En Níger, más de la mitad de los niños y niñas no van al colegio. En las áreas rurales, uno de los mayores obstáculos son las largas distancias y el poco transporte disponible. Plan International trabaja en la región de Maradi para asegurar que los niños puedan acceder a la educación ¡Lee la historia de Zina!
Zina, de 16 años, vive en una aldea remota en la región de Maradi. Su escuela está a cinco kilómetros de su casa, un viaje que debe hacer a pie todos los días, a menudo sin desayunar. “He estado haciendo esto desde los siete años. A menudo llego tarde y cansada, y no tengo la fuerza para seguir las clases”.
El padre de Zina es agricultor y su madre vende aceite de maní. Entre los dos, no ganan mucho y a veces les cuesta cubrir el precio de la educación de su hija. Es común que las familias en esta situación saquen a sus hijos e hijas de la escuela para que puedan trabajar, a menudo esta es la única opción de la familia si quieren que todos coman ese día.
“Mi escuela no tiene suministros. Compramos nuestra comida a vendedores en el patio. Solo comemos en casa por la noche, solemos cenar una papilla de pasta. Cuando mi padre gana dinero, podemos comprar arroz o maíz”, comparte Zina.
Plan International está trabajando en Maradi para mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje en las escuelas, así como para asegurar que los niños y niñas puedan acceder a la educación.
Todas las mañanas, Zina y los otros niños y niñas de su aldea se encuentran con Mamane Oumarou, quien los lleva a su escuela en un carro tirado por vacas. El carro tarda menos de una hora en llegar al colegio con diez niños y niñas a bordo. “Ha habido un gran cambio en mi vida con la llegada del carro. Estoy menos cansada cuando llego a la escuela y no llego tarde”, dice Zina.
Además, los carros están reduciendo las preocupaciones de los padres y madres, ya que las distancias son largas e inseguras. La infancia, especialmente las niñas, está expuesta a peligros o violencia en su camino a la escuela.
Aunque se han logrado muchos avances, todavía hay otros factores que impiden que las niñas asistan regularmente a la escuela, como la falta de baños separados para niñas y niños, así como instalaciones de lavado, lo cual es crucial para las niñas cuando están menstruando.
“Muchas niñas no van al baño porque tienen que compartirlo con los niños. Cuando tengo mi período, salgo temprano de la escuela por miedo a mancharme frente a los demás, y cuando necesito hacer pipí, tengo que caminar hasta la aldea más cercana. Sin embargo, esto no me impide ir a la escuela porque tengo un sueño por cumplir”, explica Zina.
Plan International ha tenido en cuenta las necesidades de las niñas y está construyendo letrinas separadas e instalaciones de lavado en las escuelas de Maradi. “Hoy soy la primera de mi clase y mis padres están muy orgullosos de mí”, dice Zina. “Quiero ser doctora para ayudar a las mujeres de mi aldea, ya que hay más hombres que mujeres en los distritos de salud y muchas mujeres ya no van al hospital”.