Vuelta al cole: los impactos de la crisis alimentaria ponen en riesgo la educación de millones de niñas en todo el mundo

Coincidiendo con el inicio del próximo curso escolar en España, Plan International, organización que trabaja por los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas, alerta de que la crisis alimentaria actual está poniendo en peligro la educación y el futuro de toda una generación de niñas y adolescentes que no volverán a las aulas por los impactos del hambre.

“Desde que comenzó la sequía, falto muchas veces a clase porque hay otras prioridades en casa, como cuidar del ganado o recoger agua para toda la familia. Cada vez tengo que ir más lejos a por agua. Si salgo a las 8:30, no vuelvo a casa hasta mediodía, y entonces ya no puedo ir al colegio”, explica Hibbaq, de 18 años, una joven de Somalia que, al igual que millones de niñas en su país y en el resto del mundo, está en riesgo de abandonar sus estudios debido a la crisis del hambre, lo que pone en peligro su protección y aumenta su exposición a la violencia y a otras violaciones de sus derechos.

Los efectos del cambio climático, el incremento de los costes de los alimentos y combustibles derivados de la crisis de Ucrania y la COVID-19 están ocasionando la mayor crisis de hambre de la historia. Este año, 50 millones de personas en hasta 53 países podrían enfrentarse a la hambruna, y casi 45 millones de niños y niñas menores de cinco años padecen años ya sufren emaciación, una forma de desnutrición que provoca delgadez y debilidad extremas y que puede causar la muerte.

“Como suele ocurrir en otras crisis, las niñas y las mujeres son las que están sufriendo las peores consecuencias. Desde Plan International hacemos de nuevo un llamamiento para que los donantes y Estados adopten medidas urgentes que aborden esta situación desde una perspectiva de edad y de género y se garantice la educación y protección de las niñas y adolescentes, la prevención y la respuesta a la violencia de género y la explotación sexual, la salud y la nutrición de las madres, recién nacidos, los niños y niñas, y los servicios de salud sexual y reproductiva”, ha declarado Concha López, directora general de Plan International en España.

Las niñas y las mujeres suelen comer menos y en último lugar en los países que se enfrentan a crisis y conflictos. En 2022, se estima que el 31,9% de las mujeres del mundo sufría inseguridad alimentaria moderada o grave, frente al 27,6% de los hombres. A medida que se agudiza la pobreza y la falta de acceso a los recursos, las familias recurren a fórmulas perjudiciales para las niñas y adolescentes: abandono escolar, sobrecarga de tareas de cuidados y domésticas, matrimonios infantiles, trabajo infantil, migraciones forzadas y explotación sexual.

“El cierre de escuelas debido a la pandemia y a los conflictos ha interrumpido los programas de alimentación escolar y la distribución general de alimentos y efectivo a las familias. Las crisis encadenadas están provocando un mayor retroceso en la educación y protección de las niñas, lo que ahonda la brecha de género en la educación”, señala Laetitia Sánchez, especialista en Protección Infantil de Plan International en España.

La organización reclama a los donantes y a los Estados que actúen para frenar cuanto antes esta crisis mundial e inviertan de manera urgente los 21.000 millones de euros necesarios para evitar que 49 millones de personas lleguen a la hambruna. Además, solicita que los fondos estén disponibles de inmediato, sean flexibles, y se inviertan con un enfoque de infancia y de género.

Respuesta de Plan International

Plan International inició en el mes de mayo una campaña a nivel global para apoyar a los niños, niñas y adolescentes afectados por la crisis del hambre. La organización está trabajando en los países prioritarios, Burkina Faso, Etiopía, Haití, Kenia, Malí, Níger, Somalia y Sudán del Sur, ampliando su respuesta a través de la distribución general de alimentos, la asistencia con dinero en efectivo y cupones, la alimentación escolar, la detección de malnutrición y la suplementación nutricional. Además de las intervenciones para salvar vidas, Plan International está intensificando las actividades de protección y apoyo a los medios de vida, como la alimentación complementaria del ganado, el suministro de semillas y otros insumos agrícolas.

La organización también ha aumentado los programas de alimentación escolar, gracias a los cuales se mejora el estado nutricional de la infancia y la seguridad alimentaria de los hogares, además de contribuir a aumentar la matriculación, el rendimiento y la asistencia escolar, especialmente entre las chicas adolescentes. Las investigaciones demuestran que las comidas escolares pueden promover positivamente la equidad de género al apoyar a las niñas para que asistan a clase, aumenten su capacidad de aprendizaje y se gradúen, reduciendo así el riesgo de matrimonio infantil, los embarazos precoces y la violencia de género.