En Senegal, las escuelas coránicas (daaras) albergan a miles de niños y niñas -conocidos como talibé- que dependen de los alimentos que mendigan en las calles. PLAN trabaja para disminuir su vulnerabilidad a través de su inclusión en el sistema educativo formal, la mejora de su bienestar y su protección integral.
Madrid, 12 de abril de 2013.- ?Cada día cojo mi cuenco y me voy a pedir comida a la calle. Lo hago todas las mañanas, a la hora de comer y por la tarde para cenar. La gente suele ser agradable y me da lo que puede. Mis padres viven en el norte y no les he visto desde que vine aquí?.
Issa* tiene 14 años. Sus padres le llevaron a la escuela coránica de Moustafa Fass Mbao en Dakar, en el 2005. Allí aprende de memoria el Corán junto con otros 60 menores. Sin embargo, a su edad no va a la escuela formal y no habla francés, el idioma oficial de Senegal.
Como Issa, son cientos de miles los niños y niñas que viven mendigando en las calles de Senegal y otras zonas del África occidental. Son conocidos como niños y niñas talibé. Aunque no se conoce la cifra exacta de cuántos niños y niñas viven en las escuelas coránicas en Senegal, las calles de Dakar están llenas de niños talibé.
La organización ENDA (Medioambiente y desarrollo del Tercer Mundo) que trabaja con PLAN en el país, calcula que tan sólo en Dakar viven más de 20.000 menores cuya tarea diaria es mendigar en las calles.
Se estima además, que entre un 30 y un 40 por ciento de los menores que viven en las daaras son niñas y que, mientras los niños piden comida en la calle, son ellas quienes se ocupan de las tareas domésticas.
PLAN, que trabaja en Senegal desde 1982, está llevando a cabo junto con USAID (Agencia de Desarrollo de Estados Unidos) un programa para introducir la educación formal en las escuelas coránicas de las ciudades de Louga y Dakar.
?Una infancia en la calle, es una vida sin derechos. Por eso PLAN, centra parte de su trabajo en Senegal en la formación de los propios líderes de las escuelas coránicas para que además del estudio del Corán, los niños y niñas, reciban alimento, aprendan francés y puedan tener acceso a la educación formal? afirma Concha López, directora general de PLAN en España.
Los niños y niñas que viven en la calle: un problema global
Se calcula que más de 250 millones de niños y niñas viven en las calles, sin embargo, esta cifra puede ser aún mayor, ya que es característico que estos menores se escondan de las autoridades para proteger sus vidas.
Organizaciones locales que trabajan con PLAN han estimado que el número de niños y niñas de la calle en las ciudades más pobladas de África y Asia se está incrementando, especialmente en países con altas tasas de VIH/SIDA, conflictos armados, y con una alta frecuencia de desastres naturales.
Una vez viviendo en la calle, los menores sufren altos niveles de estigma y discriminación, especialmente cuando alcanzan la pubertad: los varones comienzan a ser vistos como delincuentes y las niñas como mujeres ?impuras? o trabajadoras sexuales.
La vida en las calles les hace enfrentarse a una serie de daños físicos y psicológicos que solo pueden ser reparados con atención específica y esfuerzo para que niños y niñas puedan reinsertarse en la sociedad con un nivel de vida digno.
*Issa es un nombre ficticio. El nombre real del menor ha sido cambiado para proteger su anonimato.
Conoce el trabajo de PLAN en Dakar por los niños y niñas talibé a través de los testimonios del marabú Serigne Mohhamed John y Ali Diop, un antiguo niño talibé