El cambio climático es la mayor injusticia global, intergeneracional, de género y social de nuestra era. La infancia y las futuras generaciones tendrán que soportar las peores consecuencias, pero su impacto no será el mismo para todos. Al contrario, las desigualdades sociales, económicas y de género se verán acentuadas. Cuando estas desigualdades intersectan, son las niñas y jóvenes, particularmente aquellas que viven en las comunidades más empobrecidas, las más vulnerables a los efectos del cambio climático.
Mientras los gobiernos intentan combatir los efectos de la crisis climáticas, los derechos humanos de las personas más vulnerables y menos representadas, permanecen invisibles.
Esta investigación se enfoca en el alcance de las estrategias climáticas de los países para entender hasta qué punto se están protegiendo los derechos de las niñas y se está aliviando la carga que ellas soportan sobre la crisis que se avecina.
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