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Plan International alerta de que la mayoría de las niñas dedica más horas al día a trabajo no remunerado de cuidados, que a su educación

Plan International, organización que defiende los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas, ha alertado, en el marco de la Cumbre del G20, de que las niñas de entre 5 y 14 años, en todo el mundo, dedican 550 millones de horas diarias al trabajo no remunerado de cuidados. La organización ha presentado el informe “No tenemos tiempo: la división de los cuidados en función del género y su impacto en las niñas”, a partir de entrevistas sobre el uso del tiempo a 92 jóvenes de 17 y 18 años de nueve países (Benín, Brasil, Camboya, República Dominicana, El Salvador, Filipinas, Togo, Uganda y Vietnam), que revela que el 94% dedican cinco horas y 15 minutos al día a tareas domésticas y de cuidados, un tiempo que es más del doble del que dedican a sus tareas escolares. Estas labores, en su mayoría invisibles y casi siempre asumidas por niñas y mujeres, limitan de manera significativa sus oportunidades educativas y laborales. Además, esta sobrecarga tiene un impacto negativo en su bienestar a largo plazo, ya que reduce su tiempo disponible de ocio, socialización y descanso. “Redistribuir el trabajo de cuidados e incluir a hombres y niños en estas tareas es esencial para garantizar un futuro más equitativo para las niñas. Los gobiernos tienen la responsabilidad de poner en marcha políticas sociales que aborden esta brecha de género en los cuidados, para fomentar las oportunidades educativas y laborales de las jóvenes”, afirma Concha López, directora general de Plan International. De las 92 participantes, 87 realizan trabajos no remunerados de cuidados en sus hogares diariamente, lo que supera, incluso, el tiempo que las mujeres adultas dedican en promedio a estas tareas a nivel mundial. Las niñas entrevistadas expresan su agotamiento y la dificultad de equilibrar sus responsabilidades domésticas con sus estudios y, en algunos casos, con trabajos remunerados que ayudan a mantener a sus familias. “Me gustaría tener tiempo para relajarme. Debería estar estudiando, pero no puedo descansar porque tengo demasiado que hacer en casa. A veces me siento desbordada porque no puedo concentrarme en mis estudios cuando llego y me esperan las tareas domésticas”, expresa Darna, una adolescente filipina de 18 años. Consecuencias en la educación y el futuro de las niñas El informe de Plan International señala las graves consecuencias de este reparto desigual del trabajo de cuidados: un 21,7% de las niñas entrevistadas han abandonado la escuela y no continúan su educación. Las niñas y jóvenes que continúan con su educación también se enfrentan a dificultades para asistir a clase, realizar tareas y rendir académicamente. Esto tiene un impacto económico negativo, a largo plazo, para ellas: además de repercutir en su formación, tienen menos probabilidades de conseguir empleos bien remunerados, lo que las expone a un mayor riesgo de pobreza en la edad adulta. Además de la educación, las niñas reportan otros impactos negativos, como la falta de tiempo para el descanso, altos niveles de estrés, pocas horas de sueño y la sensación de soledad y aislamiento al no poder disfrutar de actividades de ocio o tiempo con sus amistades y familiares. El informe también señala que el cambio climático agrava las desigualdades de género, ya que su impacto en los hogares puede aumentar las responsabilidades de cuidados de las niñas, que, en ocasiones, deben encargarse de cuidar de personas enfermas o heridas tras fenómenos meteorológicos extremos o de los que enferman por malnutrición cuando el clima ha afectado a medios de vida como la agricultura o la ganadería. Por otro lado, tal y como revela el informe de Plan International, a medida que los recursos de las familias disminuyen y las madres buscan trabajo fuera de casa, se espera que las niñas asuman estas funciones adicionales. La investigación advierte de que el trabajo que realizan las niñas suele etiquetarse simplemente como “ayuda”, lo que perpetúa la falta de visibilidad y minusvaloración de su esfuerzo. G20: una llamada a la acción En el marco de la Cumbre del G20, Plan International insta a la comunidad internacional a reconocer y abordar las desigualdades de género que afectan a las niñas, adolescentes y jóvenes. La organización solicita que se incluyan datos sobre los trabajos de cuidados no remunerados en las estadísticas nacionales y que se promuevan políticas de inclusión económica para las niñas. Además, la organización señala que las voces de las niñas deben estar presentes en las decisiones políticas y señala que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), requieren una mayor atención para avanzar hacia la igualdad de género. Por otro lado, Plan International alerta de que es fundamental invertir en políticas transformadoras que aborden las dimensiones sociales, económicas y medioambientales de la desigualdad (incluida una acción climática con enfoque de género), promoviendo el acceso de las niñas a la educación y al empleo, para avanzar hacia una sociedad más

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Plan International condena la violencia sexual contra niñas en Al Jazirah, Sudán

Plan International, organización que trabaja para garantizar los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas, expresa su profunda preocupación ante el uso continuado de la violación y la violencia sexual contra las niñas y mujeres en Sudán, en el contexto de un conflicto que, tras 19 meses, no muestra señales de terminar. Los recientes informes sobre asesinatos masivos, violaciones y violencia sexual en el estado de Al Jazirah, en octubre, han revelado la alarmante magnitud de los casos de violencia sexual y cómo las niñas y mujeres jóvenes sudanesas están en el centro de esta terrible situación. Se estima que más de 100 civiles han sido asesinados, con muchos más heridos tras los ataques a más de 30 aldeas. Se han reportado múltiples casos de violaciones, aunque es probable que las cifras reales sean mucho mayores, ya que muchos ataques no se denuncian. “Los testimonios de testigos y supervivientes de los recientes ataques en el estado de Al Jazirah revelan un nivel de crueldad y brutalidad impactante y desgarrador contra la población civil”, señala Mohammed Qazilbash, director de Plan International en Sudán. “Es desgarrador escuchar relatos de mujeres y niñas que recurren al suicidio para evitar ser víctimas de violencia sexual. Esto es una llamada de atención para priorizar la protección de la población civil ante las violaciones de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario”, añade. Además del elevado número de víctimas, el aumento de la violencia en el estado de Al Jazirah ha provocado el desplazamiento de decenas de miles de personas hacia los estados de Gedaref, Kassala y River Nile. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reporta que 135.400 personas han sido desplazadas tras estos recientes ataques. Este desplazamiento masivo ha desbordado los ya limitados servicios locales en los lugares de recepción, como atención sanitaria, educación, agua y saneamiento, ejerciendo una presión inmensa sobre las capacidades y recursos de las autoridades locales y los socios humanitarios para responder. Plan International sigue exigiendo a todas las partes del conflicto que cumplan con su obligación de proteger a la población civil, especialmente a los niños y las niñas en Sudán, y que pongan fin de inmediato a las seis graves violaciones dirigidas específicamente contra la infancia en conflictos, incluida la violencia sexual. Nuestra organización está presente en Sudán, proporcionando educación en emergencias, protección infantil, gestión de casos de violencia sexual y por razón de género, y alimentos para las familias afectadas por el conflicto. Estas conductas generalizadas de violencia sexual, incluidas las violaciones documentadas en estos ataques, están prohibidos por el Derecho Internacional Humanitario y tendrán efectos devastadores para las supervivientes, quienes enfrentan una grave escasez de servicios de atención de emergencia, como atención post-violación y apoyo psicosocial. Es crucial que las organizaciones humanitarias tengan acceso sin restricciones a las supervivientes y a toda la población civil que la necesite. Plan International insta a la comunidad internacional a tomar medidas inmediatas para que los responsables de estas graves violaciones rindan cuentas, intensificando los esfuerzos para garantizar el cumplimiento de las obligaciones del derecho humanitario internacional y los compromisos de la Declaración de Yeda. Plan International lleva más de 45 años trabajando en Sudán y actualmente responde en Darfur del Norte, Nilo Blanco, Kassala, Al Gadaref y Kordofán. También apoyamos a las personas desplazadas por la crisis en la región en países como Chad, RCA, Etiopía, Egipto y Sudán del Sur, donde los programas humanitarios ya enfrentaban graves déficits de financiación antes de esta emergencia.

