivientes para prevenirla y responder a ella, al tiempo que refuerzan el acceso de las víctimas a la justicia, entre otras cosas mediante la pronta investigación, enjuiciamiento y castigo de los autores. También recordamos que, antes de la crisis actual, Sudán se enfrentaba a una grave situación humanitaria que afectaba al 30% de la población. Ahora nos alarma el hecho de que la violencia actual pueda seguir exacerbando el rápido y dramático deterioro de la situación humanitaria. La estación de lluvias, que empezará en junio, corre el riesgo de limitar aún más el acceso a las zonas remotas. Instamos a la comunidad internacional a que se anticipe a estas necesidades, promueva la acción colectiva y movilice rápidamente los recursos necesarios para salvar vidas y proteger a las comunidades afectadas.   Organizaciones firmantes: Acción contra el hambre ADRA Alight ALIMA CAFOD CARE Concern Worldwide Coopi Organización Humanitaria para el Desarrollo y la Prosperidad Insecurity Insight Comité Internacional de Rescate LM Internacional MedGlobal Equipos Médicos Internacionales Mercy Corps Nonviolent Peaceforce Ayuda de la Iglesia Noruega Consejo Noruego para los Refugiados Plan International Premiere Urgence Internationale Save the Children Solidaridad Internacional Triangle génération humanitaire Welthungerhilfe Word Vision

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Garantizar la seguridad del personal humanitario en Gaza es crucial para seguir apoyando las ingentes necesidades de la población, señala la ONG Plan International

Se necesita un aumento de la ayuda humanitaria en Gaza de manera inmediata para evitar más muertes de niños y niñas, restaurar la dignidad y aliviar el sufrimiento psicológico de la población civil, advierte Plan International, organización que trabaja por los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas. El 7 de abril se cumplen seis meses desde que Israel lanzó su ofensiva militar en respuesta al ataque del 7 de octubre por parte de un grupo armado palestino, que causó la muerte de 1.200 personas en Israel. Se teme que el número de personas muertas en Gaza supere los 32.000, según el Ministerio de Salud Palestino, de los cuales 13.000 son niños y niñas. Se cree que más de 100 personas siguen siendo rehenes dentro de Gaza. Seis meses de bombardeos aéreos constantes han provocado que casi toda la población civil de Gaza dependa de la ayuda humanitaria para sobrevivir; sin embargo, las agencias humanitarias solo han logrado permisos para entregar una pequeña parte de los suministros necesarios para apoyar las necesidades de los 2.1 millones de habitantes de Gaza. “En este momento, Gaza es el contexto de respuesta humanitaria más intrincado del mundo. Es el lugar más peligroso del mundo para ser un niño o una niña y para el personal humanitario. Sabemos, por experiencia, que el impacto psicológico de la guerra continuará atormentando a los niños, niñas y sus cuidadores mucho después de que termine. Una persona de 18 años que vive hoy en Gaza, habrá vivido conflictos en 2006, 2008, 2012, 2014, 2021 y desde octubre de 2023, presenciando cosas que ningún niño o niña debería vivir. Esto tiene un impacto muy profundo y duradero en una mente joven”, asegura Unni Krishnan, director humanitario de Plan International. Es necesario garantizar la seguridad de los trabajadores y trabajadoras humanitarios La salida de varias ONG de Gaza después de que siete trabajadores de la ONG World Central Kitchen murieran en un ataque aéreo el pasado 2 de abril agrava una situación ya desesperada, advierte Plan International. Junto con organizaciones humanitarias y de derechos humanos de todo el mundo, la organización insta a todas las partes involucradas en el conflicto a garantizar la seguridad del personal humanitario y la población civil, de acuerdo con el derecho internacional humanitario. El mes pasado, el informe del IPC predijo que la escasez de alimentos causada por las restricciones de Israel a la ayuda, y el conflicto prolongado, podrían provocar una hambruna en Gaza en cualquier momento entre ahora y mayo. Según Plan International, además de al riesgo de morir en los ataques, la infancia se enfrenta al hambre y a la falta de asistencia médica, y muchos niños y niñas sufrirán consecuencias psicológicas de por vida tras presenciar la muerte de familiares o amistades. En marzo, de media, alrededor de 161 camiones cruzaron cada día a Gaza, un número muy por debajo de la capacidad que tienen los pasos de Kerem Shalom y Rafah, unos 500 por día. Unni Krishnan, director humanitario de Plan International, señala: “El tiempo se acaba para los niños y niñas en Gaza. Es crucial y urgente que se produzca un aumento significativo en la ayuda humanitaria. Para hacer realidad esto, garantizar la seguridad del personal humanitario y los civiles es primordial”. “A pocos minutos en coche de Rafah, donde las familias se refugian en condiciones inimaginables y rudimentarias, hay miles de camiones que contienen alimentos y otros suministros que salvan vidas. Es absolutamente crítico que se garantice un acceso humanitario seguro a Gaza rápidamente, para que las agencias humanitarias puedan entregar suministros a la población civil, especialmente niños y niñas desnutridos y mujeres embarazadas. Instamos a todas las partes a garantizar un acceso seguro e ininterrumpido para los trabajadores humanitarios y suministros de ayuda vital en Gaza. También seguimos pidiendo un alto el fuego permanente, completo e inmediato, como la única manera de poner fin a este sufrimiento”, añade Krishnan. La respuesta de Plan International Desde octubre de 2023, Plan International ha estado aumentando el apoyo a socios humanitarios para proporcionar asistencia humanitaria crítica dentro de Gaza. Desde el inicio del Ramadán, se han proporcionado comidas calientes a un total de 6.000 personas desplazadas internamente en Rafah a través de la organización Taawon, un socio local. Plan International también ha estado trabajando con la Media Luna Roja Egipcia para entregar suministros a través del cruce de Rafah en Egipto. Hasta la fecha, se han entregado 600 cestas de alimentos, 1.000 kits de primeros auxilios y 1.600 cartones de agua. La organización está trabajando actualmente para entregar kits de protección e higiene femenina a mujeres en Gaza, que contienen suministros como cepillos de pelo, ropa interior, compresas, etc. artículos que

