Abril, 2012. La situación en el estado de Jonglei sigue siendo tensa e inestable debido a los enfrentamientos entre las tribus de los Nuer y los Murle. Según los últimos informes de Naciones Unidas, el número de desplazados supera los 250.000 sin contar a las personas que viven escondidas en la selva. La cifra de muertos ya ha alcanzado los 3000.
En la actualidad, el Gobierno está llevando a cabo un proceso de desarme de ambas tribus aunque está resultando complicado debido a la temporada de lluvias que limita la movilidad. Hasta el momento se han requisado más de 4.000 armas.
PLAN, que trabaja en Sudán del Sur desde el nacimiento del país el pasado mes de julio, sigue suministrando alimentos y otros enseres a pesar de las dificultades para acceder a las comunidades debido a las inundaciones. Como organización de protección de los derechos de la infancia, PLAN ha centrado su trabajo en la rehabilitación y construcción de escuelas primarias de Jonglei, en la atención psicosocial de los menores y en la coordinación del registro de los niños que están desplazados para que ingresen en los campamentos y evitar así los secuestros que se han ido sucediendo en el país.
Además, los gobiernos de Sudán y Sudán del Sur han acordado cesar sus hostilidades y han ofrecido apoyarse mutuamente para resolver este conflicto tribal y luchar conjuntamente para que los desplazados se sientan seguros y puedan volver a sus hogares.