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Plan International reclama financiación climática para la igualdad de género y la justicia intergeneracional

Plan International hace un llamamiento a los líderes mundiales para que establezcan compromisos urgentes en torno a la financiación climática, con una perspectiva que promueva la igualdad de género y la justicia intergeneracional, en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29), que tiene lugar en Azerbaiyán hasta el 22 de noviembre.  “En un año marcado por un aumento sin precedentes en la intensidad de los fenómenos climáticos, pasando de 400 en 2015 a un estimado de 560 para 2030, desde Plan International advertimos sobre los graves efectos que está teniendo la crisis climática en las vidas de la infancia, especialmente en el caso de las niñas y adolescentes. Más de mil millones de niños y niñas se enfrentan a riesgos extremos debido al cambio climático, lo cual limita su acceso a educación, salud y oportunidades de futuro”, señala Concha López, directora general de Plan International.   La crisis climática también amenaza con agudizar las desigualdades a las que se enfrentan las niñas por razón de género y edad: ellas están más expuestas a impactos de la crisis climática como la inseguridad alimentaria, la pérdida de los medios de vida, la violencia por razón de género y un acceso cada vez más limitado a los servicios básicos. Las niñas que viven en las comunidades más excluidas son especialmente vulnerables a los efectos del cambio climático ya que se enfrentan a riesgos como el matrimonio infantil o los abusos y también son las últimas en comer cuando hay escasez de alimentos, lo que las expone a la malnutrición. Por eso, Plan International hace un llamamiento urgente para que los derechos de la infancia, y la igualdad de género, sean una prioridad en las políticas climáticas de la COP29.  La “COP de la Financiación Climática” debe comprometerse con un futuro igualitario Esta Cumbre del Clima ha sido denominada como la “COP de la Financiación Climática”, ya que se busca acordar un nuevo objetivo global de financiación climática, llamado el Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado (NCQG). Plan International reclama que este objetivo sea ambicioso, justo y basado en la ciencia para apoyar a quienes más sufren los efectos del cambio climático: los niños, niñas, jóvenes, mujeres, los pueblos originarios y las comunidades más excluidas.  Además, la organización señala que para proteger a la infancia y mantener el calentamiento global dentro del límite de 1,5 °C, es fundamental contar con una financiación climática adecuada. Sin este apoyo, aumentarán drásticamente los costos de desastres, ayuda humanitaria y desplazamientos, lo que afecta especialmente a las comunidades más vulnerables.  Plan International reclama que el NCQG cubra las necesidades de movilizar más de un millón de millones de dólares al año para lograr el cambio sistémico necesario para afrontar el reto de la crisis climática. Esta financiación debe ser suficiente para cumplir la ambición colectiva de limitar el calentamiento a 1,5 °C en las NDC; ser nueva, adicional, predecible y transparente; incluir contribuciones significativas basadas en subvenciones de los países en desarrollo, en particular para la adaptación y las pérdidas y daños; y abordar la igualdad de género y la equidad intergeneracional.  La inversión climática en igualdad de género y en las niñas es extremadamente baja. Sólo el 2,4% de todas las inversiones de Ayuda Oficial al Desarrollo relacionadas con el clima integran la igualdad de género como objetivo principal. A pesar de su vulnerabilidad y liderazgo potencial en la creación de resiliencia climática, menos del 4% de los proyectos financiados por los Bancos Multilaterales de Desarrollo y de financiación climática abordan explícitamente las necesidades de las niñas.  Invertir en educación y liderazgo climático para un futuro resiliente Actualmente más de 40 millones de niños y niñas ven interrumpida su educación cada año debido a los efectos del cambio climático. Las niñas, como defensoras y líderes clave, deben tener la oportunidad de impulsar soluciones climáticas, pero su participación suele ser limitada. Por eso, desde Plan International advierten de que los sistemas de educación climática deben integrarse para proteger a las generaciones futuras y dotar a las y los jóvenes de los conocimientos y competencias necesarios para liderar la acción climática.  En este sentido, la organización señala que la COP29 ofrece una oportunidad única para construir un futuro igualitario e inclusivo que priorice los derechos de los niños, y especialmente de las niñas, y asegure su acceso completo y equitativo a todas las oportunidades y recursos.  Side event de Plan International El jueves 14 de noviembre a las 15:00, Plan International organiza el evento paralelo “Last Push for an Ambitious and Equitable NCQG Meeting Developing Country Needs” para destacar la necesidad de que el NCQG responda a las necesidades de los países del sur global, con un enfoque en la justicia intergeneracional e igualdad de

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Statement: Prohibición de las actividades de la UNRWA por parte de Israel

