Abril 2012. En la última década, la mortalidad por malaria en África se ha reducido una tercera parte, sin embargo hoy día, la enfermedad transmitida por la picadura de un mosquito sigue provocando la muerte de un niño cada minuto. Nueve de cada diez fallecimientos tienen lugar en el continente africano, especialmente en África Occidental.
PLAN, en asociación con el Fondo Mundial contra la Malaria y otras organizaciones locales, trabaja en países del África Occidental como Liberia, Camerún, Burkina Fasso y Togo, concienciando a los niños y jóvenes en la prevención y tratamiento del paludismo y distribuyendo mosquiteras impregnadas con insecticida de larga duración.
La malaria es una enfermedad que puede prevenirse y que tiene cura con un diagnóstico precoz y un tratamiento farmacológico correcto pero la mayoría de las áreas proclives a la malaria tienen un acceso limitado a los servicios de salud. Los niños pequeños son los que presentan mayores índices de mortalidad ya que no han desarrollado ninguna inmunidad ante la enfermedad.
La malaria cerebral, la forma más grave de malaria, causa convulsiones, coma y muerte en el 93% de los niños afectados. El 7% que sobrevive arrastra problemas neurológicos permanentes, como la epilepsia, la ceguera, debilidad, problemas del habla, así como importantes problemas cognitivos.
Concha López, directora general de PLAN en España, afirma que a pesar de los avances es necesario seguir invirtiendo en la prevención de la enfermedad: ?si incrementamos los esfuerzos para lograr que la población de Africa Occidental pueda disponer de mosquitero en sus camas, habremos salvado las vidas de tres millones de niños africanos en 2015?.
En Burkina Faso, uno de los países africanos más azotados por esta enfermedad donde cada año se diagnostican más de dos millones de casos al año, PLAN ha repartido cerca de 7,6 millones de mosquiteras, una por cada dos personas, impregnadas con insecticida de larga duración.
Durante diez años, Raiketa Yameogo, de Burkina Faso, ha sufrido fuertes ataques de malaria. ?Gracias a la mosquitera he logrado librarme de los terribles dolores de cabeza, los vómitos y las altas fiebres que acababan por mandarme al hospital?, explica.
Zamtaoko Mamounata, también de Burkina Faso, es seropositiva. Durante la noche y su casa está completamente cubierta de mosquiteras. ?Con el sida es muy importante protegerse, ya que la malaria acelera la enfermedad. Cuando nos dieron las mosquiteras nos enseñaron que debíamos tapar todos los agujeros de la casa. He convencido a todo el mundo en la comunidad para que las use e intento dar ejemplo protegiéndonos mi familia y yo?, afirma.
En Liberia, PLAN está trabajando para ampliar las terapias con Artemisinina -fármaco con propiedades antipalúdicas- a, al menos, el 80% de todas las personas afectadas, y mejorar el conocimiento y el comportamiento en la prevención y tratamiento de la enfermedad, especialmente entre las mujeres.
En Camerún se han distribuido hasta el momento más de cinco millones de mosquiteras y se estima llegar a la mitad de la población del país en este año.
PLAN está presente en 11 países del África Occidental desde hace dos décadas , trabajando con proyectos de desarrollo que mejoran la vida de millones de niños y niñas. PLAN invierte en salud un tercio de sus ingresos a nivel internacional.