Garantizar que la educación sea inclusiva y accesible para los niños y niñas con discapacidad

Sallieu, un niño de 10 años que nació con una discapacidad física que limita su movilidad, utiliza una silla de ruedas para moverse por su remota aldea en Sierra Leona. Actualmente vive con su abuela, quien cultiva algunos productos en un pequeño terreno. 

Sallieu estudia en un centro situado a unos 5 km de su pueblo y tiene que cruzar tres riachuelos para llegar hasta allí. Normalmente lo acompaña su abuela, quien lo lleva a cuestas a través de los arroyos y, después, recoge de nuevo su silla de ruedas. 

Sin embargo, la edad y los problemas de salud empiezan a pasarle factura a la abuela de Sallieu, quien ahora no puede llevarlo a la escuela todos los días. Aunque hay otros niños de su pueblo que realizan la misma ruta cada día, Sallieu dice que le intimidan y no llegan a aceptarle.  

Estos retos a la hora de moverse, unido a otros como la falta de materiales didácticos tanto en casa como en la escuela, han tenido un impacto negativo en la asistencia a la escuela de Sallieu, cuya educación había empezado a resentirse. 

En Sierra Leona, los niños y niñas con discapacidad suelen ser discriminados y muchas veces se considera que no merece la pena invertir en su educación. Además, la infancia suele sufrir acoso por parte de sus compañeros y de los profesores. 

Como parte de un proyecto de la Alianza Mundial por la Educación ejecutado por Plan International, estamos apoyando a los niños y niñas con discapacidad a través de materiales escolares y apoyo emocional y psicosocial. Hemos creado clubes infantiles en las escuelas, cuyos miembros han recibido formación sobre inclusión y sobre cómo y ayudar a los niños y niñas con discapacidad para que permanezcan en la escuela.  

En estos clubes, los y las participantes pueden acceder a un espacio seguro en el que reunirse regularmente, establecer relaciones, apoyarse mutuamente, desarrollar la confianza y compartir sus experiencias con los demás. Los supervisores escolares y los profesores también han recibido formación sobre cómo prestar apoyo psicosocial a los niños y niñas con discapacidad y cuál es la mejor manera de incluirlos en las actividades del aula. 

Uno de los profesores de Sallieu identificó que su asistencia era escasa y su aprendizaje estaba en peligro. Entonces, empezó a establecer una relación más estrecha con Sallieu y animó a sus compañeros a apoyarle.  

Gracias a ello, ahora Sallieu dice que se siente más apoyado en la escuela. Los niños y niñas le ayudan a llegar a clase y le incluyen en sus juegos, lo que le ha hecho sentirse más aceptado y bienvenido. Sus profesores dicen que ahora está más dispuesto a aprender, es mucho más feliz y suele participar en las actividades escolares. 

“Creo que voy a cumplir mi sueño de ser banquero”, concluye Sallieu.