En respuesta a la decisión de Israel de prohibir a la agencia de ayuda de la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés) operar dentro de Israel y en el territorio Palestino ocupado, Lindsey Hutchison, jefa de la Unidad de Política Humanitaria Global, Incidencia y Diplomacia de Plan International, señala:  “La comunidad internacional debe presionar urgentemente a Israel para que revoque esta peligrosa decisión del parlamento de Israel. Gaza se enfrenta ya a una emergencia de hambre, con un riesgo real de hambruna AHORA MISMO. Los niños y niñas mueren a diario como consecuencia del hambre, la deshidratación y algunas enfermedades relacionadas. Prohibir la actividad de la UNRWA, la principal organización responsable del suministro de ayuda humanitaria, es impensable y solo puede conducir a más muerte y sufrimiento. El portavoz de UNICEF ha advertido de que esto provocará el colapso del sistema humanitario en Gaza, y de que es un nuevo modo de matar a los niños y las niñas. La oficina humanitaria de la ONU ha confirmado que, de aplicarse, esta prohibición de las actividades de la UNRWA sería otra forma de castigo colectivo para las y los palestinos en Gaza. Los castigos colectivos están prohibidos por el Derecho Internacional Humanitario (DIH) y la imposición de castigos colectivos es un crimen de guerra. Condenamos este acto cruel contra los niños, niñas y toda la población civil.  “Los líderes mundiales tienen el deber legal y moral de detener este horror ahora. No puede haber excusas: impedir el acceso de la ayuda humanitaria y el castigo colectivo son claras violaciones del derecho internacional humanitario. Los estados miembros de la ONU deben ejercer presión política urgente para poner fin inmediatamente a la violencia y obligar a las autoridades israelíes a permitir que la UNRWA opere. Otra opción no es

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Llamamiento para un alto el fuego en Gaza, Líbano e Israel 

