La época del hambre de Malí no sólo ha resultado en una crisis alimentaria. La falta de recursos económicos y alimentario ponen en riesgo a los niños y en especial a las niñas de sufrir violencia sexual a la vez que aumenta las tasas de trabajo infantil.
Según un informe del terreno de Plan International, jóvenes de entre 13 y 18 años han denunciado haber sufrido ataques y abusos sexuales en su camino de entre su casa y la fuente de agua. En el mismo informe, se explica cómo la crisis alimentaria que sufre el Sahel, fuerza a los niños a abandonar la escuela para encontrar un trabajo que pueda apoyar a sus familias, cuyos ingresos han bajado drásticamente debido a las malas cosechas que provocaron la crisis alimentaria tanto en Mali como en otros países de la región.
“Los niños se están volviendo cada vez más vulnerables frente a la violencia, abusos y explotación -incluyendo el tráfico de drogas- debido a la separación familiar, dado que los niños y sus familias migran en busca de comida e ingresos”, explica Janis Ridsdel, especialista de la protección de los niños de Plan International.
En el norte del país, actualmente en pleno conflicto, hay cientos de miles de personas desplazadas. Se calcula que hay un total de 167,257 desplazados internos en el país, y otras 172.647 personas refugiadas en las fronteras de Mauritania, Burkina Faso y Níger. Plan Internacional está distribuyendo ayuda de emergencia en los campos de refugiados de Níger y Burkina Faso y aumentando en las comunidades.
También en el norte hay informes de niños reclutados por grupos rebeldes lo que ha obligado a los padres a mantener a los niños alejados de la escuela y parques infantiles, sobre todo en Timbuktu.
Concha López, directora general de Plan International en España explica que tan importante como la comida, el agua y la asistencia en una emergencia, es la protección infantil. “Si la crisis del Sahel está recibiendo escasos fondos, los programas de protección infantil apenas alcanzan el 5% de la cantidad necesaria. Necesitamos programas específicos para identificar, proteger y reunir niños separados o abandonados. Organizaciones como Plan International y agencias internacionales nos enfrentamos a enormes retos logísticos, dado que los niños afectados están dispersados en áreas geográficas masivas”.
Presente desde hace décadas en Níger, Burkina Faso, Malí, Senegal y Camerún, cinco de los países del Sahel más afectados por la sequía, los proyectos de desarrollo de Plan International, buscan aumentar los niveles de seguridad económica de las familias. La instalación de sencillos sistemas de riego, la organización de bancos de alimentos y el incremento de los programas de alimentación en las escuelas que garantizan una comida al día a los niños, aumentan la resistencia de la población ante las sequías cíclicas.