Jóvenes madrileñas entregan al Ayuntamiento sus recomendaciones contra el acoso callejero

El acoso callejero es una forma de violencia tan habitual que una de cada cinco jóvenes madrileñas que lo sufren lo han normalizado y, además, la sociedad asiste impasible cuando ocurre: el 90% de las jóvenes que han sido acosadas en la calle aseguran que no recibieron ningún tipo de ayuda de quienes estaban presentes, según el informe Safer Cities for Girls, elaborado por la ONG Plan International.

Para compartir las conclusiones de este estudio sobre la seguridad de las mujeres jóvenes en las ciudades, un grupo de jóvenes madrileñas se reunió ayer en el Palacio de Cibeles con el concejal delegado de Familias, Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento de Madrid, Pepe Aniorte, a quien hicieron llegar sus recomendaciones para hacer de Madrid una ciudad segura y libre de acoso callejero.

El 75% de las mujeres jóvenes en Madrid han sufrido acoso callejero, según el estudio, financiado por la Comisión Europea y elaborado con la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) a partir de 569 experiencias de chicas de entre 15 y 25 años en Madrid. Según los datos, solo un 3% de las chicas que ha sufrido acoso en Madrid lo comunica a las autoridades o fuerzas de seguridad. En el 24% de los casos, la experiencia se suele quedar en conversaciones con familiares o amistades.

Estas son algunas de las conclusiones sobre el acoso callejero en Madrid que llevaron ayer al Ayuntamiento Patricia, Sara y Vanesa, las tres participantes del proyecto Safer Cities for Girls, con el que Plan International ha recogido más de 3.000 experiencias de chicas en Madrid, Barcelona, Sevilla, Bruselas, Amberes y Charleroi, a través de una página web en la que las propias jóvenes podían marcar en el mapa de su ciudad un punto que les había parecido seguro o inseguro, los motivos y dar otros detalles sobre su experiencia.

“En Madrid, las chicas consideran que en un 64% de los casos son acosadas por ser mujeres y en un 20% por su edad. El acoso callejero es una forma de discriminación y violencia que limita la libertad y seguridad de adolescentes y mujeres jóvenes en la ciudad. A pesar de que existen recursos e iniciativas, no hay normas para prevenir y sancionar esta violencia callejera sutil y normalizada que sufren niñas y jóvenes. Desde Plan International solicitamos que se recoja en la normativa para enviar un mensaje de tolerancia cero”, aseguró Begoña Solórzano, directora de Programas Locales de Plan International, en el encuentro.

Mecanismos de protección de las jóvenes

Sara, Vanesa y Patricia explicaron que una de cada cuatro jóvenes en Madrid modifica su conducta a raíz de casos de acoso, poniendo en marcha estrategias de autoprotección como elegir un camino alternativo (14%) o buscar compañía para no tener que recorrer solas los trayectos (12%).

“Necesitamos más espacios públicos promovidos por los ayuntamientos, en todos los barrios, que sirvan de encuentro para jóvenes, en toda su diversidad. Lugares abiertos en los que puedan reunirse, sumar experiencias y aprender sobre estas violencias. Todas las personas jóvenes, no solo los que ya están implicados, todas deben participar y enterarse”, explicó Sara, una joven de 17 años participante en el evento. Por su parte, Vanesa, de 18 años, subrayó que: “no podemos tomarnos esto como un juego, es un miedo real. Hay que transmitir esto a la sociedad para que se pueda entender la dimensión del problema y sus consecuencias: no nos lo estamos inventando, no estamos exagerando”.

Casi 8 de cada 10 situaciones de acoso callejero que sufren las chicas en Madrid no implican contacto físico, y abarcan desde silbidos e insinuaciones hasta amenazas y persecuciones. No obstante, un 7% de los casos de acoso llega al contacto físico.

Por tipo de lugares, el 43% de las experiencias de acoso que viven las jóvenes en Madrid tienen lugar en la calle. También se dan situaciones de acoso de camino a actividades deportivas o de ocio (14%); en parques y jardines (12%), y en el transporte público (11%).

Respecto a las franjas horarias, la mayoría de casos de acoso callejero en Madrid ocurren de madrugada (35%) y por la noche (24%), seguido por la tarde (19%). No obstante, la sensación de inseguridad está extendida entre muchas jóvenes de la capital: un 12% señala que son acosadas “en cualquier momento”.

A la hora de elegir cómo moverse por las noches, las jóvenes madrileñas tampoco lo hacen libremente: si pueden, evitan el transporte público o priorizan unos ante otros: “Por la noche solo cojo bus porque desde el metro a mi casa no hay iluminación, está alejado, y si cojo el tren tengo que atravesar un parque”, relata una joven de Madrid de 17 años entrevistada para el informe.

En general, las jóvenes perciben que los espacios en Madrid son seguros cuando las infraestructuras son adecuadas (28%); son “lugares concurridos” (26%) o existe “presencia policial o vigilancia” (24%).

Recomendaciones para construir ciudades seguras

Plan International lleva desde 2018 trabajando para para que las autoridades adopten medidas con el fin de generar ciudades inclusivas en las que las niñas y las jóvenes se sientan libres y seguras. En este sentido, la organización recomienda:

  1. Legislar para prevenir, detectar, denunciar sancionar y erradicar el acoso callejero, impartiendo formación y otorgando recursos a las fuerzas y cuerpos de seguridad para actuar ante las denuncias.
  2. Mejorar la planificación urbana mediante la adopción de un enfoque de género en el diseño y planificación urbana, incluyendo las necesidades específicas de las niñas, adolescentes y jóvenes.
  3. Apostar por una educación inclusiva, de calidad y en igualdad, tanto formal como informal, para erradicar los estereotipos de género y como herramienta de prevención de todas las formas de violencia de género, incluido el acoso callejero.
  4. Aumentar los recursos de atención para jóvenes que han sufrido acoso en los espacios públicos, e incluir estos servicios psicosociales en todos los ámbitos, teniendo en cuenta que el acoso callejero se produce en cualquier espacio.
  5. Fomentar la participación de las y los jóvenes en el diseño de ciudades más seguras, para tener en cuenta sus experiencias, demandas y necesidades.
  6. Sensibilizar a la sociedad y difundir las iniciativas municipales en materia de prevención y atención del acoso callejero, a través de campañas en plataformas relevantes y accesibles.
  7. Reforzar las medidas de seguridad, con un enfoque de prevención, especialmente en los espacios considerados más inseguros.
  8. Incorporar una visión amplia del acoso como una forma de violencia por razón de género y de control de la participación de las niñas y adolescentes en el espacio público, que también puede trasladarse al espacio online.