Dibujando el futuro de Egipto

Noviembre 2011. ?Sueño con escuelas que nos enseñen sobre valores como la democracia, el orden y la justica. Así podremos vivir en un Egipto libre. También me gustaría ver

las clases llenas de niños y con profesores que no nos peguen?. Así se imagina el nuevo Egipto Tooka, una de las alumnas de 15 años de la escuela de El- Marg, distrito al noreste de El Cairo.

El próximo 28 de noviembre, Egipto decidirá en las urnas el nuevo modelo para su futuro, pero en este proyecto casi  la mitad de la población no tiene derecho al voto, ni siquiera tienen  voz. Aunque el 40% de la población es menor de 18 años, los problemas de la infancia están lejos de ser una de las prioridades en la construcción del nuevo país.

Cómo ven los niños su país

PLAN ha organizado un concurso de dibujo entre los más pequeños para que puedan mostrar cómo imaginan su país y qué expectativas tienen de los futuros dirigentes de Egipto. En la reunión con los niños se han recogido cientos de dibujos que reflejan su visión sobre temas tan diversos como la religión, el medio ambiente, la economía, el sistema educativo o la seguridad.

Para Hassan, de 11 años, es fundamental que ?las mezquitas y las iglesias convivan con tolerancia y armonía. Todos somos partes de lo mismo y la religión no tiene que hacernos enemigos?. Otro de sus compañeros de escuela en Giza tiene mayores expectativas para su país: ?un día espero ver a Egipto produciendo comida, coches y nuevas tecnologías para exportarlas al mundo entero?.

Khaled, de 11 años, dibuja ?calles con agentes de tráfico y áreas peatonales para que no haya accidentes. Quiero que Egipto sea un país seguro y que la gente se sienta a salvo?.

?Exijo una justicia efectiva e igualitaria para todos: entre ministros y granjeros, ricos y pobres, privilegiados y marginados, musulmanes y coptos, etc. Todos los egipcios somos iguales y por eso debemos tener los mismos derechos, obligaciones y privilegios? afirma una alumna de 15 años de la región de Assiut, en el centro del país.


Los niños y niñas son el futuro de Egipto, pero para que puedan ayudar a construirlo deben ser tenidos en cuenta. Sus perspectivas de futuro y su opinión sobre problemas que les afectan directamente deben ser escuchados por los dirigentes, los partidos políticos y las instituciones del país si quieren construir un país de todos y para todos.