Desde Plan International, junto con otras organizaciones firmantes, hacemos un llamamiento urgente a todos los Estados miembro de las Naciones Unidas para que se logre un alto el fuego inmediato en Gaza, Líbano, Israel y la región, y se ponga fin a la impunidad que ha permitido que continúen y escalen las atrocidades contra la población civil, perpetradas por las fuerzas israelíes. Sin rendición de cuentas, no habrá límites y no se llegará a un acuerdo.  La guerra de Israel en Gaza, tras los ataques mortales de grupos armados palestinos el 7 de octubre de 2023, es el último y más devastador episodio de violencia en las décadas de ocupación israelí del territorio palestino. Tras un año de destrucción inimaginable, el daño a la población civil causado por las fuerzas israelíes se ha extendido y escalado desde Gaza al Líbano, mientras continúan los ataques con cohetes de grupos armados en el Líbano. Nos encontramos al borde de una catástrofe aún mayor en toda la región.  No actuar ahora es una elección, una elección que no detendrá ni impedirá futuras atrocidades. La Comisión de Investigación de la ONU concluyó la semana pasada que Israel ha cometido crímenes de guerra y el crimen de lesa humanidad de exterminio, con ataques deliberados y continuos contra el personal y las instalaciones médicas en Gaza, y pidió a los Estados miembros que “dejen de ayudar o asistir en la comisión de violaciones”.  En los últimos 12 meses, el Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado cuatro resoluciones sobre Gaza, incluida una en la que se pide un alto el fuego, y la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ha ordenado a Israel que adopte todas las medidas a su alcance para impedir la comisión de todos los actos comprendidos en el ámbito del artículo II de la Convención contra el Genocidio. La CIJ también emitió una opinión provisional que determinó que la ocupación y anexión de territorio palestino por parte de Israel es ilegal, y la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución exigiendo que Israel ponga fin a su presencia ilegal en el territorio Palestino ocupado en un plazo de 12 meses. A pesar de ello, ninguna de estas medidas se ha implementado ni se ha cumplido.  Precedentes peligrosos en la conducta de guerra  El flagrante desprecio de la comunidad internacional por el derecho internacional y la impunidad del gobierno de Israel en Gaza, Cisjordania y ahora en el Líbano ha creado precedentes peligrosos en la conducta de guerra.  Para la población civil en el territorio Palestino ocupado, el Líbano e Israel, esto ha provocado:  Las acciones militares israelíes han matado a más de 43.000 personas palestinas en el territorio Palestino ocupado y a más de 2.000 personas en el Líbano.  Las fuerzas israelíes emitieron órdenes de desplazamiento que cubren más del 84% del territorio de Gaza y ahora el 25% del territorio del Líbano. Estas órdenes, combinadas con los bombardeos israelíes, han desplazado forzosamente a alrededor del 90% de la población de Gaza y unas 800.000 de personas en el Líbano.  Se estima que unas 400.000 personas palestinas están bajo asedio y bombardeos incesantes en el norte de Gaza sin acceso a alimentos, agua, combustible o atención médica. (UNRWA)  El asesinato de más de 300 trabajadores humanitarios palestinos e internacionales, y más de 1.000 trabajadores sanitarios en Gaza y 95 en el Líbano. Los cascos azules de la ONU en el Líbano también están siendo atacados por las fuerzas israelíes (UNIFIL). Los ataques militares israelíes contra hospitales, clínicas y ambulancias han diezmado el sistema de salud en Gaza y lo están destruyendo en el Líbano, dejando a millones de personas sin acceso a la atención médica.  Innumerables niños, niñas y personas adultas están muriendo de desnutrición y se enfrentan al riesgo de morir de hambre, inducida directamente por el asedio del gobierno israelí a Gaza, que incluye la obstrucción sistemática de la ayuda humanitaria y los servicios esenciales. (IPC)  El asesinato de casi 1.200 personas en Israel durante los ataques liderados por grupos armados palestinos el 7 de octubre de 2023. (OCHA)  Los cohetes disparados por grupos armados palestinos y libaneses han matado y herido a decenas de personas (Amnistía Internacional) y han desplazado a más de 140.000 israelíes.  101 rehenes siguen en manos de grupos armados palestinos, y miles de personas palestinas están detenidas ilegalmente por las fuerzas israelíes en centros de detención, incluidos niños y niñas, de muchos de los cuales se desconoce su paradero y han desaparecido en la práctica.  Alto el fuego permanente e incondicional   Muchos de nosotros hemos pedido en repetidas ocasiones un alto el fuego permanente e incondicional, la liberación de rehenes, el cese de las transferencias de armas y la desescalada de las tensiones en la región y, sin embargo, la violencia no hace más que intensificarse. Una vez más, hacemos un llamamiento a todos los jefes de Estado y de Gobierno, al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y a los agentes sobre el terreno para que den prioridad a la preservación de las vidas humanas por encima de todo:  Garantizar un alto el fuego inmediato para todas las partes en el conflicto y poner fin a los ataques indiscriminados que matan a población civil y destruyen infraestructuras civiles;  Poner fin a la transferencia de armas, piezas y municiones a las partes en conflicto que puedan utilizarse para cometer violaciones del derecho internacional humanitario (DIH);  Permitir el acceso humanitario sin obstáculos para la entrega de asistencia vital, incluidos alimentos, suministros médicos y combustible, y los movimientos seguros de población civil y personal humanitario.  Garantizar la protección de la población civil contra nuevos desplazamientos forzados y el derecho al retorno de los desplazados forzosos. La población civil que decide quedarse o no puede hacerlo sigue estando protegida por el derecho internacional.  Activar de inmediato investigaciones internacionales independientes sobre todas las violaciones del derecho internacional humanitario y los crímenes de guerra cometidos por todas las partes.  Los gobiernos deben hacer todo lo que esté a su alcance para poner fin a esta espiral de catástrofe y ciclo de impunidad. No se trata solo un imperativo moral, sino una obligación legal. Todos los Estados miembro deben impedir que se cometan más atrocidades y garantizar que los responsables de cualquier violación del derecho internacional, incluidos los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad, rindan cuentas de sus actos. No actuar ahora pone en riesgo las normas internacionales y da más confianza a los agresores. Hay que poner fin al ciclo de violencia contra la población civil.  Firmantes    ABCD Bethlehem  Access Center for Human Rights (ACHR)  AFSC, American Friends Service Committee  ALEF – act for human rights  Alternatives Internationales  Amos Trust  Anglican Pacifist Fellowship  Applied Research Institute-Jerusalem  Asamblea de Cooperación por la Paz (ACPP)  Asociación Otra Escuela  Association Switzerland-Palestine (Gesellschaft Schweiz-Palästina)  Avaaz  Baytna pour le soutien de la société civile  Belgium Palestine Mental Health Network  Cairo Institute for Human Rights Studies  Caritas Internationalis  Caritas MONA (Middle East and North Africa)  CCFD-Terre Solidaire  Children Not Numbers  Christian Aid  Churches for Middle East Peace (CMEP)  CIVICUS  Clowns Without Borders Sweden  Clowns Without Borders UK  CNCD-11.11.11  Collective Aid  Comisión de Justicia y Paz de Confregua  Cordaid  Corporate Europe Observatory (CEO)  Council for Arab-British Understanding (Caabu)  Danish Refugee Council  DAWN  Egala Association  Emmaus International  Equal Legal Aid  EuroMed Rights Network  Europe Cares e.V.  European Alternatives  Fellowship of Reconciliation – USA  Fenix Humanitarian Legal Aid  Firefly International  Forces Watch  FORO SALUD NACIONAL  France Palestine Mental Health Network  FSMAGH (Forum des alternatives Maroc – FMAS)  Fund for Global Human Rights  Global Centre for the Responsibility to Protect  Global Network of Women Peacebuilders (GNWP)  Global Witness  Greek Council for Refugees (GCR)  HelpAge International  Hivos  Human Rights & Democracy Media Center “SHAMS”/Palestine  Human Rights Sentinel  Human Security Collective  Humanity & Inclusion/Handicap International  ICNA SISTERS CANADA  Initiatives et Changement  International Center for Transitional Justice (ICTJ)  International Civil Society Action Network (ICAN)  International Federation for Human Rights (FIDH)  International Fellowship of Reconciliation (IFOR)  International Peace Bureau (IPB)  INTERSOS  Ireland Palestine Mental Health Network  Islamic Relief Worldwide  Jewish Network for Palestine  Jewish Voice for Peace-Health Advisory Council  KAIROS Canadian Ecumenical Justice Initiatives  Kenya Human Rights Commission  KinderUSA  Knowledge Platform Security & Rule of Law  Lebanese Center for human Rights  MADRE  Mayworks Kjipuktuk/Halifax  Médecins du Monde International Network  medico international  Medicus Mundi Italia  Migrant Roots Media  Minnesota Peace Project  Movement for community-led Development  MPower Change Action Fund  Muslim Association of Brantford  Muslim Delegates and Allies  Musulmanas de Guatemala por Palestina  NO NAME KITCHEN  Nonviolence International  Nonviolent Peaceforce  Norwegian Refugee Council  Olof Palmes Internationella Center  Omega Research Foundation  Oxfam  Palestinian Assoc. of Brantford  PAX  Pax Christi Australia  Pax christi Deutsche Sektion  Pax Christi England and Wales  Pax Christi Flanders  Pax Christi International  Pax Christi Scotland  Pax Christi USA  Peace Boat  Peace Direct  Peace SOS  Peace Watch Switzerland  Peace, Justice, Sustainability, NOW!  People’s Health Movement (PHM)  Permanent Peace Movement  Plan International  Plateforme des ONG françaises pour la Palestine  Polish Medical Mission  Première Urgence Internationale  Progressive Democrats of Pennsylvania  Protection International  PVE Works  Quakers in Scotland (Religious Society of Friends)  Resource Centre for human Rights & Civic Education (CHRICED)  ReThinking Foreign Policy  Rethinking Security  Righting Relations Canada  Saferworld  SAM Organization for Rights and Liberties  Seenaryo  Share The World’s Resources  SOS Children’s Villages UK  Ster Organization for human development  Syrian Network for Human Rights (SNHR)  Tamkeen for Legal Aid and Human Rights  Terre des Hommes Netherlands  The Advocacy Academy  The Dallaire Institute for Children, Peace, and Security  The Desmond and Leah Tutu Legacy Foundation  The International Federation for Rights and Development – IFRD  The Kvinna till Kvinna Foundation  The Namibia NGO Forum Trust  The National Organization of Yemeni Reporters SADA  The socio-economic Justice Initiative-MAAN  The Syria Campaign  Train of Hope Dortmund e. V.  UK Palestine Mental Health Network  United Nations Association – UK (UNA-UK)  University Network for Human Rights  US Council of Muslim Organizations (USCMO)  Vision GRAM-International  War Child  WESPAC Foundation, Inc.  WeWorld  WILPF US  Women for Women International  Women’s International League for Peace & Freedom-Minnesota, USA, Branch  World Organisation Against Torture (OMCT)  Yemen Relief and Reconstruction Foundation  مؤسسة الجلك لالستجابة والتنميه  مؤسسة مدافعات للحقوق

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Niñas, niños y familias en el Líbano necesitan ayuda humanitaria urgente, mientras 1,2 millones de personas han sido desplazadas de sus hogares

