En el marco del Día Internacional de la Niña, que se conmemora el próximo 11 de octubre, Plan International, organización que trabaja por la igualdad de las niñas y los derechos de la infancia, ha presentado hoy en el Congreso de los Diputados el informe global “El Estado Mundial de las Niñas 2025: Déjame ser una niña, no una esposa”, un estudio que revela la persistencia del matrimonio infantil en todo el mundo y sus devastadoras consecuencias para millones de niñas.
El acto ha sido inaugurado por la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol y por la directora general de Plan International en España, Concha López, quienes han subrayado la urgencia de fortalecer las políticas, leyes y programas que protejan a las niñas frente a los matrimonios y uniones tempranas y de garantizar su educación, autonomía y participación social.
“El matrimonio infantil persiste debido a la pobreza, la discriminación y la falta de oportunidades formativas y esta situación se amplía en situaciones de conflicto. Cada año se producen 12 millones de bodas y 21 millones de embarazos adolescentes y la legislación es imprescindible, aunque insuficiente. Cada 3 segundos, una niña es obligada a casarse; en la hora que dura este evento, 1.200 niñas se habrán convertido en esposas y perderán los derechos de su infancia. La vida de casadas es una carga demasiado grande para ellas y, de hecho, rechazan estas uniones para sus hijas e hijos. No quieren que pasen por lo mismo que ellas”, explicó Concha López.
“El informe de Plan International resulta pertinente, respetuoso y exhaustivo, porque pone a las niñas en el centro de la mirada y de la actuación y se basa en sus voces y sus experiencias. Hay que seguir legislando, sabiendo que la principal causa es la pobreza y la desigualdad”, afirmó por su parte la presidenta del Congreso, quien urgió a actuar ya “porque en la niñez no existe el mañana”.
12 millones de niñas son casadas cada año antes de los 18 años
Aunque la tasa de prevalencia global ha descendido ligeramente —del 22 % al 19 % en la última década—, el progreso se ha ralentizado y en muchos contextos los avances se han visto amenazados por la pobreza, los conflictos, las crisis humanitarias y la desigualdad de género.
El estudio, basado en entrevistas en profundidad con más de 250 niñas y jóvenes de entre 15 y 24 años en 15 países de África, Asia y América Latina revela que el matrimonio infantil pone fin a la educación, aumenta el riesgo de violencia y limita la independencia y el bienestar físico y mental de las niñas.
Las niñas exigen cambios
Durante el acto, las jóvenes portavoces del comité juvenil Youth for Change, Isabel, de 22 años (Venezuela), y Karishma, de 24 (Afganistán), han dado voz a las niñas que participaron en la investigación y han trasladado un mensaje directo a los representantes parlamentarios: “Señorías, ¿qué están haciendo y qué van a hacer desde el Congreso para luchar contra el matrimonio infantil y proteger a las niñas casadas?”.
“Es necesario que todas las administraciones públicas tengan planes contra el matrimonio forzoso, con programas específicos y protocolos para la detección por parte de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Es un tema que hay que abordar como una forma de violencia sexual, garantizando la formación específica de todos los profesionales involucrados. Gracias a las jóvenes que nos acompañan, por su compromiso, por dar esperanza y ser la voz de todas las niñas del mundo”, ha afirmado Ana Alós, representante del Grupo Parlamentario Popular.
“Tenemos una responsabilidad como sociedad y como legisladores. Los derechos de las niñas y mujeres no están consolidados y se ven especialmente amenazados en situaciones de crisis humanitarias y conflictos. Gracias por alzar la voz y derribar esos muros para que las niñas del mundo puedan vivir y decidir en paz. Nuestro grupo os tiende la mano para seguir avanzando”, ha dicho Emilia Almodóvar, por parte del Grupo Parlamentario Socialista, durante su intervención.
“Sabemos que casos como el de estas niñas existen en España. En 2024 hubo 24 casos en nuestro país. Pretendemos que se introduzcan más protocolos, prevención y detección”, ha afirmado Blanca Armario, del Grupo Parlamentario VOX.
Según los datos del informe, en España los matrimonios infantiles representan una cifra muy baja. Esta práctica continúa afectando especialmente a mujeres y niñas, muchas de ellas pertenecientes a comunidades migrantes o en situación de especial vulnerabilidad social. Según datos del INE, en 2023 contrajeron matrimonio 27 niñas y 2 niños de entre 16 y 17 años. Las últimas cifras hablan de una proporción del 0’0053% de matrimonios de mujeres menores de edad.
“El sistema tiene que llegar a tiempo y hacer un acompañamiento continuado. Es necesario trabajar con quien conoce, de primera mano, lo que sucede; con organizaciones como Plan International que tienen una capilaridad que nosotros no tenemos. Es necesaria legislación, estrategia enfocada a conseguir resultados y una protección que llegue a tiempo, porque los derechos de las niñas no son negociables”, ha explicado Lander Martínez, del Grupo Parlamentario SUMAR.
Durante su intervención, Pilar Calvo, del Grupo Parlamentario Junts per Catalunya ha explicado cómo el término “esposa”, como sinónimos de compromiso, ha sido tergiversado a lo largo de los siglos, hasta relacionarlo con la falta de libertad. “Hay que poner el foco en que hoy se ha dado la cifra de 12 millones de niñas, pero seguramente la cifra es mucho más importante. El matrimonio forzoso es una forma de violencia sexual. Escucharos hace que prevalezca esa mirada limpia a la hora de defender los derechos de las niñas. Gracias por esa maravillosa presión que nos ponéis”.
“El matrimonio infantil supone una terrible violación de los derechos humanos, de las personas más vulnerables. Hemos tomado buena nota y más allá de los discursos, se necesitan acciones y no palabras. Se necesitan medios humanos y económicos, así como coordinación entre los diversos actores institucionales, educativos, jurídicos, sociales, etc.” afirmó Marije Fullaondo, del Grupo Parlamentario Euskal Herría Bildu.
“Desde nuestro grupo apoyamos iniciativas internacionales para prevenir el matrimonio infantil, así como programas de formación, que promueven los derechos de las niñas. Vamos a seguir trabajando con entidades e instituciones, porque esto no puede quedarse en un discurso; se debe pasar a la acción”, ha explicado Nerea Rentería, del Grupo Parlamentario Vasco, que afirmó que “las niñas no necesitan compasión, sino justicia”.
Una llamada urgente a la acción
Plan International hace un llamamiento a los gobiernos, instituciones y sociedad civil para fortalecer las leyes y políticas públicas que prohíban y sancionen los matrimonios y uniones infantiles. Además, se considera fundamental invertir en educación, salud y empoderamiento económico de las niñas y adolescentes, así como apoyar a las niñas casadas con formación, protección y reintegración educativa. La ONG considera imprescindible transformar las normas sociales y de género, que perpetúan la desigualdad y escuchar y apoyar el liderazgo de las niñas y jóvenes activistas, verdaderas agentes del cambio.
“Las niñas que fueron obligadas a casarse no quieren que sus hijas vivan lo mismo. Su esperanza en un futuro diferente es la base del cambio. Dejémoslas ser niñas, no esposas”, ha afirmado Concha López, directora general de Plan International España.
Sobre el informe “Déjame ser una niña, no una esposa”
El informe forma parte de la serie anual “El Estado Mundial de las Niñas”, elaborada por Plan International para analizar la situación de las niñas y adolescentes en todo el mundo.
Puedes leer aquí el estudio completo.