Anzoo perdió tres cursos en la escuela ya que su familia tuvo que mudarse varias veces para huir de la violencia.
Anzoo tiene 17 años y es la más alta de su clase. Ella acude a asignaturas de recuperación con compañeros de 12 años porque perdió tres cursos cursos debido a que su familia se vio obligada a huir de la violencia y en conflicto en varias oportunidades: “Esta es mi única oportunidad de ponerme al día con todo lo que perdí”, comenta.
Cuando atacaron su escuela por primera vez, ella se escondió, pero muchos niños fueron capturados por los militares y la escuela cerró durante meses. El segundo ataque fue en el pueblo por lo que el colegio tuvo que habilitarse como refugio y se suspendieron las clases. En un último ataque varios hombres armados invadieron la escuela, afortunadamente ella pudo escapar hacia la noche y caminó durante meses, hasta que llegó al campamento actual.
Desde que comenzó el conflicto en Sudan del Sur, se han destruido, dañado u ocupado una de cada tres escuelas. Muchas de ellas se utilizan como cuarteles o centros de reclutamiento de niños soldado. En Plan International consideramos que la educación en emergencias es esencial para dar respuesta a los desastres y por ello queremos proporcionar este derecho a 45.000 niños y niñas en el país.
Para Anzoo, la escuela más cercana está a 25km por lo que camina durante 3horas para llegar, lo que aumenta sus riesgos de sufrir violencia en el camino, por lo que comenzó su educación en el centro de Plan International a sólo 10 minutos de su casa aprende matemáticas, escritura y conocimientos básicos sobre sus derechos y principios básicos de higiene, hasta que se ponga al día y pueda seguir con su educación formal: “Por ahora, esta es mi escuela” dice.