Diez pueblos de Guinea Conakry se declaran ‘comunidades libres de mutilación genital femenina’

    • Diez pueblos de Guinea Conakry se declaran ?comunidades libres de mutilación genital femenina? con la ayuda de PLAN.
    • Una campaña impulsada por la organización en Guinea Conakry que informa y apoya a las mujeres y niñas en la defensa de sus derechos, ha logrado que hasta diez poblados eliminen totalmente la práctica de la mutilación genital en uno de los países con mayor índice de ablación femenina del mundo. El ?rito de la circuncisión?, ha sido sustituido por fiestas que celebran el derecho de las niñas a una sexualidad y salud plenas.
    • PLAN trabaja para erradicar la práctica de la mutilación genital femenina que cada año afecta a cerca de tres millones de niñas. Cada día 6.000 niñas sufren esta práctica, la mayor parte de ellas vive en el África subsahariana.

Madrid, 6 de febrero de 2011. Madeleine Tolno, también conocida como ?Tante Mado?, es la prueba de que la determinación de una persona puede cambiar las costumbres ancestrales de toda una comunidad. Desde 2007, PLAN apoya a la organización no gubernamental de Guinea Conakry denominada Asociación de Mujeres por el Futuro de las Mujeres (AFAF por sus siglas en francés) de la que esta activista es coordinadora. Juntos han conseguido que diez comunidades del país rechacen unánimemente la mutilación genital femenina y que otras 14 hayan pedido a ambas organizaciones que desarrollen el proyecto también con ellas.

?En apenas dos años se han conseguido resultados extraordinarios. Cuando las mujeres y las niñas son informadas de los riesgos y las consecuencias de la mutilación genital ellas mismas son las primeras en detener la práctica y arrastrar a toda la comunidad con ellas. Especialmente las niñas son el gran motor de cambio. Es imprescindible continuar trabajando con ellas? explica Concha López, directora general de PLAN en España.

PLAN en Guinea Conakry: Poniendo voz al silencio

Madeleine Tolno es la única superviviente de los seis hijos que tuvo su madre. Sus hermanos fallecieron por complicaciones en el parto derivadas de la mutilación genital que sufrió su madre. A pesar de la trágica experiencia, el peso de la tradición hizo que la familia obligara a la propia Tolno a pasar por ?el rito de la circuncisión?, nombre con el que los guineanos conocen esta práctica.

La ablación genital de las hijas es considerada por muchos progenitores como una muestra de respeto a los ancestros que marca, además, la mayoría de edad de las jóvenes y su disposición para el matrimonio.

Cincuenta años después, para Tolno hablar de su propia experiencia sigue siendo traumático: ?Casi pierdo la vida. El día que me mutilaron sangré muchísimo y sufrí un shock. Mi madre lloraba y gritaba pensando que estaba muerta. Tardé 15 días en curarme y durante los tres primeros no pude orinar ni defecar porque la herida me dolía mucho?.

Hoy día Madeleine es comadrona y testigo diario de las complicaciones de salud que conlleva la mutilación genital. ?He visto cómo muchas mujeres morían durante el parto. Eso me ha hecho entender que es necesario hablar con las comunidades y  desmitificar el rito de la ablación?.

Práctica prohibida pero habitual

En Guinea Conakry la mutilación genital femenina está prohibida por ley desde 1965, sin embargo la legislación no se aplica y, además, pocos conocen de su existencia.  La práctica, que consiste en la extirpación parcial o total de clítoris y labios vaginales, está profundamente enraizada en este país del oeste africano con una de las mayores tasas de prevalencia del mundo. La mutilación se realiza habitualmente a niñas entre 4 y 12 años ?siempre antes de la llegada de la pubertad- y afecta al 98% de las mujeres.

Desde 2007, PLAN trabaja activamente con la Asociación de Mujeres por el Futuro de las Mujeres (AFAF) de la que Tolno es fundadora y coordinadora, para acabar, entre otras cosas, con el pacto de silencio que rodea al rito y que hace que las niñas vayan a la ceremonia que marca su acceso a la edad adulta sin saber a qué van a ser sometidas.

