Acabemos con el estigma de la menstruación

Plan International, en Uganda desde 1992, trabaja con niños, niñas, profesores en distintas comunidades para romper con este tabú y con niñas y jóvenes para que aprendan a gestionar su propia higiene menstrual.





Con motivo del Día Internacional de la Higiene Menstrual, Plan International recuerda que los prejuicios y el estigma del ciclo menstrual provocan que millones de niñas en el mundo dejen la escuela cada año. La falta de higiene y privacidad en los colegios, sumado a la vergüenza que les produce a las niñas y jóvenes el sangrado, hacen que en países como Uganda las chicas pierdan entre uno y tres días de escuela por tener el periodo cada mes.

“Según las estadísticas del gobierno, solo la mitad de las niñas (57%) completan la educación primaria en Uganda”, dice Rashid Javed, director nacional de Plan International Uganda. “Si bien las razones son muchas y variadas, está claro que la menstruación juega un papel importante”, añade.

En numerosas ocasiones, los costes que suponen las compresas y otros materiales higiénico-sanitarios ahogan a las familias. Esto hace que las niñas dejen de ir a la escuela a partir de las primeras menstruaciones y que aumente su probabilidad de acabar en matrimonios tempranos. “El matrimonio infantil forzado es una grave violación de los Derechos Humanos, que condena a las niñas a una situación de pobreza y las pone en riesgo de padecer enfermedades y ser víctimas de la violencia”, indica Emilia Sánchez, directora de Incidencia Política de Plan International.

Ante la amenaza de que cientos de niñas y adolescentes en Uganda dejen la escuela por el tabú que supone el ciclo menstrual, Plan International, organización que trabaja por los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas, colabora con distintas comunidades para acabar con los prejuicios sobre la menstruación.

La organización ha construido retretes con puertas para que las chicas tengan privacidad, provistos de agua y jabón para mejorar las condiciones de higiene de las jóvenes. Un total de 191 escuelas de Uganda se han beneficiado de esta iniciativa y las chicas pueden seguir yendo a clase.

En la comunidad de Kamuli, Plan International también está impartiendo charlas informativas sobre la menstruación y talleres para que los niños y niñas fabriquen compresas reutilizables juntos. “Cuando tuve mi primer periodo no sabía lo que era la menstruación, tenía miedo de contárselo a alguien. Ahora sé que es algo normal”, cuenta una de las niñas.

Para las jóvenes en esta escuela, las compresas no son solo una necesidad sanitaria e higiénica, sino que también representan su libertad. Les dan la oportunidad de permanecer en la escuela más tiempo y continuar hacia la educación secundaria, lo que les permite tener un futuro mejor y prevenir el matrimonio infantil.

“George antes se reía de sus compañeras de clase cuando tenían el ciclo menstrual, sobre todo cuando las niñas manchaban la falda del uniforme, pero ahora ha cambiado su actitud”, cuenta Audrey, profesora en el colegio Pauline.

La mejora de la salud y la higiene menstrual es fundamental para hacer avanzar la educación de las niñas en los países en desarrollo, asegurar la salud física y psicológica de mujeres y niñas, fortalecer la economía creando oportunidades de trabajo y puestos locales, proteger el medio ambiente y conseguir el cumplimiento de los Derechos Humanos.