NIÑAS LIBRES, MUJERES CON FUTURO

Embarazada a los 13 años, esposa a los 14, deja la escuela antes de los 15, se convierte en la sirvienta de un hombre 10 años mayor que ella que ejerce violencia física y sexual contra ella. Antes de los 18 años le arrebatan su derecho a decidir y a tener una vida libre de violencia. Este es el guion de vida de casi una de cada cuatro jóvenes de República Dominicana, un país con un 37% de matrimonio infantil forzado, la segunda tasa más alta de América Latina.


Este proyecto tiene como objetivo poner fin a esta grave violación de los derechos de las niñas. 

CREANDO IDENTIDADES DE GÉNERO POSITIVAS

Según el informe Niñas Esposadas de Plan International, un 70% de las niñas y adolescentes encuestadas opina que la mejor edad para quedarse embarazada entre los 17 y 21 años, y que ser mujer equivale a ser “madre y esposa”. Uno de los pilares del proyecto es el trabajo sobre la percepción que las propias niñas tienen de su vida y capacidades. Para tal efecto se llevarán a cabo sesiones de sensibilización a niñas y adolescentes de 12 a 18 años en 10 comunidades. Talleres en los que se les informará de sus derechos y se les animará a desarrollar sus dotes de liderazgo para convertirse en portavoces y defensoras de otras niñas ante el matrimonio infantil. Además, colaborarán en el diseño de un manual para la prevención de prácticas sociales dañinas para ellas. El proyecto también incluye sesiones de apoyo psicosocial y asistencia legal para aquellas que sean supervivientes de abuso sexual, violencia de género y matrimonio infantil.

Uno de los actos más recientes ha sido el festival “Niñas, no esposas”, en el que se hizo hincapié en la conscienciación y en los Derechos de la Infancia. Descubre los resultados del proyecto

“Quiero que la sociedad nos perciba como personas capaces y dispuestas a participar en las leyes y en las tomas de decision” Elizabeth en el congreso de la República Dominicana el Día de la Niña

¿Y QUÉ PASA CON MAMÁ Y PAPÁ?

Casarse siendo menor de edad no es un acto voluntario de las niñas. Tanto el matrimonio temprano forzado, como las uniones de hecho o el embarazo adolescente, son prácticas profundamente arraigadas en el pensamiento tradicional de las familias como algo positivo para las niñas o incluso inevitable en un contexto de escasos recursos. El proyecto incluye el trabajo directo con 500 padres, madres y tutores de las 10 comunidades, líderes religiosos a nivel provincial y cerca de 200 profesionales docentes, orientadores, psicólogas y psicólogos de los centros educativos para sensibilizarles sobre la situación de las niñas y convertirles en aliados de un desarrollo positivo y libre de matrimonio infantil

EL ESTADO TAMBIÉN CUENTA: FORTALECIENDO LA PROTECCIÓN LEGAL DE LAS NIÑAS

El proyecto incluye formación a los agentes fronterizos, jueces y fiscales y los cuerpos de seguridad del Estado sobre los derechos de las niñas y protocolos de actuación frente a casos de vulneración de los mismos. A nivel legislativo se plantea una campaña de incidencia política para la tipificación del matrimonio infantil como delito en el Código Penal y el diseño de una política pública para la prevención del matrimonio infantil 

En República Dominicana la edad mínima de matrimonio es de 18 años para los chicos y 15 para las chicas. A propósito de la actual revisión del código Civil en el Congreso Nacional, Plan International está llevando a cabo la campaña de incidencia política #18NoMenos, cuyo propósito es exigir la elevación de la edad mínima para contraer matrimonio o uniones de hecho a los 18 años, sin excepciones y para ambos sexos. 

Resultados del proyecto

Este proyecto tiene como objetivo poner límites a esta grave violación de los derechos de las niñas y permitir a 1.580 jóvenes de las provincias fronterizas de Elías Piña y San Juan que reescriban la historia que quieran vivir. Trabajamos para que puedan conducir sus propias vidas y, como lideresas, inspiren a otras jóvenes como ellas. Al mismo tiempo, queremos transformar la mentalidad de familias y comunidades para que apoyen y protejan a las niñas y jóvenes en su correcto desarrollo hacia la madurez, especialmente las descendientes y emigradas de la vecina Haití.