Fortaleciendo los derechos de las niñas indígenas en Ecuador

Ruth, de 17 años, forma parte del programa de apadrinamiento de Plan International desde los cinco años. Pertenece a la comunidad indígena Puruhá, que forma parte de la nación kichwa en Ecuador. Ruth, de 17 años, forma parte del programa de apadrinamiento de Plan International desde los cinco años, el segundo idioma más hablado de la familia de las lenguas quechuas. 

“Mi padre es albañil y trabaja en la construcción, y mi madre es agricultora y cultiva patatas, melloco y habas. También cría algunos animales como gansos, conejos y gallinas, y, con los ingresos que obtiene, invierte en nuestra educación”, cuenta Ruth, que tiene cuatro hermanas y un hermano. 

Ruth, que actualmente está en su primer año de secundaria, camina una hora todos los días para llegar a la escuela. Se considera una chica sociable a la que le gusta pasar tiempo con sus compañeros, compañeras y profesores. Sin embargo, después de vivir una experiencia complicada, abandonó la escuela durante dos años. 

Gracias al apoyo de Plan International, Ruth ha vuelto recientemente a la escuela. “Retomé mis estudios y ahora estoy bien”, dice Ruth, que ahora asiste a clase tres días a la semana y estudia desde casa los otros dos días. 

Ruth nos cuenta que le gusta estudiar, que su asignatura favorita son las matemáticas, y que en el futuro quiere dedicarse a la medicina para ayudar a su comunidad. “Cumpliré mi sueño: seré una profesional de la salud y ayudaré a los niños y niñas”. 

Desde muy joven, Ruth ha participado en talleres dirigidos por Plan International, donde ha aprendido habilidades de liderazgo y a hablar en público. También forma parte del grupo Girls’ Movement, que aborda temas relacionados con la igualdad. 

“Estoy muy agradecida a mis padres porque me han dado todo el apoyo que necesito para asistir a los talleres y actividades y para sumarme a las iniciativas en mi escuela”. 

En su tiempo libre, Ruth ayuda a su familia en las tareas de cultivo, así como a alimentar a las gallinas y a los conejos. Es consciente de que, gracias a estos ingresos, tanto ella como sus hermanos pueden seguir estudiando. 

Cuando le preguntamos por sus referentes, Ruth responde: “admiro a las mujeres indígenas como Dolores Cacuango y Tránsito Amaguaña, que fueron grandes líderes y luchadoras por los derechos. Estoy muy agradecida a Plan International porque me ha dado la oportunidad de participar en diferentes actividades que buscan la igualdad de derechos para las niñas y las mujeres”.