El primer paso es tomar contacto con las jóvenes y explicarles en qué consiste la ceremonia y los riesgos que conlleva. ?Antes de que Tante Mado llegara aquí, sabíamos de la ceremonia de iniciación, pero no qué se hacía en ella. Ahora ya  conocemos lo que se oculta: te esconden entre los arbustos, te abren de piernas y te cortan el clítoris. Puedes morir desangrada o contraer enfermedades como el VIH?, cuenta Koumba Sarai Leno, una de las primeras jóvenes a la que llegó la campaña.

Área libre de mutilación sexual femenina

Koumba vive en Koumonin, el primer poblado de Guinea Conakry autoproclamado ?comunidad libre de mutilación genital femenina? a  través del trabajo de PLAN y la asociación de ?Tante Mado?.

Esta joven guineana junto con decenas de otras fueron las primeras en hablar con sus padres e informales de que no estaban dispuestas a pasar por el rito. Ante la determinación de las niñas y la información que PLAN y AFAF proporcionó a los adultos sobre los riesgos para la salud que supone la ablación, la comunidad entera decidió hace tres años, desterrar la mutilación genital femenina de sus tradiciones.

?Antes de que hablaran con nosotros no sabíamos que la ablación era perjudicial. Ahora hemos decidido no practicarla nunca más. Actualmente vemos que las niñas están sanas y no tienen problemas durante el parto?, explica Saa Koumanya Leno, líder del poblado Koumonin. La misma comunidad ha establecido multas para aquellos que incumplan la nueva situación.

Otras localidades se suman a la iniciativa

El proyecto ha tenido tanto éxito que en los últimos dos años otros nueve poblados se han declarado también ?libres de mutilación genital femenina?. Ahora, en estas comunidades el ?rito de circuncisión? se ha sustituido por celebraciones en las que, arropadas por toda la comunidad, las niñas bailan, cantan y reciben regalos porque se respeta su derecho a una sexualidad plena.

¿Quieres saber más sobre la mutilación sexual?

Algunos datos sobre la mutilación genital femenina en el mundo

      • Más de 3 millones de niñas están en riesgo de sufrir la mutilación genital cada año en el continente africano. La práctica afecta generalmente a niñas de entre 4 y 12 años, aunque en algunas culturas puede llegar a ejecutarse pocos días después del nacimiento o justo antes del matrimonio.
      • Normalmente, es llevada a cabo por vecinas o familiares que consideran el acto como una tradición, aunque en algunos países son los médicos los encargados de realizar la escisión.
      • La ablación acarrea serios riesgos físicos y mentales para las mujeres y las jóvenes, especialmente para quienes han sido sometidas a una de las formas más extremas del procedimiento que incluye la extirpación total del clítoris, labios mayores y menores.
      • Está ligada a complicaciones en futuros partos e, incluso, a la muerte de la madre. Otros efectos son fuertes dolores, hemorragias, tétanos, infección, infertilidad, cistitis, incontinencia urinaria y problemas sexuales y psicológicos.
      • La mutilación genital femenina se practica en, al menos, 28 países de África y en otros de Asia y Oriente Medio. Se lleva a cabo en todos los niveles educativos y en todas las clases sociales, y ocurre entre muchos grupos religiosos (musulmanes, cristianos, animistas), aunque ninguna religión la contempla.
      • Desde comienzos de 1990, la mutilación genital femenina ha sido reconocida como un problema de salud y derechos humanos por los gobiernos africanos, la comunidad internacional, las asociaciones de mujeres y profesionales. Los esfuerzos nacionales y globales para acabar con la ablación también se han desarrollado desde el punto de vista legal, y se han conseguido 17 leyes que prohíben explícitamente esta práctica.
        Nuevos datos recopilados en los años recientes ofrecen esperanza en conseguir el paulatino abandono de la ablación, ya que muestran niveles cada vez menores de mutilación en niñas de entre 15 y 19 años.

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