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Mohammed Qazilbash, director de Plan International Sudán, visita las oficinas de Plan International España

El pasado 14 de marzo, recibimos  en nuestras oficinas la visita de Mohammed Qazilbash, director de Plan International Sudán. Durante su estancia, Mohammed tuvo la oportunidad de conocer la sede de Plan International España, así como de reunirse con todo el personal para explicar de primera mano la compleja situación humanitaria que atraviesa Sudán y la región en general: ya hay más de 8,4 millones de personas desplazadas. Durante su visita, Mohammed también fue entrevistado por la periodista Patricia R Blanco de Planeta Futuro (El País). En esta conversación, Mohammed profundizó en la crisis actual que enfrenta la región, destacando las dificultades de la entrada de ayuda humanitaria, la situación de vulnerabilidad de las mujeres y la importancia fundamental de su participación en los procesos de toma de decisiones. Además, abordó la importancia de la protección de la infancia en contextos de crisis y conflicto, y cómo Plan International trabaja para proporcionar espacios seguros a niños, niñas y jóvenes. En su entrevista, Mohammed ofreció una perspectiva esclarecedora sobre los desafíos y el trabajo que realizamos en Sudán y la región. Os invitamos a leer el artículo completo aquí. Agradecemos a Mohammed Qazilbash por su visita y por compartir su experiencia y sus conocimientos sobre la complicada situación que atraviesa Sudán. Continuamos trabajando para construir un mundo más justo y equitativo para todos los niños, niñas y

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Plan International reclama medidas inmediatas ante el riesgo inminente de hambruna en Gaza

La situación en Gaza es catastrófica y empeorará  a menos que se tomen medidas inmediatas.  En respuesta al último informe de IPC sobre la inseguridad alimentaria en Gaza, Unni Krishnan, director humanitario de Plan International ha declarado:  “La hambruna es inminente en el norte de Gaza. Según las conclusiones del último informe del IPC, la situación en Gaza es catastrófica. Se espera que la hambruna se produzca de aquí a mediados de mayo en el norte, y el resto de la Franja corre también el riesgo de sufrirla. Toda la población de la Franja de Gaza se enfrenta a altos niveles de inseguridad alimentaria.  Es absolutamente devastador que los niños, las niñas y toda la población civil de Gaza se enfrente a la hambruna. Ningún conflicto debería llegar a esto. El análisis de inseguridad alimentaria del IPC advirtió en diciembre de 2023 de que podría producirse una hambruna a finales de mayo de 2024 si no se producía un cese inmediato de las hostilidades y un acceso sostenido a la provisión de suministros y servicios esenciales a la población; desde entonces, no se han cumplido las condiciones necesarias para prevenir la hambruna.  Esta horrible situación era totalmente evitable, y no es demasiado tarde para tomar medidas que impidan la muerte de más niños y niñas. Estamos totalmente de acuerdo con la advertencia del IPC: esperar a que se confirme que se está produciendo o se ha producido realmente una hambruna para tomar medidas radicales es indefendible.  Las conclusiones del IPC deben considerarse una dura llamada de atención. Los niños y niñas de Gaza no pueden permitirse que la comunidad internacional pierda más tiempo. Con más urgencia que nunca, Plan International pide un alto el fuego inmediato, incondicional y permanente, así como un aumento masivo de la ayuda humanitaria y un acceso mejorado, seguro y sin obstáculos para los suministros de socorro y el personal humanitario.  Es absolutamente fundamental establecer canales seguros y transparentes para la entrega de ayuda vital a través de todos los puntos de entrada sobre el terreno, al tiempo que se exploran todas las demás opciones para garantizar que los alimentos, la nutrición, la asistencia médica y los suministros de agua potable y saneamiento llegan a quienes los necesitan. Deben cesar de inmediato las restricciones israelíes a la ayuda, las tácticas de asedio y los ataques militares israelíes contra la población civil, la ayuda humanitaria y el personal sanitario y de socorro. La inanición de la población civil es ilegal según el Derecho Internacional Humanitario.  Los Estados también deben dejar de enviar armas mientras exista el riesgo de que se utilicen para cometer o facilitar graves violaciones del Derecho Internacional Humanitario. La población civil palestina se muere ahora de hambre y se enfrenta a una hambruna debido a estas tácticas y desde Plan International lo condenamos completamente. Deben poder acceder inmediatamente a las intervenciones médicas y nutricionales que podrían salvarles la vida. El mundo debe comprender que a algunos sólo les quedan días y que esta situación catastrófica, provocada por el hombre, empeorará rápidamente si no se toman medidas significativas e inmediatas”.  La respuesta de Plan International en el conflicto Plan International lleva respondiendo a la crisis de Gaza desde finales de 2023, aumentando la ayuda humanitaria transfronteriza a través de nuestras oficinas nacionales en Egipto, Jordania y Líbano.   La acción de la organización incluye la entrega de alimentos y otros suministros de socorro vitales en Gaza, en colaboración con la Media Luna Roja egipcia a través del paso fronterizo de Rafah, y la financiación de la labor de organizaciones socias que trabajan dentro de Gaza. Plan International también está abogando, junto con ONG humanitarias, por un alto el fuego inmediato y permanente y por un acceso humanitario sostenido y sin trabas para atender a los niños, las niñas y todos los

