Las necesidades de los niños y niñas afectados por el devastador terremoto de 5,6 grados que sacudió la ciudad de Cianjur, en Java Occidental, el lunes 21 de noviembre, deben ser prioritarias en la respuesta, afirma Plan International, la organización humanitaria y de derechos de la infancia.
Muchas de las personas muertas y heridas eran niños y niñas que en el momento de la catástrofe estaban en escuelas, madrasas e internos en escuelas islámicas. Miles se han quedado sin hogar, lo que genera miedo e incertidumbre. Es vital que los niños y las niñas reciban el apoyo que necesitan para puedan superar lo ocurrido, afirma la organización.
“Sentimos profundamente el impacto que el terremoto de Cianjur ha tenido sobre las personas afectadas, especialmente sobre las que han perdido a sus hijos. Como organización que se centra en garantizar los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas, nos estamos moviendo rápidamente para ayudar a las familias afectadas por el terremoto”, explica Stefano Fino, Coordinador del Área de Acción Humanitaria de Plan International en España.
La organización ha desplegado un equipo de respuesta de emergencia y se están preparando kits de higiene, paquetes sanitarios, así como alimentos y agua embotellada para distribuirlos entre los niños y las niñas, así como entre sus familias.
“Tras obtener datos más precisos de nuestro equipo de respuesta rápida, que está evaluando la situación, podremos atender plenamente las necesidades de los niños y las niñas a quienes ha afectado el desastre”, explica Dini Widiastuti, Directora Ejecutiva de Plan International en Indonesia.
“Estamos identificando el impacto de la catástrofe y las necesidades específicas, incluyendo la ayuda a los niños y niñas que han perdido a sus cuidadores, los servicios psicosociales, los refugios temporales adaptados a la infancia, las instalaciones temporales de aprendizaje para niños y niñas desplazados por el terremoto y sus necesidades de protección, así como otras ayudas como agua potable y materiales de higiene personal.”
Hasta el momento, el número exacto de personas muertas no está claro. La Agencia Nacional de Mitigación de Desastres de Indonesia (BNPB) eleva el número oficial de muertos a 103, cifra en 390 las personas que han resultado heridas, y en 7.000 las que se han refugiado en varios lugares de la zona.
La mayor parte del territorio indonesio es propenso a las catástrofes naturales, como terremotos, inundaciones, incendios forestales y erupciones volcánicas, por lo que los desastres pueden ocurrir en cualquier momento. Cuando los sucesos suceden por la mañana, por la tarde y a primera hora de la noche, los niños y las niñas tienen más probabilidades de sufrir las consecuencias. El terremoto de Cianjur se produjo a la 1 de la tarde, cuando los niños y las niñas aún estaban en la escuela.
“En las zonas rurales, como Cianjur, los niños y las niñas suelen estar en las escuelas, madrasas e internos en las escuelas islámicas a la 1 de la tarde. Mientras tanto, los ancianos, las personas con discapacidad y las mujeres están en casa. Los hombres suelen estar en los campos de arroz o trabajando al aire libre. Por tanto, los niños y las niñas, así como los discapacitados, los ancianos y las mujeres tienen más probabilidades de verse afectados por las catástrofes”, afirma Widiastuti.
Por este motivo, Plan International insta al gobierno y a todas las partes implicadas a reforzar los programas de preparación ante los desastres en las escuelas y en las comunidades, especialmente en las zonas propensas a los desastres, como Cianjur.
También es vital garantizar que las escuelas y los edificios comunitarios de las zonas vulnerables a las catástrofes son resistentes a los terremotos, las inundaciones y otros peligros. Los programas Urban Nexus y Safe Schools de Plan International podrían ser reproducidos y reforzados por el gobierno para que tengan un mayor alcance.