La infancia en el Líbano, que se ha visto forzada a huir de sus hogares debido al conflicto en escalada con Israel, enfrenta graves riesgos de salud, ya que los refugios están cada vez más abarrotados, advierte Plan International, ONG que trabaja para garantizar los derechos de la infancia y la igualdad. Más de 1,2 millones de personas dentro del Líbano, lo que representa más de una quinta parte de la población total del país, han sido obligadas a desplazarse debido a la escalada del conflicto ocurrida hace tres semanas. Estas personas huyen de sus hogares temiendo por sus vidas, mientras los ataques aéreos se intensifican. Los ataques aéreos israelíes han causado la muerte de 2.169 personas desde octubre de 2023, incluyendo al menos 127 niñas y niños, y han dejado heridas a 10.212 personas. Más de 1.000 escuelas y edificios comerciales se han convertido en refugios, y de ellos, 837 ya han alcanzado su capacidad máxima. La mayoría de estos edificios no cuenta con los recursos necesarios para proporcionar agua potable y servicios sanitarios adecuados, lo que dificulta que las personas accedan a duchas y otras instalaciones básicas de higiene. “Cuando hablamos de las necesidades en estos refugios, es difícil saber por dónde empezar. Hay falta de higiene y de agua para lavar y limpiar. Puede haber hasta 200 personas en una misma planta con solo tres baños, así que se pueden imaginar el estado de esos baños”, explica Samer El-Fakih, jefe de Operaciones de Plan International Líbano. “El acceso a recursos básicos como agua limpia, productos de higiene y alimentos es crítico. Debido a la falta de instalaciones sanitarias adecuadas, muchas niñas, niños y familias han pasado semanas sin poder lavarse, y hemos tenido que incluir tratamientos contra pulgas en los kits de higiene para mantener estándares básicos de salud”, añade. “He visto habitaciones de cuatro por cuatro metros donde viven entre 10 y 14 personas. En toda la habitación solo hay uno o dos colchones, así que los ponen juntos y duermen como pueden. Hay madres que nos han contado que, cuando no tenían colchón, en lugar de dormir en el suelo, extendían pañuelos o papel para no estar directamente acostados en la suciedad”. Cinco hospitales han sufrido daños en los ataques en El Líbano, y la Organización Mundial de la Salud ha informado que, de los 207 centros de atención primaria de salud en las áreas afectadas por el conflicto, casi la mitad ha tenido que cerrar, lo que limita gravemente el acceso a servicios de salud. “Las familias se han visto obligadas a huir de sus hogares, algunas solo con la ropa que llevaban puesta”, señala Hasan Charafeddine, especialista en medios de vida de Plan International Líbano. “El futuro para ellas es incierto. No saben hacia dónde van. Hoy están aquí en un refugio, pero mañana, ¿volverán a casa o se trasladarán a otro refugio? ¿Se reunirán con sus familias? ¿Siguen vivas? Los niveles de angustia están en su punto más álgido”. “La gente está perdiendo la esperanza. No es fácil ver a las personas en esta situación, pero estamos tratando de apoyarlas lo más que podemos”. Plan International apoya a niñas, niños y familias, principalmente del sur del país, que se han visto afectados por el conflicto desde octubre de 2023. La organización ha incrementado significativamente sus operaciones en las últimas tres semanas, periodo en el que se ha registrado un aumento drástico de personas que abandonan sus hogares en los suburbios del sur de Beirut, algunas de las cuales se han visto obligadas a dormir en las calles antes de llegar a los refugios. El personal de Plan International, algunos de los cuales también han tenido que evacuar sus propios hogares, ha estado distribuyendo ayuda diariamente, apoyando a niñas, niños y familias con suministros urgentes como kits de alimentos listos para ingerir, mantas, colchones y kits de dignidad que contienen productos de salud menstrual y otros artículos de higiene. A medida que las escuelas se convierten en refugios, miles de niñas y niños también están perdiendo su derecho a la educación y, en su lugar, viven en condiciones de hacinamiento e inseguridad. Plan International continúa exigiendo un alto el fuego en el Líbano y Gaza, haciendo un llamado a todas las partes para que pongan fin a este devastador conflicto, en el que niñas, niños y sus familias están pagando el precio más

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Norte de Gaza: Organizaciones advierten sobre la dramática escalada de la catástrofe humanitaria tras nuevos desplazamientos forzados masivos de población civil

Las nuevas órdenes de evacuación de Israel en el norte de Gaza amenazan con forzar a la población civil a concentrarse en áreas cada vez más reducidas, poniendo en peligro las operaciones humanitarias.  El 6 de octubre de 2024, Israel emitió nuevas órdenes de desplazamiento masivo dirigidas a la población palestina que aún permanece en el norte de la Franja de Gaza, exigiendo que se traslade al sur. Esta medida agravará la ya de por sí crítica situación humanitaria en el norte y ha impedido que las organizaciones humanitarias internacionales y nacionales lleven a cabo las limitadas operaciones de ayuda vital. Las nuevas órdenes han impedido que los actores humanitarios proporcionen servicios esenciales como atención médica, agua potable, alimentos y nutrición, dejando a la población civil sin los pocos recursos de supervivencia que aún tenían.  Ningún lugar en Gaza es seguro para la población civil  No hay ningún lugar seguro para la población civil en Gaza. Dada la gravedad de las necesidades, los actores humanitarios deben poder distribuir la ayuda y continuar con su labor sin amenazas de desplazamiento o acciones militares. Las organizaciones firmantes instan a todas las partes en conflicto a cumplir con sus obligaciones de proteger a la población civil y facilitar el acceso humanitario sin restricciones en todo momento.  Naciones Unidas estima que 400.000 personas permanecen en el norte. El domingo, Israel ordenó a las y los residentes huir a través de rutas peligrosas hacia áreas ya sobrepobladas, como Al-Mawasi, en el sur. Estas zonas siguen siendo inseguras debido a los combates activos y bombardeos rutinarios, a pesar de haber sido designadas unilateralmente por Israel como “zonas humanitarias”. Debido al poco tiempo de aviso y la gran cantidad de personas en la zona afectada, es probable que muchas no puedan evacuar, lo que aumenta el riesgo de más víctimas civiles.    Las organizaciones de ayuda firmantes exigen la protección de toda la población civil de acuerdo con el derecho internacional humanitario, y expresan especial preocupación por los niños, niñas y mujeres embarazadas con complicaciones o en estados avanzados de embarazo, y otras personas enfermas, de edad avanzada, con discapacidades, o que no puedan salir de la zona. Las nuevas órdenes afectan a las y los palestinos que viven cerca del corredor de Netzarim. Informes adicionales indican que Israel planea expandir dicho corredor para reforzar la separación entre el norte y el sur, impidiendo que la población regrese al norte y restringiendo aún más el flujo de ayuda a una población que ya sufre niveles catastróficos de hambre.  La población civil que no abandone la zona no pierde su derecho a la protección  Según el Derecho Internacional Humanitario, Israel está definida como potencia ocupante y parte en el conflicto. Ambos roles acarrean la obligación de garantizar la protección de la población civil y facilitar su acceso sin restricciones a la ayuda humanitaria.  Paula Gaviria Betancur, Relatora Especial de la ONU sobre los Derechos Humanos de las Personas Desplazadas Internamente, ha señalado que “Israel busca alterar permanentemente la composición de la población de Gaza con órdenes de evacuación cada vez más largas y ataques sistemáticos y generalizados contra población civil e infraestructuras civiles”, en violación del Derecho Internacional Humanitario.  Las organizaciones humanitarias firmantes piden un alto al fuego permanente, la protección de la población civil y un aumento en la escala de la ayuda humanitaria.  Organizaciones firmantes:  ActionAid  The Norwegian Refugee Council (NRC)  War Child  Médecins du Monde France, Spain and Switzerland  HelpAge International  American Friends Service Committee (AFSC)  Terre des Hommes Italia  Danish Refugee Council (DRC)  Norwegian People’s Aid (NPA)  Humanity & Inclusion/ Handicap International (HI)  Middle East Children’s Alliance (MECA)  Save the Children  CARE International  Islamic Relief  Plan International  Medical Aid for Palestinians (MAP)  Oxfam  Premiere Urgence Internationale  Gender Action for Peace and Security (GAPS)  Notas para los editores:  El traslado forzoso de civiles palestinos y palestinas en Gaza constituye una grave violación de la Cuarta Convención de Ginebra y no equivale a una evacuación autorizada. Las zonas de reubicación no ofrecen seguridad, refugio adecuado ni servicios básicos, y tampoco se ha garantizado que las poblaciones desplazadas puedan regresar una vez finalizadas las hostilidades. 

