los resultados DE LA COP25 ignoran la EMERGENCIA y las voces de las niñias

Los resultados de la COP25 no reflejan urgencia, ambición ni foco en los derechos humanos.





Los resultados de la COP25 no reconocen la urgencia de la crisis climática global y posponen la toma de decisiones clave al próximo año. Se ha hecho evidente una desconexión total entre lo que la ciencia demanda, lo que los y las jóvenes activistas exigen y lo que se ha conseguido en las negociaciones. 

Esta falta de ambición y de acuerdos tendrá un gran impacto en las vidas de millones de niñas en las comunidades más vulnerables, que serán quienes sufran los peores efectos y consecuencias del cambio climático, como las migraciones. 

Muchos de los países que más contaminan rechazaron aceptar y pagar por su responsabilidad histórica en la contribución a la emergencia climática, especialmente en lo que se refiere a pérdidas y daños, mientras que también se negaron a aceptar la ambición necesaria para cumplir el Acuerdo de París de 2015.

Las voces de las niñas: ignoradas

Plan International muestra su decepción con que los países no se hayan comprometido a incluir a los niños, niñas y jóvenes en la revisión de sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDCs, por sus siglas en inglés), planes de los países que explican cómo cumplirán las metas mundiales acordadas sobre emisiones y adaptación.

Las generaciones más jóvenes están impulsando el movimiento mundial por la justicia climática y hubo una presencia significativa de niños, niñas y jóvenes en la COP25, pero es poco probable que sus voces sean incluidas en los planes de los países, que deben ser actualizados para finales de 2020.

Una falta de reconocimiento a su potencial como agentes de cambio, como demuestra la nueva investigación de Plan International, Brookings Institution y UNICEF, que destaca que los niños y los jóvenes sólo se mencionan en el 42% de los actuales planes nacionales, mientras que sólo el 7,5% considera a la infancia como agente de cambio y sólo el 4% valora a los niños y niñas como partes interesadas en la toma de decisiones.

Marinel, una joven activista filipina que participó en la COP25, dijo: “Los adultos siempre nos dicen que saben lo que es mejor para nosotros, pero si lo supieran, ¿por qué ahora nos enfrentamos a este futuro que han creado?”

Un retroceso en Derechos Humanos

La organización ha expresado su decepción por el retroceso general en el lenguaje sobre derechos humanos en los resultados de la COP25, que amenaza con socavar el Acuerdo de París. Como resultado, los gobiernos no están reconociendo plenamente las implicaciones sociales del cambio climático y no están respondiendo a los riesgos a los que se enfrentan los más vulnerables.  

Este retroceso tendrá un profundo impacto en las vidas de las niñas vulnerables que ya sufren una mayor discriminación como resultado del cambio climático. 

Por ejemplo, la investigación de Plan International y sus socios muestra que en la actualidad sólo una de las contribuciones determinadas a nivel nacional analizadas menciona la educación de las niñas, a pesar de su importancia para responder a la crisis climática: por cada año adicional de escolarización que recibe una niña, la resiliencia de su país ante los desastres climáticos mejora.

Esta es una brecha significativa en la respuesta al cambio climático. Plan International hace un llamamiento a todos los gobiernos para que incluyan la educación de las niñas en la revisión de sus contribuciones determinadas a nivel nacional.

Plan de acción de género: un paso hacia adelante

Sin embargo, Plan Internacional acoge con satisfacción la adopción de un Plan de Acción de Género revisado que hace referencia a los derechos humanos, la transición justa hacia una economía ecológica y la promoción del liderazgo y la participación de las niñas en la ciencia, la investigación, el desarrollo y la tecnología. 

Los gobiernos deben aplicar ahora el Plan de Acción de Género para asegurar que las niñas y las mujeres tengan la oportunidad de asumir funciones de liderazgo por el clima ahora y en el futuro, y para llevar a cabo una acción climática que también promueva la igualdad de género.

“La COP25 no ha conseguido la acción y la ambición que la juventud está pidiendo. El retroceso general del lenguaje de derechos humanos en todos los artículos que se están negociando es profundamente preocupante y amenaza con deshacer el núcleo mismo del Acuerdo de París. Esto es particularmente decepcionante cuando cada COP debería ser más avanzada y ambiciosa. Debemos seguir presionando para proteger y defender los derechos de las niñas que ya se encuentran en la primera línea de la crisis climática”, asegura Jessica Cooke, especialista en Resiliencia y Cambio Climático de Plan International.