Invertir en la educación secundaria de las niñas podría incrementar un 10% el PIB de las economías emergentes

En las economías emergentes, una inversión diaria de 1,30 euros por cada niña tendría un enorme impacto en el desarrollo económico general de los países.









Las economías emergentes que logren que el 100% de las niñas finalicen la educación secundaria en 2030 podrían registrar un aumento del PIB de alrededor de un 10%, según un nuevo estudio elaborado conjuntamente por la entidad financiera Citi y la ONG Plan International.

El informe “Una inversión holística en las niñas – Mejorar vidas, aprovechar el potencial, beneficiar a todos”, revela que, en las economías emergentes, invertir diariamente 1,30 euros por cada niña tendría un enorme impacto en el desarrollo económico general de los países.

Más de 130 millones de niñas y adolescentes en todo el mundo no iban clase antes de la crisis de la Covid-19 y más de 11 millones de niñas no volverán nunca a la escuela después de la crisis, según la UNESCO.

Las adolescentes de todo el mundo, pero especialmente las que viven en países con economías en desarrollo, se enfrentan a grandes obstáculos a la hora de acceder y completar una educación de calidad, ser económicamente independientes, participar en el mercado laboral y tener una vida libre de violencia.

“Lo más importante en la salida a esta crisis es que los planes de recuperación contemplen una inversión integral en las niñas, que no sólo se centre en la educación, sino que también aborden las diferentes barreras que impiden su desarrollo, desde el matrimonio infantil hasta la violencia y los embarazos adolescentes, lo que se traduciría en un aumento del PIB, un alto rendimiento de la inversión para los países y en un mundo más justo”, explica Concha López, directora general de Plan International.Los beneficios económicos más importantes se materializarían después de 2030, gracias a los efectos acumulativos, y teniendo en cuenta el impacto que supone la educación de las niñas y adolescentes en las familias y las comunidades.

“El valor especial de la colaboración entre Citi y Plan International reside en la unión del ámbito económico y el social, y al hecho de presentar un argumento sólido de inversión que tiene en cuenta múltiples componentes”, explica Andrew Pitt, director global de Investigación de Citi, quien añade: “Acabar con los obstáculos a la educación y el desarrollo de las niñas puede ser la clave para alcanzar muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”. 

El informe aborda los diversos ámbitos de especialización de Citi Global Insights y Plan International y presenta tres componentes clave. Por un lado, una investigación detallada sobre las complejas barreras que enfrentan las adolescentes, así como un análisis de las intervenciones que se requieren para superarlas. En segundo lugar, un novedoso análisis económico sobre los posibles costos y beneficios económicos que se podrían obtener mediante un conjunto de intervenciones; y, finalmente, recomendaciones sobre cómo los diferentes sectores pueden colaborar para hacer frente de manera efectiva a los obstáculos que están impidiendo el avance de las adolescentes.

Uno de los principales problemas de las investigaciones realizadas lo largo de los años ha sido la falta de datos desagregados de alta calidad. Citi y Plan International se han asociado para hacer frente a esta brecha de datos, creando uno de los conjuntos de datos más completos hasta ahora sobre los beneficios económicos y sociales que tendría invertir en las niñas, adolescentes y jóvenes.

El informe concluye que invertir en el desarrollo de las adolescentes tendrá repercusiones positivas más allá del ODS 5, de igualdad de género y, de hecho, es fundamental para lograr el desarrollo sostenible en todos los ámbitos. La importancia de la educación y el empoderamiento de las niñas está vinculado a varios objetivos de desarrollo sostenible, entre ellos la reducción de los conflictos (ODS 16), el acceso a agua potable y saneamiento (ODS 6) y la acción por el clima (ODS 13).

Las Naciones Unidas están fomentando las colaboraciones entre el sector privado, el sector público, las organizaciones no gubernamentales y las instituciones filantrópicas para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y esta investigación es un ejemplo de los beneficios que tienen este tipo de colaboraciones interdisciplinarias.