Dame, madre de tres hijos, dice que solía ser reacia a ir al médico, optando en su lugar por consultar con curanderos tradicionales que administran remedios naturales.
“Mi esposo y yo mantuvimos esta idea hasta que mi hijo desarrolló malaria crónica. Eso fue hace dos años, antes de dar a luz a mi hijo más pequeño. Que mi hijo tuviera malaria ha sido la peor pesadilla para mi marido y para mí. Al principio intentamos la automedicación en casa, sin imaginar lo que nos esperaba.
Dos días después, nos vimos obligados a ir con el niño al centro de salud. Allí hicieron todo lo posible para bajarle la fiebre. Al final, el jefe del centro nos dijo que enviáramos al niño al hospital regional. Nos ayudó a encontrar transporte rápidamente porque, de lo contrario, lo hubiéramos perdido.
Pasamos una semana y algunos días en el hospital, donde nuestro hijo recibió varias dosis de medicamentos y sangre, ya que estaba deshidratado y anémico. Esto le costó mucho dinero y tiempo a mi esposo. Tenemos que admitir que pusimos en riesgo la vida de nuestro hijo Demba.”
En los últimos años, Guinea ha logrado un enorme progreso en el control y la prevención de la malaria en los últimos cinco años, reduciendo considerablemente la prevalencia de la malaria en niños y niñas menores de cinco años, los incidentes anuales de malaria y las muertes en pacientes hospitalizados.
Este progreso se debe a la rápida intensificación de las iniciativas de prevención y control de la malaria, lideradas por el Programa Nacional de Control de la Malaria en colaboración con Plan International. Los niños y niñas de entre 3 y 59 meses reciben una dosis de Sulfadoxina Pirimetamina acompañada de un tratamiento de Amodiaquina de dos días, tomado por vía oral una vez al mes durante cuatro meses.
Gracias a este enfoque, se ha construido un nivel de confianza en las comunidades donde Plan International opera, asegurando que nuestra campaña contra la malaria reciba un fuerte apoyo de las personas locales que comprenden los beneficios de la medicación.
Los trabajadores de salud comunitarios van de puerta en puerta para llegar a los niños y niñas y remiten a cualquier niño enfermo al centro de salud más cercano para un tratamiento rápido. Desde su aterradora experiencia de casi perder a su hijo, Dame ahora es una fiel defensora de las vacunas.
“Los medicamentos son muy buenos para proteger a los niños y niñas contra la malaria. Desde esa mala experiencia, siempre he esperado en casa a los equipos que distribuyen el medicamento. Tan pronto como escucho las noticias en la radio, hago todo lo posible por respetar las fechas que anuncia la radio para la distribución.
Desde que empecé a dar las diferentes dosis a mis dos hijos más pequeños, no han vuelto a enfermarse. Esta es la tercera vez que los trabajadores de salud nos visitan. Hoy puedo decir que mis hijos están acostumbrados a estos medicamentos y ya no se enferman. Puedes ver lo bien que está el más pequeño, ¿verdad? Estoy muy contenta con su trabajo. Aquí ya no hay más malaria, y estoy muy feliz.
La jefa del centro de salud local, Madame Saran, dice que desde el inicio de la campaña contra la malaria de Plan International en la región de Faranah, el número de casos de malaria ha disminuido.
“Hoy en día, la gente en todas partes duerme bajo mosquiteros distribuidos por Plan International. Lo importante es que se informa a las personas y se les conciencia sobre las medidas preventivas a diario.”