Los niños y niñas afectados por el devastador terremoto en Marruecos necesitan urgentemente alimentos, agua y atención emocional

Plan International ha recibido con consternación la noticia del terremoto de magnitud 6,8 que el viernes por la noche sacudió Marruecos. A medida que se van conociendo nuevos datos sobre los daños, la organización manifiesta su preocupación por los niños y niñas afectados y sus familias.

Con más de 2.000 muertes ya registradas y una cifra superior de personas heridas, es fundamental que se dé una respuesta con carácter urgente a los supervivientes y que se les proporcione alimentos, agua y refugio inmediatamente.

El potente terremoto se produjo en la cordillera del Atlas la noche del viernes 7 al sábado 8 de septiembre, con una réplica 19 minutos después. La devastación generalizada, sobre todo en las zonas rurales, dificulta enormemente las labores de rescate, con carreteras y viviendas reducidas a escombros, y servicios vitales destruidos.

“Por nuestra experiencia, sabemos en estos terribles primeros días, las necesidades básicas deben satisfacerse de manera urgente. Después de un terremoto, muchas personas duermen a la intemperie por miedo a las réplicas. En momentos así, además de la ayuda de primera necesidad, es fundamental atender las necesidades emocionales de los niños y niñas. En las primeras horas, los esfuerzos de búsqueda y rescate deben ser la máxima prioridad, así como la asistencia médica vital, los alimentos, el agua potable y el saneamiento”, afirma Unni Krishnan, director global de ayuda humanitaria de Plan International.

“Como organización con amplia experiencia en respuesta a emergencias, nos solidarizamos con la población de Marruecos y con todas las personas que participan en las labores de rescate y socorro. La infancia está ahora en una situación más vulnerable, especialmente quienes han perdido a sus padres, y las niñas que han sido separadas de su familias y amigos y desplazadas de sus hogares. Los esfuerzos de socorro deben poner a los niños y niñas, los más vulnerables, en primer lugar”, asegura Concha López, directora de Plan International España.