Escuelas más inclusivas y accesibles en Nepal para mejorar sus oportunidades

Algo tan sencillo como ir al baño, es realmente complicado para personas como Shailendra, un joven de 18 años que nos explica la importancia de tener instalaciones accesibles teniendo discapacidad visual en Nepal y cómo esto contribuye a su bienestar y salud mental. 

Shailendra, de 18 años, empieza el día como la mayoría: yendo al baño. Pero para él, con su discapacidad visual, no es una tarea tan sencilla. “Para una persona con discapacidad visual y física como yo, el baño es un espacio más importante que la casa o la escuela. Porque en casa hay gente que te ayuda en caso de tener necesitarlo, pero ahí dentro estás solo, así que, si no es adaptado, tienes un problema.” 

Él, junto a otros 25 compañeros y compañeras, vive en una comunidad de montaña de la provincia nepalí de Karnali, en una escuela para personas con necesidades especiales que se fundó en 1951. Más de la mitad de quienes estudian y viven allí tienen discapacidad, pero hasta hace 2 años las instalaciones no estaban adaptadas, por lo que utilizar el baño era una experiencia aterradora para Shailendra y sus compañeros, afectando a su salud mental y su bienestar. 

“El aseo estaba fuera del edificio. No había rampa para acceder a él y tanto chicos como chicas utilizaban el mismo retrete. Me costaba encontrar el camino al baño, me caí varias veces. El edificio estaba viejo y estropeado. Tenía la sensación de que no había ningún sitio para personas discapacitadas como nosotras. Aunque tenía amigos con discapacidad y estábamos todos juntos, solíamos sentirnos solos”, explica Shailendra. 

Hace dos años, Plan International puso en marcha un proyecto para abordar las necesidades específicas de estos alumnos y alumnas. Como parte del proyecto educativo de Karnali, se construyó un edificio escolar de ocho aulas con seis aseos y dos duchas adaptadas para personas con discapacidad. 

Además de las instalaciones accesibles, también se proporcionó nuevo material educativo y deportivo a los alumnos con discapacidad, lo que ha aumentado su participación en actividades extraescolares.  

“Mi vida es más fácil ahora, porque puedo ir andando a clase y también al baño. El método de enseñanza también ha cambiado y ahora todos jugamos juntos y participamos por igual en los programas escolares. Además, tenemos nuevos recursos audiovisuales materiales educativos que nos han ayudado en nuestros estudios. Ahora por fin siento que tenemos un buen entorno de aprendizaje y estoy seguro de que voy a aprobar los exámenes del 10º curso para acceder a la enseñanza secundaria superior”, dice Shailendra.