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Plan International hace un llamamiento urgente al alto el fuego y la protección de la infancia en los conflictos

  Plan International ha presentado hoy, en el Congreso de los Diputados, el informe sobre la infancia y la juventud en situaciones de conflicto. En un año especialmente marcado por situaciones bélicas en diversos lugares del mundo, el informe ‘Still we Dream: Niñas y jóvenes en situaciones de conflicto’, analiza cómo estas situaciones afectan las vidas de las niñas, niños y jóvenes. El acto, en conmemoración del Día Internacional de la Niña, que se celebra el próximo 11 de octubre, ha sido inaugurado por la presidenta de la Cámara, Francina Armengol, quien ha destacado: “Las niñas, los niños y los jóvenes necesitan que la comunidad internacional se haga eco de las recomendaciones de este informe. Es nuestra obligación escuchar y exigir, una y otra vez, el alto el fuego inmediato. Las mujeres y niñas tienen esperanza y esa esperanza debe convertirse en un futuro de verdad”. Por su parte, Concha López, directora general de Plan International ha subrayado en su intervención que “desde Gaza a Sudán, de Filipinas a Colombia, muchas de las experiencias de la infancia que crece en mitad de conflictos son compartidas. Sin embargo, es en el miedo y la experiencia de la violencia donde las diferencias de género se perciben con mayor claridad”. El informe destaca que, en general, son los hombres jóvenes los que luchan en las guerras, pero las niñas y las mujeres tienen que afrontar las luchas cotidianas y el trauma de la violencia sexual. Al 22% de los niños y hombres jóvenes encuestados les habían solicitado que se unieran a un grupo armado, frente al 14% de las niñas y jóvenes. Por otro lado, el 27% de las niñas y mujeres jóvenes, comparado con el 17% de los niños, sentían un riesgo constante de violencia sexual. “Hacemos un llamamiento urgente para el respeto del derecho internacional humanitario, y pedimos el alto el fuego en todos los conflictos armados y la paz duradera. La comunidad internacional, los gobiernos, pero también la sociedad en su conjunto, debemos condenar inequívocamente todas las violaciones y abusos contra civiles, especialmente niñas y niños. Urge la adopción de medidas inmediatas para poner fin a la violencia sexual y de género en los conflictos”, ha concluido López. Las portavoces del comité juvenil de la organización, Youth for Change, Waheda, de 19 años y Maite, de 21, han señalado durante su discurso la importancia de que “los gobiernos nacionales y las agencias humanitarias actúen, reconozcan las necesidades específicas de las niñas y las jóvenes que viven en medio de la violencia” y han recordado que “las niñas y mujeres jóvenes son las más vulnerables en tiempos de conflicto, pero también son las más resilientes, las que, a pesar de todo, no dejan de soñar con un futuro mejor”. Los grupos parlamentarios responden a la pregunta de dos jóvenes activistas  Las jóvenes activistas han preguntado a los portavoces de los grupos parlamentarios presentes en el acto qué están haciendo para proteger a las niñas y la juventud en situaciones de conflicto. Mirian Guardiola, del Grupo Parlamentario Popular, ha afirmado: “Nuestro compromiso es que se cumpla la Declaración de los Derechos del Niño; es nuestra principal obligación. Es importante que alcemos la voz, porque las palabras pueden cambiar el mundo”. María Isabel Gil, del Grupo Parlamentario Socialista, ha querido incidir en la importancia y la voz de las jóvenes, que son las líderes del futuro. “El año pasado esta Cámara aprobó una Ley de Cooperación, que reconoce el papel de las niñas y mujeres en los conflictos. España es pionera en este sentido”. Blanca Armario, del Grupo Parlamentario VOX afirmó: “En las guerras sufren todas las víctimas y todas las personas a las que se les arranca el derecho a la vida y la libertad”. Esther Gil de Reboleño, del Grupo Parlamentario Plurinacional SUMAR explicó que la unión es crucial cuando hablamos de derechos humanos. “Los espacios de escucha activa son fundamentales para poder construir soluciones estructurales a los conflictos. Estamos aquí para escucharos y para seguir reivindicando”. Bel Pozueta, del Grupo Parlamentario Euskal Herria Bildu, afirmó durante su intervención que “debemos movernos a la acción y no quedarnos en el discurso. En los conflictos se producen dobles guerras: las que provocan las bombas y la realidad del machismo, e incidir en ello es importantísimo”. Maribel Vaquero, del Grupo Parlamentario Vasco, explicó que hay muchos conflictos silenciados, que no salen en los informativos. “Tenemos que defender los derechos humanos e instar a que haya diálogos de paz, y ser contundentes frente a los que criminalizan a las ONGs que ayudan en las zonas en conflicto”. Néstor Rego, del Grupo Parlamentario Mixto ha afirmado: “Hay que poner en cuestión las relaciones internacionales que generan conflictos. Apelamos a los gobiernos para que, con su capacidad internacional, sienten las bases para unas relaciones basadas en la igualdad, la paz y el respeto a los derechos humanos”. En sus intervenciones, todos los portavoces han coincidido en señalar la necesidad de protección de la infancia y la juventud en todas las situaciones de conflicto.

