La mayor aspiración para muchas niñas de zonas rurales en Ecuador es ser madre y tener hijos/as. Nataly, de 20 años, trabaja en las comunidades del cantón de Cayambe, en la provincial de Pichincha (Ecuador), para concienciar sobre los derechos de la infancia, la igualdad y la importancia de no dejar de estudiar.
Estas visitas forman parte de un programa de Plan International y le han servido para cambiar su percepción de la región donde vive y conocer mejor su realidad. “Ser testigo de tanta desigualdad e injusticia ha desatado en mí el deseo de querer mejorar las cosas que nos afectan como sociedad”, afirma.
Las formaciones recibidas por parte de Plan International han contribuido a que el mensaje de Nataly llegue cada vez a más gente. Antes del confinamiento, participó en varios talleres que le sirvieron para mejorar sus habilidades comunicativas y su conocimiento acerca de temas como la violencia de género, los estereotipos y los roles de género.
“Me he dado cuenta de que, para poder influir en la gente, tengo que expresarme mejor. Ahora hablo con más gente, valoro conocer a otras personas y escuchar lo que piensan”, asegura la joven ecuatoriana.
Redes sociales “para hacer el bien”
Además, Nataly gestiona actualmente, junto a siete chicas, las páginas de Facebook e Instagram del “Movimiento Por Ser Niña”, un grupo de jóvenes creado por Plan International para que niñas, niños y jóvenes de Ecuador aprendan sobre la igualdad de género.
Nataly cree que las redes sociales son un mecanismo de control que marca nuestras vidas, pero, en lugar de centrarse en sus aspectos negativos, dice que pueden usarse como “una herramienta para hacer el bien”.
Tras desarrollar grandes habilidades de liderazgo, Nataly afirma que “un o una buena líder debe tener la capacidad de cambiar el mundo, no a través de la imposición, sino de la argumentación”.