Las personas jóvenes deberían tener oportunidades para ejercer sus derechos, desarrollar todo su potencial y cumplir sus ambiciones. Las niñas y las mujeres jóvenes enfrentan barreras añadidas, por lo que se deben tomar medidas específicas para que accedan en igualdad a la educación y el mercado laboral, garantizando sus derechos y desafiando los estereotipos de género. En concreto, hay ámbitos, como el de la formación y las profesiones STEM (Science, Technology, Engineering y Mathematics), donde se encuentran considerablemente menos representadas.
La educación de calidad debe abordar las barreras de género, tanto en el contenido como en la metodología de enseñanza, y también debe evitar la orientación laboral segregada por género, poniendo las oportunidades profesionales al alcance de mujeres y hombres por igual.