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La violencia en Haití tiene graves impactos en la salud mental de niños y niñas

Se necesita ayuda internacional para apoyar la salud mental de los niños y niñas, ya que la violencia en Haití se cobra cada vez más víctimas.  Plan International muestra su preocupación por el aumento significativo de la violencia en Haití y por el alto coste que está teniendo en la salud mental de la infancia. Los niños y niñas no pueden jugar ni ser niños mientras no se preste suficiente atención al impacto psicológico de la crisis.     Con miles de personas desplazadas y más de un millón de personas que necesitan ayuda humanitaria inmediata, Haití se enfrenta a una grave crisis de protección que sigue deteriorándose día a día. En la última semana, grupos armados han llevado a cabo ataques coordinados contra infraestructuras críticas en todo Puerto Príncipe, la capital de Haití, restringiendo el acceso de los trabajadores humanitarios a las zonas afectadas.    Todos los puertos están cerrados en un intento de asfixiar al país e impedir el transporte de ayuda. Las operaciones humanitarias se han visto directamente afectadas por la violencia y los ataques son cada vez más arbitrarios.    El apoyo emocional es fundamental  Aunque la asistencia vital, como el suministro de agua y alimentos, es crucial para proteger a todos los civiles, es importante priorizar la atención y el apoyo emocional de los niños, niñas y adolescentes.  “Atender las necesidades emocionales de la infancia no sólo es necesario, sino que también es posible”, afirmó Unni Krishnan, director humanitario de Plan International, que visitó recientemente Haití.    “Con unos sencillos pasos, como la organización de escuelas, la educación, el juego y un ambiente de seguridad pueden ayudar a mitigar los efectos emocionales de la violencia de los grupos armados”, añadió.    Krishnan, coautor de ‘Primeros auxilios psicológicos’, una guía de referencia en entornos humanitarios, explica que la violencia de los grupos armados, los desplazamientos, la inseguridad y la ansiedad tienen un impacto acumulativo.  “Las mentes jóvenes pueden compararse a un globo. Tienen un límite”, afirma Krishnan. “A medida que bombeas más aire en el globo, al final llega a su límite y no puede aguantar más”.   Necesidad imperiosa de servicios de protección La violencia ha causado mucha incertidumbre y ansiedad a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes haitianos. Los últimos datos de UNICEF del 24 de marzo indicaban que 1,3 millones de niños y niñas necesitan servicios de protección. Muchos se han visto obligados a abandonar sus hogares, lo que les hace aún más vulnerables y les expone a diversos riesgos, como el reclutamiento forzoso y la violencia sexual y de género.  Necesitan apoyo para acceder a alimentos, educación y un espacio seguro para volver a sentirse niños. La situación requiere atención inmediata y la respuesta de la comunidad internacional.        “Plan International está profundamente preocupada por la seguridad, la integridad y el bienestar mental y emocional de los grupos vulnerables. Por el bien de los niños y las niñas adolescentes de Haití, pedimos que se ponga fin de inmediato a esta violencia”, ha declarado Allassane Drabo, director de Plan International Haití.   Apoyo a los niños y niñas vulnerables Desde julio de 2022, Plan International ha estado ampliando su respuesta a la crisis humanitaria en Haití, centrándose en proteger y satisfacer las necesidades vitales de niños, niñas y jóvenes. La organización ha actuado con urgencia para proteger a los más vulnerables de Haití, prestando especial atención a las necesidades específicas de niños, niñas y mujeres jóvenes. Está prestando apoyo prioritario a los que no están acompañados, a los que están separados de sus familias, a los desplazados por conflictos o a los supervivientes de la violencia de género.     También ha puesto en marcha Child Friendly Spaces para los niños y niñas (un lugar seguro donde se organizan juegos y otras actividades recreativas) y les ha proporcionado apoyo psicosocial. En algunas de las zonas más afectadas, con graves problemas de acceso y limitaciones de capacidad, como los departamentos de Artibonite y Noreste, la ONG ha prestado servicios sanitarios, apoyado la reunificación familiar y preservado las actividades culturales en medio de la crisis. A pesar de este trabajo y del de organizaciones socias, desde Plan International afirman que es esencial aumentar los esfuerzos de ayuda humanitaria para ampliar y reforzar los servicios de protección de la infancia.    En el European Humanitarian Forum que se celebra hoy en Bruselas es imperativo que la difícil situación de los niños y niñas en Haití reciba la atención que necesita. “El European Humanitarian Forum ofrece una oportunidad para atraer la atención sobre las necesidades desatendidas de los niños y niñas olvidados de Haití”, dijo Krishnan. “Instamos a que no se pase por alto la crisis humanitaria de Haití y se tomen medidas significativas para hacer frente a los múltiples desastres que afectan a la población

