Más de 1.200 jóvenes de zonas rurales de Paraguay han recibido formación laboral en el primer año del programa SAPE’A, implementado por Plan International y el Ministerio de Trabajo de Paraguay y financiado por la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo (AECID) y Plan International España.
Más de 1.200 jóvenes de zonas rurales de Paraguay han recibido formación laboral en el primer año del programa SAPE’A, implementado por Plan International y el Ministerio de Trabajo de Paraguay y financiado por la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo (AECID) y Plan International España.
El programa, iniciado en 2015, busca mejorar las condiciones sociales y económicas de 8.000 jóvenes de entre 15 y 24 años de zonas rurales en Paraguarí, Caaguazú San Pedro y Guairá, para aumentar las oportunidades de empleo y autoempleo.
En un acto celebrado en Asunción, el ministro del Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Guillermo Sosa; la coordinadora de la Oficina Técnica de Cooperación de la AECID en Paraguay, Cristina Aldama; la directora general de Plan International Paraguay, Mariella Greco, y el gerente general de la Cadena Farmacenter, Héctor González, han presentado los resultados del primer año de ejecución del programa.
En los últimos meses, 1.249 adolescentes y jóvenes han completado cursos en habilidades para la vida. Además, 914 adolescentes y jóvenes (53% mujeres) terminaron 52 cursos de formación profesional brindados por el Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNPP) y el Sistema Nacional de Formación y Capacitación Laboral (SINAFOCAL).
Cabe resaltar que 188 jóvenes comenzaron la incubación de sus ideas de negocios y que los estudiantes han comenzado los períodos de prácticas en distintas empresas privadas que apoyan el programa, de las que cuatro ya han conseguido su primer contrato laboral. El programa tiene el objetivo de conseguir 400 puestos de prácticas y generar más de 3.000 emprendimientos.
Cintia, una historia de éxito
Cintia tiene 25 años y es de San Estanislao (San Pedro). Es la mayor de 11 hermanos de una familia de agricultores. Pese a la bajada del precio de los productos agrícolas, sus padres la apoyaron con gran esfuerzo para estudiar enfermería. Cintia escogió esta carrera para ayudar a la gente más necesitada.
Al terminar la carrera, Cintia tuvo que migrar a Brasil en busca de empleo para poder pagar el costo de su tesina. Allí trabajó en empresas importadoras de ropas que le pagaban por día de trabajo. Esos primeros días fueron difíciles, no conseguía trabajo por el tema del idioma. “Después trabajé con una boliviana, ella era muy buena, me decía que me iba a enseñar portugués y que no era difícil”, explica Cintia.
Cintia ha conseguido su primer contrato en una farmacia gracias al programa SAPEA en Paraguay
Al regresar a San Estanislao oyó hablar sobre SAPE’A y vio la oportunidad de continuar su formación con un curso de corte y confección para generar algunos ingresos. A la vez, concluyó el curso de habilidades para la vida.
Mientras cursaba la formación, Cintia aprovechó la oportunidad de realizar prácticas en la cadena Farmacenter, relacionadas con su formación. Realizó unas prácticas de dos meses donde fue pasando por cada departamento, aprendiendo que se realiza en cada uno: “Lo que más aprendí es sobre computación y el sistema, porque antes no sabía nada”.
Cuando se abrió una vacante en la empresa, Cintia utilizó su formación en habilidades para la vida para elaborar su currículum y presentarse al puesto. El 1 de febrero, le confirmaron un contrato de un año. “Me siento muy feliz, orgullosa y eso es gracias a Plan también, porque me ayudaron, cumplieron con lo prometido… cualquier problema, queja que tenía, ellos siempre estuvieron ahí conmigo”.