Cómo Hindatou consiguió evitar su matrimonio

Hindatou, quien acaba de cumplir los 18 años, vive con su madre y ocho hermanos en la región de Maradi en Níger. Después de dejar sus estudios, ahora pasa la mayor parte de su tiempo en casa. “Dejé la escuela en sexto grado porque no me iba bien. Mis padres pensaron que estaba perdiendo el tiempo y que no estaba aprendiendo nada“. 

Uno de los principales desafíos de la educación en Níger es la calidad del aprendizaje, que se ve afectado por problemas de seguridad, pobreza y acceso deficiente a las escuelas. Aunque la educación es obligatoria entre los siete y los quince años, Níger tiene una de las tasas de alfabetización más bajas del mundo, especialmente entre las niñas y adolescentes. 

Hindatou nos cuenta que dedica su día a las tareas del hogar y que ha comenzado su propio negocio. “Lavo los platos, hago la colada, preparo la comida, barro el patio y vendo rosquillas por las tardes con el apoyo de mi madre, quien me ayudó a establecer una actividad de venta de cacahuetes garrapiñados. Gano unos 60 céntimos de euro al día, que utilizo para mantener a mi familia”. 

A pesar de ser económicamente independiente, los padres de Hindatou estaban deseosos de ver a su hija casada. “Mis padres querían casarme con mi primo, a quien no amo, porque sienten que el lugar de una mujer está en el hogar”, explica. 

Para apoyar a chicas como Hindatou, el proyecto Rompiendo Cadenas de Plan International está trabajando para garantizar los derechos de las niñas y apoyando a chicas y mujeres jóvenes para evitar los matrimonios tempranos y forzados, así como los embarazos adolescentes. 

“Un día nos visitaron unos agentes de Plan International que estaban realizando campañas de sensibilización puerta a puerta, ya que nuestro pueblo alberga a muchas chicas que abandonaron la escuela y son obligadas a casarse. Mis padres y yo nos dimos cuenta de la importancia de la educación y la salud sexual y reproductiva para las niñas”, dice Hindatou. 

“Estas sesiones de sensibilización fueron realmente útiles para mí, ya que aprendí cómo manejar mi menstruación y acudir al centro de salud si tengo síntomas fuera de lo normal. Ahora, a mis padres no les importa que vaya al centro de salud con su permiso. Además, me he dado cuenta de los riesgos que corren las chicas jóvenes casadas, en particular el embarazo temprano, las enfermedades de transmisión sexual y los abusos”. 

Con la esperanza de evitar su matrimonio con su primo, Hindatou buscó la ayuda de una de las enfermeras del centro de salud. “No pudo convencer a mis padres, así que fui al jefe del pueblo para contarle mi situación. Afortunadamente, pudo convencerles y el matrimonio no se llevó a cabo”. 

Con su matrimonio cancelado, Hindatou quedó libre para encontrar el amor con quien quisiera. “Tengo un novio a quien he elegido yo y he presentado a mis padres. Él es agricultor. Hemos decidido casarnos después de la cosecha”. 

SOBRE EL PROYECTO 

“Rompiendo Cadenas” es un programa conjunto de cinco años de Plan International, SRHR Africa Trust (SAT) y el Foro de Mujeres Africanas para la Educación (FAWE) en colaboración con los socios técnicos The Royal Tropical Institute (KIT) y Rozaria Memorial Trust (RMT) y el Ministerio de Asuntos Exteriores de los Países Bajos como socio estratégico. 

El objetivo es que los y las adolescentes tomen sus propias decisiones libres e informadas sobre su salud sexual y reproductiva para combatir el embarazo en la adolescencia y el matrimonio infantil, temprano y forzado, y en algunos países, la mutilación genital femenina.