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La crisis humanitaria en Haití se agrava: es necesaria ayuda inmediata

La infancia está en peligro en Haití. La violencia desplaza cada día a más y más personas de sus hogares. Desde Plan International, pedimos ayuda inmediata.  Nos preocupa profundamente el significativo aumento de la violencia en Haití. La violencia de las bandas ha desplazado ya a más de 362.000 personas de sus hogares, una cifra que ha aumentado en 15.000 en tan solo 10 días. Del total de personas desplazadas, una de cada tres (32%) son niños, niñas y adolescentes.  Los servicios esenciales, como la atención sanitaria, el acceso al agua potable y los suministros básicos de socorro se han visto interrumpidos debido a los continuos combates, los ataques contra infraestructuras críticas y las restricciones al acceso humanitario impuestas por los grupos armados. Es necesario actuar con urgencia para salvar vidas y proteger los derechos humanos de la población haitiana, especialmente de los más vulnerables a la violencia, como los niños, las niñas, los jóvenes y las mujeres.  “Ante el deterioro de las condiciones de seguridad y el aumento de la violencia, Plan International reitera que Haití sigue siendo una crisis olvidada para la comunidad internacional en general, y pide que se redoblen los esfuerzos y el apoyo para hacer frente a las urgentes necesidades humanitarias de su población”, ha declarado Allassane Drabo, director de Plan International Haití.    Plan International y varias organizaciones socias han observado con preocupación el rápido y alarmante aumento del número de niños y niñas no acompañados que llegan a los campos de desplazados internos, ya que la mayoría de sus familiares o cuidadores han muerto durante los enfrentamientos. Esta situación requiere atención y respuesta inmediatas.   Las niñas corren peligro de sufrir violencia La crisis humanitaria de Haití también está poniendo a las niñas en mayor riesgo de sufrir violencia de género, de ser reclutadas por grupos armados y de contraer matrimonios y uniones precoces y forzados. Esto agrava la vulnerabilidad de las niñas, que se ven afectadas de manera desproporcionada por la escalada de violencia y sus consecuencias.  Es imperativo que se establezcan vías de acceso seguras e ininterrumpidas a las comunidades y que cesen todos los ataques y saqueos de los puertos. Estos son los únicos puntos de entrada para la ayuda humanitaria y para el transporte de alimentos y suministros médicos desde Puerto Príncipe a otras partes del país donde la demanda es alta, como los departamentos del Nordeste y Artibonite. Deben cesar inmediatamente los bloqueos y las denegaciones arbitrarias de ayuda, y debe garantizarse la seguridad de los trabajadores humanitarios de acuerdo con el Derecho Internacional Humanitario.    Hay que tener en cuenta las necesidades urgentes de los niños y niñas La protección de todos los niños, niñas y adolescentes debe ser una prioridad, y sus necesidades específicas deben ser consideradas en el núcleo de cualquier respuesta humanitaria. Plan International reitera la importancia del acceso al agua potable, la atención médica y el apoyo psicosocial.   Con el Plan de Respuesta Humanitaria (HRP) de Haití sólo financiado en un 3,2%, Plan International insta a los donantes a aumentar sus compromisos financieros para evitar una catástrofe aún mayor. Antes del aumento de la violencia, ya se estimaba que este año,5,5 millones de personas necesitarían ayuda humanitaria en Haití, de las cuales casi la mitad, el 48%, son niños, niñas y adolescentes. Los recientes acontecimientos han empeorado sin duda la situación en el país y existe un alto riesgo de que la próxima temporada de huracanes genere aún más necesidades humanitarias.  “Instamos a nuestros socios en Haití a que den prioridad a la protección de la infancia y la juventud, especialmente los desplazados o afectados por la violencia. Las niñas, muy expuestas a la violencia sexual de género, necesitan acceso urgente a agua, atención médica y apoyo psicológico”, concluye

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La crítica situación de violencia en Haití expone a las niñas al hambre, el matrimonio precoz y la violencia sexual