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Plan International alerta de que más de la mitad de las niñas, niños y jóvenes en países en conflicto interrumpen su educación

En el marco del Día Internacional de la Niña, la ONG Plan International, presenta el informe “Still We Dream: Niñas y jóvenes en situaciones de conflicto”, que revela que más del 52% de las niñas, niños y jóvenes que viven en países en conflicto han visto interrumpida su educación debido a la violencia. De media, la pérdida de educación es de uno a dos años. Este estudio, elaborado a partir de 9.995 encuestas a niños, niñas y jóvenes de entre 15 y 24 años en 10 países donde Plan International trabaja (Camerún, Colombia, Etiopía, Líbano, Mozambique, Nigeria, Filipinas, Sudán, Ucrania y un país que no puede ser nombrado por razones políticas y operativas), así como 104 entrevistas en profundidad, destaca cómo el género y la edad determinan de la experiencia de las y los jóvenes en situaciones de conflicto. El informe de Plan International revela que hay diferencias significativas por género en el acceso a los recursos, la sensación de inseguridad y el impacto psicosocial de los conflictos, que son mayores en las niñas. Los hombres jóvenes suelen ser quienes tienen más riesgo de ser reclutados para participar en los combates, mientras que las niñas y mujeres enfrentan la lucha diaria contra el trauma y las secuelas de la violencia sexual. “Nuestro estudio demuestra que todos los niños, niñas y jóvenes sufren en los conflictos, pero las niñas y mujeres jóvenes tienen menos acceso a recursos básicos, viven con mayor miedo y más expuestas a la violencia sexual, y expresan más estrés emocional. Reconocer cómo el conflicto impacta de forma diferente según el género es clave para ofrecer una respuesta adecuada y promover la igualdad y la participación en los procesos de paz“, señala Concha López, directora general de Plan International. Más de una de cada cuatro niñas, un 27%, vive con miedo constante a la violencia sexual, un porcentaje significativamente mayor que en el caso de los niños, el 17%. La violencia sexual se utiliza sistemáticamente como arma de guerra, con consecuencias devastadoras y de por vida para las niñas y las mujeres jóvenes. Ellas manifiestan sufrir más las repercusiones emocionales del conflicto, agravadas por su exposición a la violencia sexual y los embarazos no deseados. En algunas entrevistas del informe se comparten relatos sobre violaciones y otras formas de violencia sexual que las niñas y mujeres jóvenes han experimentado o presenciado. El informe también señala que al 22% de los niños y hombres jóvenes encuestados se les ha pedido unirse a grupos armados, comparado con el 14% de las niñas. Las razones para unirse son variadas, siendo la falta de empleo, la necesidad de protección y el deseo de venganza las más mencionadas. Del total, el 31% afirma haberse unido voluntariamente. Desigualdad en la educación y el acceso a recursos La vida cotidiana se trastoca de la noche a la mañana cuando estalla un conflicto, se complica el acceso a la electricidad y la comunicación, la interacción con la familia y amistades se ve restringida y las escuelas cierran o el camino se vuelve peligroso. Las principales conclusiones del informe señalan que el 52% de los niños, niñas y jóvenes encuestados han visto su educación interrumpida debido al conflicto. De media, la pérdida de educación es de uno a dos años. Las niñas y las jóvenes dejan de estudiar en mayor medida por el cierre o destrucción de las escuelas, la violencia y el matrimonio infantil, mientras que en el caso de los niños y hombres jóvenes la búsqueda de empleo y la manutención de la familia son los principales motivos. En cuanto a los recursos, el 44% de las niñas, niños y jóvenes asegura tener acceso nulo o limitado a alimentos, mientras que el 59% se enfrenta a dificultades similares en el acceso a la electricidad y el 41% carece de acceso adecuado al agua. El estudio revela que las niñas y las mujeres jóvenes encuentran obstáculos adicionales en el acceso a estos recursos básicos. Además, el 46% de los y las participantes declararon no haber recibido ninguna ayuda. Inseguridad e impacto emocional El informe destaca que, en general, el 38% de las niñas, niños y jóvenes temen por su vida, el 46% debido al riesgo de tiroteos, y el 30% por los ataques aéreos. No obstante, el 39% de las niñas se sienten “muy inseguras” o “inseguras” por la constante amenaza de violencia, en comparación con el 36% de los niños. El impacto emocional y psicológico es otro de los efectos devastadores que sufre la juventud en los conflictos, según las conclusiones del informe. Tanto niñas como niños reportan niveles preocupantes de estrés y ansiedad, incluyendo trastornos del sueño y preocupación constante, junto con un acceso limitado a los servicios de salud mental y de salud sexual y reproductiva. De acuerdo a los hallazgos del informe, un 58% de las encuestadas viven con angustia y preocupaciones constantes, mientras que en el caso de los niños y hombres jóvenes la cifra es del 49%. La juventud tiene esperanza A pesar de los datos que revela este estudio, las niñas, niños y jóvenes siguen confiando en un futuro de paz. Un 65% aboga por los diálogos de paz, con un 45% de las mujeres jóvenes que apoya la participación juvenil, y un 39% que destaca la importancia de que niñas y mujeres jóvenes tengan un papel activo en estos procesos. En general, las y los jóvenes confían en que podrán continuar su educación, encontrar trabajo, entablar relaciones y contribuir al futuro de sus sociedades, según lo expuesto en el estudio. Recomendaciones de Plan International En un año especialmente marcado por las crisis y conflictos en muchos lugares del mundo, con casi 300 millones de personas que necesitarán asistencia humanitaria en 2024, Plan International, basándose en los hallazgos y opiniones de las y los jóvenes, hace un llamamiento urgente a todas las partes involucradas para proteger a las niñas y la juventud en zonas de conflicto. La organización recomienda: Implementar un alto el fuego inmediato e iniciar diálogos de paz que garanticen la inclusión de las voces y necesidades específicas de las niñas y la juventud. Detener y condenar todas las violaciones graves contra niñas y niños, incluyendo el reclutamiento, asesinatos, violencia sexual, ataques a escuelas y hospitales, secuestros y la negación de la ayuda humanitaria. Apoyar una educación segura e inclusiva para la infancia y la juventud, que contemple la educación para la paz, financie la Declaración de Escuelas Seguras y promueva enfoques de aprendizaje alternativos. Orientar la ayuda humanitaria, asegurando el acceso igualitario a alimentos, agua y refugio, y priorizando servicios para sobrevivientes de violencia, especialmente niñas y mujeres jóvenes. Impulsar las economías locales y ofrecer oportunidades de empleo para que niñas, niños, adolescentes y jóvenes tengan opciones adaptadas, reconociendo sus diferentes

