42 ONG advierten que el regreso de los refugiados a Myanmar ahora sería peligroso y prematuro

La ONU ha declarado repetidamente que las condiciones en Myanmar en este momento no son propicias para regresar. Los refugiados siguen huyendo de Myanmar y facilitar la repatriación ahora sería prematuro





Las agencias humanitarias y de la sociedad civil que trabajan en el estado de Rakhine en Myanmar y en los campos de refugiados de los rohingya en Bangladesh han expresado su profunda preocupación por la repatriación de refugiados que comenzará a mediados de noviembre, según un anuncio del Grupo de Trabajo Conjunto de los Gobiernos de Bangladesh y Myanmar, el 30 de octubre.

Los gobiernos de Myanmar y Bangladesh han asegurado a los refugiados y a la comunidad internacional que la repatriación solo ocurrirá cuando sea segura, voluntaria y digna. Hacemos un llamamiento a ambos gobiernos para que cumplan con sus compromisos.

La ONU ha declarado repetidamente que las condiciones en Myanmar en este momento no son propicias para regresar. Los refugiados siguen huyendo de Myanmar y facilitar la repatriación ahora sería prematuro. El regreso involuntario de refugiados de Bangladesh a Myanmar, donde sus vidas y su seguridad siguen en grave riesgo, es una violación del principio fundamental de no devolución.

Los refugiados siempre han dicho que quieren regresar a sus propios hogares y lugares de origen, o a los lugares de su elección. Quieren garantías de poder disfrutar de los mismos derechos y de la ciudadanía. Quieren garantías de que cesarán las extremas violaciones de derechos humanos que han sufrido, y que los responsables de la violencia de la que huyeron serán llevados ante la justicia. No quieren volver a las condiciones de confinamiento sin libertad de movimiento, ni acceso a servicios y medios de subsistencia. Temen que estas condiciones se vuelvan permanentes, como la situación en el estado de Rakhine Central, donde 128.000 rohingya y otros musulmanes han estado confinados en campamentos sin libertad de movimiento durante más de seis años.

Sobre todo, los refugiados nos dicen que tienen miedo. Huyeron a Bangladesh para buscar seguridad y están muy agradecidos con el gobierno de Bangladesh por brindarles un refugio seguro. Sin embargo, están aterrorizados por lo que les ocurrirá si son devueltos a Myanmar ahora, y se sienten angustiados por la falta de información que han recibido.

“Realmente queremos regresar, pero no sin la ciudadanía (…) Deben otorgarnos la ciudadanía y una vida normal, como las otras personas que viven en Myanmar. Tienen que dejarnos en paz y no hacer. Tengo un hermano en Myanmar. Todavía tienen miedo de dormir por la noche. Todavía tienen miedo de que los maten en sus camas. Después de venir aquí, gracias a las bendiciones de Alá y el gobierno de Bangladesh, podemos dormir por la noche. Pero mi hermano no puede dormir por la noche”, explica una mujer refugiada de 30 años, que vive en campamentos.

Como agencia de la ONU que tiene como misión proteger a los refugiados, ACNUR debe desempeñar un papel clave en cualquier proceso de retorno organizado, que incluya proporcionar a los refugiados información objetiva, actualizada y precisa en los idiomas y formatos pertinentes para permitirles tomar decisiones libres e informadas sobre si les gustaría ejercer su derecho a regresar y cuándo, obteniendo su consentimiento y monitoreando que las condiciones sean seguras para el retorno en Myanmar.

Hacemos un llamamiento a los gobiernos de Bangladesh y Myanmar para que cumplan con sus compromisos, y aseguren que los refugiados en Bangladesh puedan tomar decisiones libres e informadas sobre el retorno, basándose en el acceso a información completa e imparcial sobre las condiciones en el estado de Rakhine. Las agencias de la ONU deben tener acceso sin trabas a todas las partes del estado de Rakhine para proporcionar esta información y monitorear la situación en áreas de posible retorno.

Nota a los editores: 

  1. Para más información sobre las condiciones necesarias para la seguridad y el retorno voluntario consulte la declaración conjunta de las ONG internacionales en Myanmar emitida el 8 de diciembre de 2017. 
  2. El Primer Ministro de Bangladesh, Sheikh Hasina, afirmó públicamente el compromiso de su país de no devolver a los refugiados rohingya a Myanmar hasta que las condiciones fueran propicias, incluyendo “garantizar la protección, los derechos y el camino a la ciudadanía para todos los rohingyas” en su declaración de la Asamblea General de Naciones Unidas el 25 de septiembre de 2018 en Nueva York. El gobierno de Myanmar también ha hecho declaraciones públicas de que los refugiados deben regresar “voluntariamente con seguridad y dignidad”. 
  3. Para obtener más información sobre las condiciones de los derechos humanos dentro de Myanmar, consultar el informe completo de la Misión Internacional de Investigación en Myanmar que se publicó el 18 de septiembre de 2018. 
  4. El principio fundamental de la no devolución es la piedra angular de la protección internacional de los refugiados y evita el retorno o expulsión de un refugiado “de cualquier forma a los territorios donde su vida o libertad se verían amenazadas por su raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social particular u opinión política” (Artículo 33 de la Convención de Refugiados de 1951). 
  5. Incluso los Estados que no son signatarios de la Convención de Refugiados de 1951 están obligados por el principio de no devolución, que es un principio reconocido del derecho internacional consuetudinario. La Ley de Derechos Humanos (la Convención de la ONU de 1984 contra La tortura y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966) también prohíben el regreso o expulsión de una persona a un país donde corra peligro de ser torturado o perseguido. Para obtener más información, consulte la Nota de ACNUR sobre el Principio de no devolución
  6. Para más información sobre las normas internacionales relativas al voluntariado, repatriación, ver el Manual del ACNUR sobre Repatriación Voluntaria.