La grave crisis de violencia que asola Haití sitúa a las niñas y adolescentes en una situación de inseguridad sin precedentes. Tras la renuncia del primer ministro Ariel Henry, el pasado 12 de marzo, el país queda en manos de grupos armados, lo que expone a niñas y jóvenes a un incremento del riesgo de violencia por razón de género, de reclutamiento por parte de grupos armados, de matrimonios forzados y embarazos precoces.   La organización, que trabaja para defender los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas en el país desde 1973, ha llevado a cabo recientemente una evaluación de necesidades en el departamento haitiano de Artibonite, que acoge a más de 34.000 personas que huyen de la violencia de la capital, Puerto Príncipe, y de otros lugares del país. En este estudio, se han recogido los testimonios de más de 500 niñas y niños que relatan cómo es su vida en medio del conflicto.  “Tengo que andar muchos kilómetros para poder beber agua. Ya no voy a la escuela. Creo que la situación es todavía peor para chicas jóvenes como yo. Algunas de mis amigas ya están embarazadas”, cuenta Sofiana, de 13 años.  La situación de violencia generalizada, la pobreza y la escasez de alimentos están provocando que muchas familias no puedan hacer ninguna comida en todo el día o no puedan cubrir las necesidades básicas de sus hijas, como la educación o los productos de higiene menstrual. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) recuerda que Haití sufre una de las crisis alimentarias más graves del mundo, con 1,4 millones de personas a un paso de la hambruna. Esto hace que niñas como Sofiana, de entre 13 y 17 años, estén siendo obligadas a casarse o haciendo que caigan en redes de explotación y abusos sexuales para conseguir dinero, lo que da lugar a abandono escolar y más violencia.   “La crisis en Haití está teniendo consecuencias devastadoras para los niños y los adolescentes, y como ocurre con demasiada frecuencia, las niñas son especialmente vulnerables. La violencia generalizada está robando la infancia a demasiadas niñas, que se ven obligadas a cambiar los libros de texto por las armas y los vestidos de novia. Con miles de personas en Haití ahora a un paso de la hambruna, es absolutamente crítico que la comunidad internacional tome medidas urgentes”, explica Allassane Drabo, director de Plan International Haití.  En las tres comunidades analizadas para el informe de Plan International, más de la mitad de los niños y niñas en edad escolar están sin escolarizar, con tasas medias de escolarización del 25% en Gros Mornes, 37% en Gonaives y 37% en Saint Michel. La pobreza es, según el informe, la razón más común para que la infancia no asista a clase.  La pobreza y la falta de oportunidades económicas también están empujando a los niños y niñas a unirse a bandas armadas. Se calcula que entre el 30% y el 50% de los miembros de las bandas son menores de edad. Los niños y niñas que han abandonado la escuela o los no acompañados o separados de sus familias corren un mayor riesgo de unirse a dichas bandas.  El trabajo de Plan International Plan International alerta de la falta de financiación de la respuesta humanitaria en Haití. La violencia, la escasez de alimentos, los brotes de enfermedades y las cifras de población desplazada han ido en aumento, por lo que la organización reclama a la comunidad internacional que aumente los fondos de ayuda humanitaria para permitir escalar el trabajo humanitario.   Desde julio de 2022, Plan International ha ampliado su trabajo para ofrecer ayuda humanitaria a las comunidades afectadas por la crisis de hambre y la violencia en Haití. La organización está llevando a cabo proyectos en el departamento de Artibonito y el departamento del Noreste para identificar a los niños y niñas que necesitan apoyo psicosocial, dando prioridad a la infancia no acompañada o separada, a las personas desplazadas y a los niños y niñas sobrevivientes de violencia sexual y de género.  La organización ha establecido espacios seguros para la infancia, donde los niños y niñas tienen la oportunidad de participar en actividades educativas, teatrales, artísticas, recreativas. En ellos reciben apoyo psicosocial y pueden ser derivados por personal cualificado a servicios especializados, garantizándoles la oportunidad de superar el trauma, jugar y aprender, que son esenciales para que tengan un futuro mejor.  Para responder a la crisis de hambre que sufre el país, también se están realizando transferencias de efectivo, actividades de sensibilización sobre nutrición, higiene y saneamiento en el sureste y el noreste del país. Plan International también ofrece a las comunidades actividades socioculturales y acceso a servicios

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Gaza: los lanzamientos aéreos y las rutas marítimas no son una alternativa a la entrega de ayuda por tierra

