Recuperación de Myanmar: dos años después del ciclón Nargis

 

Jóvenes de Myanmar participan en una sesión de formación para identificar riesgos ante desastres naturales.

Mayo 2010. PLAN continúa con su labor de apoyo y recuperación en Myanmar, dos años después de que el ciclón Nargis devastase varias regiones del país. El ciclón que, en mayo de 2008, golpeó el delta de Ayeyarwady y las regiones de Yangon, mató a más de 140.000 personas e hirió a muchas más. Los daños estimados fueron aproximadamente de 10.000 millones de dólares.

Nuevas escuelas

Junto a organizaciones y socios locales, PLAN ha construido y entregado más de cuarenta y cinco nuevas escuelas que han permitido a cientos de niños continuar con su educación. También se han puesto en funcionamiento numerosos programas para garantizar que las comunidades de esta zona estén mejor equipadas y preparadas para hacer frente a futuros retos medioambientales.

En los últimos dos años, PLAN ha trabajado con la fundación Yinthway, con el programa de recuperación de la Educación en Myanmar de la UNESCO, la fundación Metta y la organización Bridge Asia Japón. En total, más de cuatrocientas mil personas se han beneficiado de las labores de ayuda y recuperación.

Centros infantiles

Unos niños en una de las zonas de juegos construida tras el paso del Nargis por Myanmar.

Poco después del impacto del ciclón, PLAN comenzó a trabajar con estas organizaciones para crear veintinueve centros infantiles de emergencia y desarrollo y áreas de juegos para los niños pequeños, una labor fundamental para volver a la normalidad y comenzar el proceso de recuperación después de una situación traumática.

En estos centros también se ponen en marcha sistemas para mejorar la salud de los niños proporcionando un programa de alimentación y de reducción de enfermedades a través de un entorno saludable y con control de medidas higiénicas.

Tras la emergencia inicial en la que la necesidad prioritaria era la vivienda, los alimentos y la asistencia médica, PLAN y sus socios trabajaron con las comunidades para reconstruir las localidades devastadas y mejorar las instalaciones de los colegios a respecto a la situación anterior al ciclón.

Participación de los afectados

Como muchas escuelas resultaron gravemente dañadas y alrededor de 360.000 niños y niñas se quedaron sin poder seguir su educación, volver a poner en funcionamiento las escuelas era una prioridad.

Los miembros de la comunidad participaron en estas tareas y en la reconstrucción de sus comunidades, añadiendo nuevas medidas de seguridad a estructuras como puentes y creando torres de vigilancia.

PLAN ha trabajado asimismo en formar a voluntarios, personal educativo y miembros de la comunidad, incluidos niños y jóvenes, sobre cómo minimizar el daño provocado por los desastres naturales a través de actividades y mediante manuales y guías. Aproximadamente 2.160 profesores de siete ciudades han participado en los cursos de formación sobre la reducción de riesgo. Además está en marcha un centro de formación profesional que una vez terminado dará soporte a 24 pueblos de la zona.

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