El acceso al agua, un lujo para 2.000 millones de personas en el mundo

Con motivo del Día Mundial del Agua, que se celebra el 22 de marzo, desde Plan International recordamos que el acceso al agua es un derecho. Como consecuencia de los efectos del cambio climático, millones de niñas y mujeres recorren kilómetros cada día para conseguir agua para sus familias, preparar comidas y asearse. Durante estos trayectos, se ven expuestas a riesgos aún mayores.  

A menudo damos por sentado el acceso al agua. Para darnos una ducha o beber un vaso de agua basta con abrir el grifo. Pero la realidad es que esto no es así en algunos países. 

2.000 millones de personas en todo el mundo todavía viven sin agua potable y saneamiento a pesar de que el acceso a ambos servicios está reconocido como un derecho humano. El suministro de agua y la pobreza están estrechamente relacionados. Sin agua, no hay desarrollo; sin desarrollo, es imposible erradicar la pobreza, y son las niñas y mujeres las mayores afectadas. 

Los efectos devastadores del cambio climático están provocando las mayores sequías conocidas, especialmente en lugares como el Sahel, o el Cuerno de África. En Somalia ya van por la 6ª temporada de lluvias fallidas, por lo que millones de personas se encuentran en una situación aún más vulnerable, al borde de la hambruna. 

Las estimaciones muestran que, con las prácticas actuales, para 2030 el mundo deberá hacer frente a una brecha del 40% entre la demanda prevista y el agua disponible, siendo la escasez de agua una de las mayores amenazas a la prosperidad y la estabilidad mundiales, según datos del Banco Mundial. 

El acceso al agua y la desigualdad de género están directamente relacionados: 

  • El agua en malas condiciones provoca enfermedades como la diarrea, el cólera, la disentería y el tifus y causa la muerte de más de 4.000 niños y niñas cada día.
  • Niñas y mujeres son las últimas en acceder a este recurso y las principales recolectoras, empujándolas en muchas ocasiones al abandono escolar y a la sobrecarga de tareas domésticas.
  • En 61 países las mujeres y las jóvenes son las encargadas de llevar agua a 8 de cada 10 hogares, lo cual equivale a 200 millones de horas, 8,3 millones de días o 22.800 años.
  • Durante los trayectos, cada vez más largos debido a la sequía, se ven expuestas a graves riesgos como la violencia sexual o la captación para redes de trata. 

Plan International lleva a cabo proyectos de acceso al agua, saneamiento e higiene con enfoque de género en comunidades de todo el mundo. Estos proyectos se enfocan en la construcción y reparación de pozos en zonas de acceso limitado al agua, así como en la realización de talleres de sensibilización sobre la importancia de la higiene y la higiene menstrual para mejorar el bienestar de niñas y adolescentes en sus comunidades.