25 ONG piden a los gobiernos que den prioridad al alto el fuego y a la ayuda humanitaria terrestre a medida que aumentan las muertes por desnutrición y enfermedades  Las organizaciones humanitarias y de derechos humanos presentes en Gaza han reiterado desde el inicio de la actual escalada que la única manera de dar respuesta a las necesidades humanitarias sin precedentes en la Franja es lograr un alto el fuego inmediato y permanente, y garantizar un acceso humanitario pleno, seguro y sin obstáculos a través de todas las vías terrestres. Los Estados no pueden esconderse detrás de lanzamientos aéreos y esfuerzos para abrir un corredor marítimo para crear la ilusión de que están haciendo lo suficiente para responder a las necesidades en Gaza: su responsabilidad principal es impedir que se desarrollen crímenes atroces y aplicar una presión política efectiva para poner fin a los incesantes bombardeos y restricciones que impiden la entrega segura de ayuda humanitaria.  Durante meses, toda la población gazatí ha sobrevivido con hambre a nivel de crisis, en una proporción mayor que cualquier población en crisis de seguridad alimentaria jamás registrada por la Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria y Nutrición (CIP). Las familias llevan meses bebiendo agua contaminada y pasando días sin comer. El sistema de salud ha colapsado por completo en medio de brotes de enfermedades y lesiones graves debido a los constantes bombardeos. Al menos 20 niños y niñas han muerto recientemente por desnutrición aguda severa, deshidratación y enfermedades relacionadas. A medida que cada día se acelera el deterioro de la situación alimentaria, del agua y de la salud, se producirán más muertes por hambre y enfermedades si las autoridades israelíes siguen impidiendo el acceso humanitario. La ONU ha advertido que la hambruna es inminente.  Si bien los Estados han aumentado recientemente los lanzamientos aéreos de ayuda en Gaza, los profesionales humanitarios subrayan que este método de entrega de ayuda por sí solo no tiene de ninguna manera la capacidad de satisfacer las enormes necesidades actuales. 2,3 millones de personas que viven en un estado de supervivencia catastrófico no pueden ser alimentadas ni curadas mediante lanzamientos aéreos.  Los lanzamientos aéreos no pueden proporcionar los volúmenes de asistencia que se pueden transportar por tierra. Mientras que un convoy de cinco camiones tiene capacidad para transportar unas 100 toneladas de asistencia vital, los lanzamientos aéreos recientes sólo entregaron unas pocas toneladas de ayuda cada uno. Los lanzamientos desde el aire también pueden ser extremadamente peligrosos para las vidas de la población civil que busca ayuda: ya ha habido informes de al menos cinco personas muertas por la caída libre de paquetes de ayuda en Gaza.   La asistencia humanitaria no se puede improvisar: debe ser brindada por equipos profesionales, con experiencia en organizar distribuciones y brindar servicios directos para salvar vidas. Las entregas de ayuda deben tener un rostro humano: no solo para poder evaluar adecuadamente las necesidades de las personas afectadas, sino también para devolver la esperanza y la dignidad a una población que ya está traumatizada y desesperada. Después de soportar cinco meses de continuos bombardeos y condiciones deshumanizantes, los niños, niñas, mujeres y hombres de Gaza tienen derecho a algo más que una exigua caridad caída del cielo. Si bien cualquier ayuda humanitaria que llegue a Gaza es bienvenida, el transporte por aire o por mar debe considerarse un complemento del transporte terrestre y no un sustituto, ya que en ninguna circunstancia puede sustituir la asistencia entregada por carretera.  Es importante señalar que algunos de los Estados que han realizado recientemente lanzamientos aéreos también están proporcionando armas a las autoridades israelíes, a saber, Estados Unidos, Reino Unido y Francia. Los Estados no pueden aprovechar la ayuda para eludir sus responsabilidades y deberes internacionales, según el derecho internacional, incluida la prevención de crímenes atroces. Para que estos Estados cumplan con sus obligaciones de derecho internacional, deben detener todas las transferencias de armas que corren el riesgo de ser utilizadas en crímenes internacionales, así como poner en marcha medidas significativas para hacer cumplir un alto el fuego inmediato, un acceso humanitario absoluto y la rendición de cuentas de los perpetradores.  Terceros Estados anunciaron recientemente esfuerzos para abrir un corredor marítimo desde Chipre, con el establecimiento de un puerto flotante en la costa de Gaza que no estará plenamente operativo antes de varias semanas. Las familias se mueren de hambre y no tienen el tiempo que se necesita para construir infraestructuras en alta mar y en tierra: para salvar sus vidas es necesario permitir inmediatamente que lleguen los camiones humanitarios llenos de alimentos y medicinas cuya entrada a Gaza está actualmente bloqueada. Además, los envíos desde este muelle a los puntos de distribución alrededor de Gaza sufrirán los mismos obstáculos que enfrentan actualmente los convoyes de ayuda desde Rafah: inseguridad persistente, alta tasa de denegación de acceso por parte de las fuerzas israelíes y esperas excesivas en los puestos de control israelíes. Por lo tanto, su establecimiento no cambiará sustancialmente la catastrófica situación humanitaria, a menos que se combine con un alto el fuego inmediato y un acceso pleno y sin obstáculos a todas las zonas de la Franja de Gaza. También existe preocupación por la falta de transparencia respecto de qué entidad será responsable de la infraestructura y la seguridad de la entrega de ayuda en tierra: los Estados deben garantizar que el corredor marítimo no legitime una ocupación militar terrestre israelí prolongada de la franja instrumentalizando la necesidad de entrega de ayuda.  Se necesita toda la ayuda en este terrible contexto, pero alertamos sobre las posibles consecuencias devastadoras de crear precedentes peligrosos que conduzcan a la degradación del acceso humanitario por tierra y la prolongación de las hostilidades. Una respuesta humanitaria adecuada a las enormes necesidades en Gaza debe consistir en un acceso total para la ayuda y el personal humanitario profesional que ha estado durante meses en el lado egipcio de la frontera. Hasta ahora, la posibilidad de que 2,3 millones de personas en Gaza coman, se curen y tengan un techo bajo el que cobijarse ha quedado a discreción exclusiva de las autoridades israelíes: esta situación no puede permanecer sin respuesta. Las organizaciones humanitarias tienen la capacidad logística para atender a la población palestina en Gaza: falta es la voluntad política de los actores estatales para imponer el acceso.  ONG firmantes  Action Aid International  American Friends Service Committee  Amnesty International  Association of Italian NGOs  CCFD-Terre Solidaire  CISS – Cooperazione Internazionale Sud Sud  DanChurch Aid  Danish House in Palestine  Danish Refugee Council  HelpAge International   Humanity & Inclusion – Handicap International  IM Swedish Development Partner  International Federation for Human Rights  INTERSOS  Medical Aid for Palestinians  Mennonite Central Committee  Médicos del Mundo   Médicos Sin Fronteras Francia  Oxfam  Plan International  Première Urgence Internationale  Secours Islamique France  Terre des Hommes Italy  War Child Alliance  Welfare Association 

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Plan International expresa su indignación por el secuestro de niños y niñas en colegios de Nigeria

