El informe realiza un diagnóstico sobre el mercado laboral en España, en el que se detectan algunas tendencias que podrían posicionar a la mujer en una situación de desigualdad en los próximos años. Entre estas destacan la elección de itinerarios formativos diferenciados entre hombres y mujeres -las mujeres optan por profesiones más ligadas a la asistencia y la salud, los hombres prosiguen itinerarios más orientados a las profesiones técnicas-; la participación minoritaria de la mujer en algunos de los sectores que se espera creen mayor ocupación en los próximos años; las dificultades propias de la incorporación de la mujer al mercado laboral –reflejadas en la evolución de los salarios, o la temporalidad y la equidad de géneros en la tasa de actividad-; o el envejecimiento de la población –que podría derivar en presión para que algunas mujeres renuncien a su trabajo para dedicarse al cuidado de las personas mayores.