Niñas y adolescentes desplazadas por las explosiones en Beirut se enfrentan a riesgo de violencia

Miles de familias en Beirut, especialmente las mujeres, niños, niñas y adolescentes, necesitan urgentemente comida, agua, refugio, atención médica, apoyo psicológico y protección tras la explosión del martes, advierte Plan International, organización humanitaria que trabaja por los derechos de la infancia y la igualdad de las niñas.




Una mujer corre con un niño tras las explosiones en Beirut





La devastadora explosión en la zona portuaria de la capital libanesa ha dejado 5.000 heridos, cientos de desaparecidos, y unas 300.000 personas sin hogar, según el gobierno de Beirut, una ciudad sumida en una crisis económica y social y afectada por la pandemia.

En este contexto, Plan International alerta sobre los riesgos de protección de la infancia, especialmente de los niños, niñas y adolescentes que han perdido o se han separado de su familia, dejándolos vulnerables a problemas de salud mental y estrés post traumático, explotación infantil y aumento de la violencia de género.

“Está claro que el camino hacia la recuperación de esta devastadora crisis será difícil y largo. Han desaparecido calles enteras, y sigue habiendo peligros: todavía caen escombros de las ruinas de los bloques de apartamentos”, explica Colin Lee, director de Plan International en el Líbano.

“En coordinación con el gobierno, nuestros socios locales y otras organizaciones humanitarias en el Líbano, nuestra prioridad inmediata es asegurarnos de que los niños, niñas, adolescentes y sus familias tengan acceso a alimentación y agua. También estamos apoyando los esfuerzos de búsqueda y rescate, y distribuyendo artículos domésticos esenciales, como utensilios, ropa y mantas”, asegura.

Plan International alerta del impacto que este desastre tendrá en las adolescentes, que son especialmente vulnerables en situaciones de emergencia. “Las niñas desplazadas, muchas no acompañadas, viven ahora en alojamientos compartidos o en edificios peligrosos – la mayoría ya no tienen cerraduras en sus puertas, sus ventanas están destrozadas y el suministro de electricidad y agua se ha visto afectado, dejándolas sin electricidad por la noche, y poniéndolas en mayor riesgo de sufrir abusos y violencia”, afirma Elspeth Chapman, coordinadora de programas en Oriente Medio y Asia de Plan International España.

“En los días y semanas venideras, también estamos preparados para apoyar a las familias en la reconstrucción de sus hogares y sus vidas. Todavía estamos conmocionados por la magnitud de la devastación, y aún no alcanzamos a conocer la magnitud de los daños. Pero sí sabemos que los niños y niñas llevarán las cicatrices de lo que han presenciado durante mucho tiempo, con profundas consecuencias para su salud mental”, añade Lee.

“También debemos recordar que la pandemia de COVID-19 no ha desaparecido y que esta crisis llega en un momento en que el sistema de salud del Líbano ya estaba prácticamente colapsado, al límite de su capacidad. El impacto económico, social y psicológico en una comunidad que ya era vulnerable será profundo, y es posible que muchos, en particular las niñas, nunca se recuperen sin un esfuerzo coordinado de la comunidad internacional”.

Durante la pandemia de COVID-19, Plan International ha venido trabajando en el Líbano para garantizar la protección de la infancia y el acceso a servicios de salud, con atención a la sexual y reproductiva para adolescentes y jóvenes, tanto para las poblaciones libanesas de acogida como para las refugiadas sirias. Todos estos programas siguen en funcionamiento.

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