Plan International ha expresado su indignación por el secuestro de cientos de escolares en el noroeste de Nigeria.  “La noticia del secuestro masivo de escolares en los estados de Kaduna y Sokoto es un triste recordatorio de la precaria situación en la que se encuentran los niños y niñas de Nigeria, así como la educación”, ha indicado Charles Usie, director de Plan International en Nigeria.  “Lo condenamos en su totalidad. Tomar como rehenes a inocentes es inadmisible y nunca debe normalizarse, ya que simboliza un ataque a la educación y a nuestro futuro colectivo como sociedad”, continúa.  “Todos los niños y niñas tienen un derecho inalienable a la educación, y las escuelas nunca deben ser objetivo en conflictos armados. Los ataques a las escuelas son un ataque a los derechos del alumnado a la educación y a una vida digna”.  El jueves 7 de marzo de 2024, hombres armados atacaron una escuela en Kuriga, estado de Kaduna, secuestrando por la fuerza a unos 287 estudiantes de entre ocho y 15 años y a sus profesores. Al día siguiente, varios hombres volvieron a hacer lo mismo el área de Gidan Bakuso en Gada, estado de Sokoto, secuestrando a 15 estudiantes Tsangaya (Quranic).  Usie ha instado a las fuerzas de seguridad a intensificar los esfuerzos para asegurar la liberación segura de los estudiantes y profesores, destacando los peligros particulares de protección y explotación que enfrentan las niñas secuestradas.  Además, ha hecho un llamado al presidente nigeriano, Bola Ahmed Tinubu, para que “muestre el compromiso del gobierno de Nigeria para garantizar la seguridad de las escuelas, centros de aprendizaje y alumnos, ordenando a los jefes de las agencias de seguridad relevantes que asuman la responsabilidad de la liberación segura de los niños y niñas secuestrados y sus profesores”.  Nigeria es signataria de la Declaración de Escuelas Seguras (SSD), que respaldó en 2019. La Declaración de Escuelas Seguras es un acuerdo político intergubernamental que describe una serie de compromisos para fortalecer la protección de la educación contra los ataques y restringir el uso de escuelas y universidades con fines militares. Proporciona a los países la oportunidad de expresar su apoyo para proteger a estudiantes, maestros, escuelas y universidades de ataques durante los conflictos armados, y la importancia de la continuidad de la educación durante los conflictos armados.  Nigeria ha sido golpeada con varios secuestros masivos de escuelas en la última década, comenzando con el incidente de las niñas de Chibok en 2014, cuando más de 200 niñas fueron llevadas a la cautividad por insurgentes armados.  Desde el incidente de Chibok, se han producido muchos más secuestros, incluidos los de Dapchi, estado de Yobe (110 estudiantes), Jangebe, estado de Zamfara (279 estudiantes), y la Escuela Bethel, Kaduna, estado de Kaduna (140), siendo el incidente más reciente (Sokoto) el decimoquinto de tales secuestros masivos

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Es necesario y urgente aumentar la ayuda humanitaria en Gaza para evitar que los niños y niñas mueran de hambre

En Gaza la infancia ya está muriendo por inanición. Pedimos un alto el fuego inmediato, incondicional y permanente y un aumento masivo de la ayuda humanitaria.  A medida que pasan los días, aumenta el riesgo de hambruna en Gaza. Ya hay noticias de que niños y niñas están muriendo de hambre. Plan International pide un alto el fuego inmediato, incondicional y permanente y el acceso seguro de ayuda y personal humanitario.  La inanición de civiles es ilegal según el Derecho Internacional Humanitario Según la ONU, al menos 20 niños y niñas han muerto por inanición en Gaza. En el norte de la Franja, uno de cada seis bebés menores de dos años sufre desnutrición aguda. Las restricciones y tácticas de asedio de Israel, así como los ataques militares israelíes contra la ayuda humanitaria y el personal sanitario, están impidiendo la entrega segura y sin trabas de la ayuda. Esta situación exige una acción mundial inmediata y conjunta para evitar más muertes. La inanición de la población civil es ilegal según el Derecho Internacional Humanitario.  Los niños y las familias dependen de la ayuda para sobrevivir Los familiares de la población residente en Gaza han contado a Plan International que sus seres queridos dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir. En palabras de un palestino residente en el campo de refugiados de Jerash, en Jordania: “Sobreviven sobre todo a base de pan, pero la mayoría de las veces el pan está mohoso. La comida que comen procede de la ayuda proporcionada, pero nunca es suficiente”. Otros beben agua de lluvia y las mujeres renuncian a comer para que lo poco que tienen sea para sus hijos e hijas.  Todos los menores de 5 años corren riesgo de desnutrición grave La situación se ha deteriorado drásticamente desde que, en diciembre de 2023, la ONU advirtiera de que los 335.000 niños y niñas menores de cinco años de Gaza corren riesgo de desnutrición grave y de morir de hambre.   Las restricciones a la ayuda humanitaria están contribuyendo directamente a ello, como pone de manifiesto la reciente observación de la ONU sobre “las tasas de malnutrición de los niños y niñas menores de cinco años en el norte de Gaza, donde el acceso a la ayuda ha sido limitado, eran tres veces superiores a las del sur”.  Para hacer frente a esta catástrofe totalmente evitable, es imperativo establecer canales seguros y transparentes para la entrega de ayuda vital a través de todos los puntos de entrada sobre el terreno, al tiempo que se exploran todas las demás opciones para garantizar que los alimentos, la asistencia médica y los suministros de agua potable y saneamiento lleguen a la población necesitada. Los bloqueos y las denegaciones arbitrarias de ayuda deben cesar inmediatamente. Además, se necesita urgentemente una estrategia integral para reactivar la agricultura local y la producción de alimentos.  El acceso de la ayuda humanitaria es esencial Los lanzamientos aéreos de ayuda y las entregas navales son útiles. Sin embargo, el transporte por carretera sigue siendo la forma más eficaz de hacer llegar el volumen de ayuda que se necesita urgentemente a quienes la necesitan. Seguimos pidiendo un rápido aumento de la ayuda entregada por vía terrestre para asegurar un acceso sin obstáculos para el personal humanitario y para que la población civil reciba la ayuda. Permitir el acceso de la ayuda humanitaria a la población civil es una obligación del Derecho Internacional Humanitario.   También reiteramos nuestro llamamiento a los Estados para que dejen de enviar armas mientras exista el riesgo de que se utilicen para cometer o facilitar violaciones graves del Derecho Internacional Humanitario o de las normas de derechos humanos.  El tiempo se agota para la infancia de Gaza. Al menos 12.800 niños y niñas palestinos han muerto ya en cinco meses, según el Ministerio de Sanidad palestino. Es necesario actuar con urgencia ahora para evitar más tragedias y prevenir aún más pérdidas de vidas. También pedimos la liberación de todos los rehenes civiles y niños y niñas palestinos retenidos como