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7 de octubre, un año después: por la infancia de todo el mundo, pedimos un alto el fuego permanente

Hoy se cumple un año del ataque del 7 de octubre contra Israel y un año de ataques militares como represalia contra Gaza y Cisjordania.  Como organización humanitaria que defiende los derechos de la infancia en todo el mundo, estamos profundamente conmocionados por la violencia desgarradora en la que se han visto envueltos Gaza, Israel, Cisjordania y Líbano desde octubre de 2023.  Cada día sin un alto el fuego significa más niñas y niños asesinados Cada día que pasa sin un alto el fuego permanente, más niñas y niños son asesinados. La infancia que sobrevive está expuesta constantemente a situaciones traumáticas que le dejará cicatrices físicas y mentales durante años. Todas las niñas y niños tienen derecho a crecer sin miedo a la violencia, pero con demasiada frecuencia, en los conflictos y en las guerras, infancia paga el precio más alto.  Ninguna niña o niño debería ser secuestrado nunca  Por el bien de la infancia en todo el mundo, es más urgente que nunca que todos los Estados con influencia sobre las partes involucradas en este conflicto tomen medidas concretas para garantizar un alto el fuego inmediato y permanente. Junto con otras organizaciones, pedimos la liberación inmediata e incondicional de los rehenes civiles que aún permanecen en Gaza, de todas las niñas y niños palestinos detenidos en prisiones israelíes y de todas las personas palestinas que han sido arrestadas y detenidas de manera arbitraria. Ninguna niña o niño debería ser secuestrado.  Los Estados deben respetar el Derecho Internacional Humanitario Instamos a todas las partes a que respeten el Derecho Internacional Humanitario. Los Estados deben, de acuerdo con el Derecho Internacional, detener la transferencia de armas, piezas y municiones a las partes en conflicto, ya que existe el riesgo de que se utilicen para cometer violaciones del Derecho Internacional Humanitario. Debe ponerse fin de inmediato a la inaceptable obstrucción del acceso humanitario y a los ataques contra la ayuda y el personal humanitario en Gaza por parte del ejército israelí.  Como organización humanitaria, en Plan International estamos trabajando para aumentar la asistencia destinada a salvar las vidas de las niñas, niños y civiles en Gaza y en la región en general, apoyando también el trabajo de nuestros socios. Sin embargo, la única manera de empezar a aliviar el sufrimiento inimaginable que está soportando la infancia cada día es mediante un alto el fuego inmediato, ahora. 

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Haití: 6.000 personas al borde de la hambruna

El último informe de la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF) sobre Haití ha revelado que 6.000 personas se encuentran en la Fase 5 de la CIF, a solo un paso de la hambruna.  En respuesta a este informe, Johnson Bien-Aimé, director de Plan International en Haití, declaró:  “Las niñas y los niños jamás deberían enfrentar el hambre. Sin embargo, hoy en día más de 5,4 millones de personas en Haití sufren altos niveles de inseguridad alimentaria aguda, siendo las niñas y los niños quienes soportan las peores consecuencias de esta catástrofe.  Las familias se ven obligadas a tomar decisiones imposibles: muchos padres y madres están dejando de comer para que sus hijas e hijos puedan hacerlo, pero incluso estos sacrificios ya no son suficientes.  La situación es crítica, y sin una acción inmediata, más vidas se perderán trágicamente. Esta crisis era completamente evitable, y todavía estamos a tiempo de salvar vidas si la comunidad internacional actúa ahora.  Plan International ha trabajado incansablemente en la lucha contra el hambre en Haití desde julio de 2022, entregando alimentos, proporcionando apoyo nutricional y protegiendo a las niñas y niños en estas circunstancias tan desesperadas.  Pero no podemos hacerlo solos. Necesitamos con urgencia que la comunidad internacional actúe: que proporcione los fondos necesarios, garantice el acceso humanitario y evite más sufrimiento. El momento de actuar es ahora: hay una alta probabilidad de que las niñas y niños mueran de hambre si no actuamos con rapidez.” 

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Declaración sobre la escalada de violencia en el Líbano

Estamos profundamente preocupados por la escalada de violencia en el Líbano. La población civil, especialmente los niños y niñas, deben ser protegidos y nunca deben ser atacados.  Tras la la escalada del conflicto en el sur del Líbano, que ha provocado que miles de familias, incluidos niños, niñas, mujeres y personas mayores, huyan en busca de seguridad hacia Beirut, el Monte Líbano y el norte, Rachel Challita, responsable de Incidencia de Plan International Líbano, ha declarado:  “Nos preocupa enormemente la escalada de violencia en el Líbano. Los datos señalan que 492 personas han perdido la vida y más de 1.645 han resultado heridas, incluidos niños, niñas, mujeres y personal sanitario, en los ataques en el sur del Líbano. La población civil, en especial los niños y niñas, deben ser protegidos y nunca deben ser objeto de ataques. Esto es parte del derecho humanitario internacional, y debe respetarse.   En Beirut, Bekaa y Baalbek, los padres y madres tuvieron que correr para recoger a sus hijos e hijas de la escuela poco después de dejarlos, tras recibir mensajes que les advertían que abandonaran la zona. Muchas escuelas se han visto obligadas a cerrar de nuevo hoy. La infancia tiene derecho a una educación, libre de la amenaza de la violencia.  Los ataques transfronterizos han provocado que más de 111.000 personas en el Líbano se hayan desplazado desde octubre, otras hayan tenido que vivir en refugios temporales durante casi un año, y muchos niños y niñas no hayn podido continuar con su educación. Los niños y niñas merecen disfrutar de su infancia. Durante la noche, más personas se han visto obligadas a huir de sus hogares, quedándose en sus coches con sus hijos e hijas mientras buscan desesperadamente un lugar más seguro. Estamos trabajando para proporcionar asistencia humanitaria a las personas desplazadas, cada vez más numerosas, pero es urgente que se produzca un alto el fuego inmediato en la

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