Edurne Pasabán explica el proyecto de microcréditos para mujeres en Burkina Faso

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Edurne Pasabán explica en una entrevisa para la revista Mía el proyecto de microcréditos para mujeres en Burkina Faso que apoya junto a PLAN.Texto extraido de la Revista Mía (lee el artículo original en la web: revista Mía)

Ellas mismas se reparten en grupos de veinte. Es muy rudimentario, meten en una especie de hucha un dinero (muy poco, unos cinco dólares por persona) y cada una presenta la idea que quiere poner en marcha: por ejemplo, comprar simiente para cultivar guisantes y venderlos posteriormente. Ellas deciden si un proyecto es mejor que otro y lo financian. Luego, la mujer que vaya a desarrollar la idea tiene que devolver el dinero en un plazo de tiempo. Toda la gestión es de las propias mujeres“.

Cuando conocí este proyecto de PLAN me pareció muy difícil porque estas personas paren a sus hijos en el suelo, cuidan de su casa, van a buscar agua al río y nada más. En su vida sólo han ‘gestionado’ su choza, pero se les da formación para que afronten este reto. ¡Que lo consigan es brutal! Los microcréditos son un proyecto autónomo, los ponen en marcha las propias mujeres y son ellas quienes se benefician. No hay nada que venga del exterior. A veces, la mujer no toma la iniciativa porque ella misma no se lo cree. Nos han educado así. A mí me ha pasado. Tú piensas: “No conseguiré subir la montaña como ellos porque no podré ir a su ritmo”. Pero ¿ quién te ha dicho que no vas a poder? ¡Inténtalo!

El proyecto de microcréditos

El objetivo del proyecto es fomentar el el espíritu emprendedor y la cultura del ahorro de las beneficiarias. El programa se basa en un sistema de financiación, denominado de Ahorro y Crédito en las Aldeas, que consiste en que, una vez que las mujeres se organizan en grupos de veinte, cada una aporta una cantidad que suele ser muy modesta y entre todas se decide cuál es el negocio que va a recibir el crédito y el plazo para devolverlo. Es un sistema de autogestión en el que no intervienen entidades financieras: el dinero se guarda en simples cajas de metal.

Las beneficiarias, después de haber asistido a nueve módulos de formación, suelen tardar unos doce meses en dominar el modelo y hacerse autónomas. El primer año de puesta en marcha de este proyecto se consiguieron resultados muy esperanzadores, con una tasa de reembolso del 100%.