Los niños de Níger comienzan a alimentarse con comida del ganado


Abril 2012. En Níger muchas familias han comenzado a alimentarse a base de mijo, madera de los árboles y de los desechos reservados para los animales. Halima, madre de cuatro niños menores de cinco años, muestra su preocupación: ?No tenemos alimentos. Comemos los residuos que antes dábamos al ganado y tengo miedo de que mis hijos se vayan a morir?. Halima cuenta su situación sentada debajo de una sábana atada a cuatro palos clavados en el suelo, su única casa.

Un millón de niños menores de cinco años corren riesgo inmediato de malnutrición severa en la franja del Sahel. ?Apenas ha llegado el 35% de la ayuda necesaria para paliar la grave situación. Seguimos trabajando contrarreloj. Es necesario que la comunidad internacional vuelva los ojos al Sahel y actúe?, dice Concha López, directora general de PLAN en España.

Las interminables épocas de sequía, las malas cosechas y las plagas de insectos de grillos y langostas han adelantado a abril la llamada ?época del hambre? que, en situación normal, transcurre de junio a septiembre. La emergencia alimentaria afecta a más de 12 millones de personas en Níger, Burkina Faso, Malí, Chad y Camerún.

El agravante del golpe de estado de Malí

El golpe de estado en Malí el pasado mes de marzo ha provocado el desplazamiento de 220.000 personas y ha desestabilizado aún más la precaria situación de los países adyacentes. Cerca de 95.000 malienses permanecen en el norte del país sin posibilidad de recibir ayuda por la difícil situación política y 130.000 han huido a Burkina Faso, Mauritania y Níger.

A 150 kilómetros de Niamey, en Ayourou, Niger, muy cerca de la frontera con Malí, PLAN ha repartido ayuda de emergencia entre 10.000 refugiados malienses. El derecho internacional establece que al estar apenas a 5 kilómetros de su propia frontera no pueden ser calificados de refugiados. El gobierno nigeriano no está obligado a atenderles y sin embargo, a pesar de contar con cinco millones de nigerianos en alerta alimentaria y un millón de niños en riesgo de malnutrición severa, está colaborando con sus vecinos. El gobierno local de Tillaberi se ha asegurado de que los refugiados tengan un lugar donde asentarse y está facilitando la labor a ONG como PLAN en el reparto de alimentos, refugio y atención médica.

Los refugiados malienses comen una vez al día, por la mañana, y soportan 35º a la sombra mientras mendigan alimentos para los hijos. ?Me honra que la gente local comparta los pocos recursos que tienen, aunque a veces me siento culpable cuando me dan un vaso de agua fría y pienso en lo que están sufriendo los que están aquí? cuenta Azahara Naziou,  una refugiada de Malí que llegó con sus tres hijos huyendo de los bandidos que entraron en su aldea y robaron el ganado. ?Cuando me fui no me podía traer nada porque tenía que llevar a mis hijos. Ni siquiera alimentos. Mi marido se ha ido a buscar trabajo al extranjero y yo voy pidiendo comida a la gente que me encuentro por el camino? agrega.

Hassane Mahamadou, director de programas de PLAN en Tillaberi, Niger, explica: ?La situación no es buena. Esta zona está debilitada por las malas cosechas y las plagas. Tras unas fuertes lluvias que destrozaron los campos de cultivo vinieron los grillos, que arrasaron con los restos. Así que no hay pastos para el ganado ni para la población?.

En Burkina Faso, el trabajo de PLAN se centra en dos campamentos de refugiados en Djibo  en la provincia de in Soum Province, una de las principales vías de entrada de los refugiados de Malí. D los 9.500 refugiados en esos campamantos, se estima que 6.000 son menores de 17 años. PLAN ha puesto en marcha proyectos de emergencia para garantizar el acceso de agua potable de los refugiados y de escolarización dentro del campamento para que los niños así como ?espaciós de seguridad? donde los menores pueden pasar el día bajo un entorno lúdico, educacional y protector.

Los índices de desnutrición infantil son alarmantes ya que más de un millón de niños en el país se encuentran en riesgo de desnutrición severa y arrastran enfermedades como la tos ferina o la meningitis. ?Estamos recibiendo bastante niños, muchos más que el año pasado. Cada mes tenemos cerca de 100 que llegan completamente desfallecidos porque no tienen nada que comer, están muy enfermos? cuenta Mariétou Adamou, enfermera jefe del Centro de Recuperación Nutricional Intensiva de PLAN en Niger.

Emergencia alimentaria, también en Camerún

La misma escena se repite en Camerún. El doctor Pierre, del centro nutricional de PLAN en Pitoa, al norte del país,  ve cada semana una media de cinco niños menores de cinco años de edad con debilidad crónica.Son los casos más graves que he visto hasta ahora. Se debe educar a las comunidades acerca de los alimentos disponibles para que puedan preparar comidas nutritivamente equilibradas” explica.

PLAN está distribuyendo antibióticos a niños y niñas de 0 a 5 años y también equipando los puestos de salud con balanzas para bebés y medidores de altura que puedan ayudar a diagnosticar la desnutrición severa. ?Se están implementando programas de concienciación para enseñar a las madres a mantener a sus hijos sanos con los alimentos disponibles y que sepan reconocer los signos de la desnutrición?.

Haïssatou, es una agricultora de 24 años casada y con cuatro hijos que vive en Guibake, una pequeña aldea alejada de la ciudad. Acaba de regresar del centro nutricional en el que su hija de dos años ha estado cuatro días ingresada. “Voy a vender mis reservas de granos para cuidar a mi hija. La alimentamos con una papilla de maíz, que es lo único que me queda en el granero, aunque ya no tengo mucho.?

Paliando el hambre: proyectos de nutrición y diversificación agrícola

Desde principios de año, PLAN está llevando a cabo en Níger la instalación de sencillos sistemas de riego a la vez que se informa a la población de distintas opciones agrícolas con mayor valor nutricional, lo que permite diversificar la producción y aumentar la disponibilidad de alimentos en las aldeas.

Además, para paliar los efectos del alto precio de los alimentos, PLAN organiza bancos de cereales comprando cosechas locales y poniéndolo a disposición de las comunidades para que puedan adquirir los granos a un coste asequible. ?La población se ha quedado sin poder adquisitivo. Han heredado deudas de las crisis anteriores de manera que aunque los precios de los alimentos son relativamente bajos, la gente no puede pagarlos? explica Mahamadou, director de programas de PLAN en Níger.

En Camerún, se han puesto en marcha programas de detección de desnutrición entre la población menor de cinco años y de alimentación en  las escuelas que permite a los alumnos comer al menos una vez al día. ?Así mantenemos la asistencia a la escuela porque el porcentaje de abandono escolar ha sido muy alto. Un niño que no come no tiene fuerzas para estudiar y además muchos tienen que ayudar a sus padres a conseguir alimento?.

En Mali, al habitual reparto bianual de hierro. Vitamina A y desparasitarios, PLAN ha puesto en marcha un plan de reparto de alimentación de emergencia en 25 escuelas del país, que permite a 1511 niños comer cada día.