El abastecimiento de agua da más seguridad las comunidades

Casi 785 millones de personas carecen de acceso al agua y 2.500 millones no disponen de saneamiento básico, según datos de Naciones Unidas. La falta de acceso al agua en condiciones adecuadas provoca 2 millones de muertes al año; lo que significa 5.000 muertes al día, en su mayoría niños y niñas

Madrid, 22 de marzo de 2013.- Un proyecto de PLAN Guatemala ha llevado agua a comunidades remotas. Antes de llevarse a cabo, los habitantes de Carcha tenían que viajar muchas horas para encontrar agua, buscando arroyos, pozos o lagos, que usualmente están contaminados.

Las mujeres y las niñas cargaban el agua en sus cabezas cinco veces a la semana en jarras de 15 litros o cubos de 3 galones, para cocinar y para beber.

Los niños estaban por tanto expuestos a diferentes riesgos; las niñas podían ser maltratadas o abusadas en el camino, y los niños tenían que descender en cavernas empinadas de 20 metros de profundidad para encontrar el agua.

?Antes del proyecto de PLAN, iba con mis hermanos y mi mama a buscar el agua?, dice Pedro de Chiqueleu, una comunidad rural en la que PLAN trabaja en el área de Alta Verapaz.

?Todos caminábamos largas distancias para traer agua a casa a las 5 de la mañana. Yo llevaba dos jarras con agua en un camino que tenía muchos altibajos y lleno de piedras afiladas. Pero ahora que tenemos un tanque de agua no tengo que llevar todo esa agua. El proyecto es muy bueno porque ahora tenemos mucha agua para beber y tiempo para jugar con mis primos y amigos. Estoy estudiando y tengo mucho tiempo para hacer mis deberes?.

Con la participación de la comunidad se pudo tomar ventaja del hecho de que en esta región llueve 25 días por mes. El ?filtro maya?, construido con materiales locales, vierte el agua limpia de la lluvia en tanques, asegurando 3.800 litros de agua consumible que dura para tres meses.

También fueron construidas letrinas para mejorar el saneamiento de los hogares y las escuelas. ?Lo más importante es que mis hijos tienen ahora agua para asearse y para beber?, ha dicho Doña María, una madre de Chiqueleu.

?No tienen que traer agua de muy lejos, ya que ahora la tenemos en casa. Este proyecto protege a los niños porque cuando iban a buscar agua nos preocupaba que pudiera pasarles algo malo o algún animal pudiera atacarlos. Hoy día mis hijos están mucho mas sanos porque tenemos un tanque de agua ?antes de eso no podíamos mantener el agua en ningún lugar y sufrían frecuentemente de diarreas?, ha indicado.

El proyecto ha alcanzado a 3.258 familias y 29 escuelas en las zonas en las que trabaja PLAN. Ha contribuido a reducir los casos de diarrea y consecuentemente, el número de niños que fallecen por estas causas ha disminuido. El Municipio de Carcha ha replicado el proyecto en 325 comunidades más y lo ha usado como plataforma para crear una política municipal de aguas.

Agua como bien común

La Coordinadora de ONGD para el Desarrollo considera que el derecho humano al agua y al saneamiento debe ser garantizado por los Estados al ser un elemento fundamental para el desarrollo integral de las personas y la erradicación de la pobreza.

En 2010 el acceso al agua y al saneamiento fue reconocido por Naciones Unidas como un derecho humano determinante para la consecución de todos los derechos humanos. A pesar de ello, persiste un enorme déficit de acceso al agua y saneamiento en amplias regiones del planeta; un realidad que condiciona los índices de pobreza, la situación del medioambiente, de la salud o la alimentación.

El agua es un bien común que debe ser garantizado por medio de un servicio público de calidad que garantice su universalidad, la participación ciudadana en su gestión, el respeto al medio ambiente y la cooperación mutua.

El agua nunca puede ser considerada como una mercancía a través de la cual obtener beneficios económicos. Si no se garantiza la calidad del agua o el aprovechamiento adecuado de los riegos agrícolas, derechos como la alimentación están en riesgo.