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Petición del fin de las hostilidades en el sur del Líbano

Las agencias humanitarias piden el cese de las hostilidades en el sur del Líbano y alertan del aumento de las necesidades humanitarias tras seis meses desde el inicio del conflicto.  El Foro Humanitario de ONG del Líbano, formado por 66 organizaciones no gubernamentales internacionales, expresa su profunda preocupación por la escalada de las hostilidades en el Líbano, especialmente en el sur.  El impacto actual de las hostilidades Hasta la fecha, 91.288 civiles han sido desplazados -de los cuales el 37% son niños y niñas, y el 33% mujeres- y 42 han perdido la vida, entre ellos 7 niños y niñas. Ya han cerrado cincuenta colegios, privando a 60.000 niños y niñas del acceso a la educación en la región. Además, 9 centros de atención primaria han cerrado debido a la situación de inseguridad.    El impacto financiero de las hostilidades en el sur del Líbano ha ascendido a 1.200 millones de dólares en pérdidas directas, incluidas las tierras agrícolas afectadas, con otros 300 millones de dólares en pérdidas indirectas, incluidas las empresas afectadas. Investigadores independientes también han señalado que 520 viviendas han resultado dañadas, mientras que otras 3.300 han sufrido daños parciales. Resulta preocupante el uso ilegal de municiones de fósforo blanco, que supone una amenaza para la vida de la población civil y para las tierras agrícolas, especialmente en una región en la que los medios de subsistencia dependen en gran medida de la agricultura, con 47.000 olivos y otros cultivos ya destruidos.   Estas cifras son extremadamente preocupantes en un país que se tambalea por su peor crisis económica en décadas, donde la continua escalada de violencia seguirá teniendo un impacto dramático en la población civil del país, de la que muchas personas ya dependen de la ayuda humanitaria para cubrir sus necesidades básicas.  El efecto sobre la población desplazada Wafaa, de 48 años, madre soltera de tres hijos y viuda reciente, procede de una zona del sur del Líbano gravemente bombardeada durante el conflicto. Nos cuenta las enormes dificultades a las que se enfrenta tras la destrucción de su hogar y la pérdida de su marido: “Recibí una llamada diciendo que nuestra casa está totalmente destrozada. Imagínate. ¿Qué hago? ¿Adónde iré? Lo hemos perdido todo… Cuando huimos de casa, no llevábamos ropa. Hoy, mis hijos y yo sólo tenemos la ropa que llevamos puesta, y cuando necesitamos lavarla, nos encerramos en una habitación hasta que se seca”.  Roula, una joven de 21 años también desplazada por las hostilidades, declaró: “Estoy triste. Me quedo en mi habitación la mayor parte del tiempo. Quiero recuperar mi vida. Quiero volver a trabajar. Necesito el dinero, pero también sentir que tengo un propósito”.  Un llamamiento para el acceso sin trabas de los agentes humanitarios  Aunque la población del sur del Líbano necesita ayuda más que nunca, la escalada de violencia ha frenado la entrega de ayuda humanitaria y ha restringido el trabajo de las organizaciones humanitarias que intentan apoyar a todas las comunidades afectadas, especialmente a las de las ciudades fronterizas de difícil acceso.   A pesar de estos retos, las organizaciones humanitarias siguen comprometidas con la prestación de asistencia. Instamos a todas las partes interesadas a que garanticen el acceso sin trabas de los actores humanitarios, permitiéndonos continuar nuestro trabajo con seguridad para proporcionar ayuda a las personas que lo necesitan. Recordamos a todas las partes en conflicto que la población civil, el personal humanitario y las infraestructuras civiles no son un objetivo.  Hacemos un enérgico llamamiento a la comunidad internacional y a las autoridades competentes para que den prioridad al cese de las hostilidades en el Líbano, poniendo fin al sufrimiento y a las penurias de la población civil que sólo se esfuerzan por llevar una vida segura y digna. Hacemos un llamamiento a las partes interesadas para que respeten el derecho internacional y trabajen por un alto el fuego permanente en la

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