Marzo 2012. PLAN ya previno del aumento de niños perdidos mientras huían con sus familias de los enfrentamientos tribales en Sudán del Sur hace unas semanas. Ahora, la situación en el país se ha recrudecido y se están dando casos de secuestros de niños durante los últimos conflictos entre la tribu Lou Nuer y la etnia Murle en el distrito de Jonglei. La escalada de violencia ha provocado el rapto de niños y niñas de la tribu enemiga, la quema de escuelas y el destrozo de aldeas enteras.
PLAN, que ha estado llevando a cabo trabajos de emergencia en Jonglei en los últimos meses, advierte que los ataques cada vez son más graves. “Tenemos que detener esta espiral de violencia que está atrapando a muchas personas en ella. Estos ataques brutales están causando el desplazamiento masivo de personas y gran ansiedad y sufrimiento”, explica Dominic Mutabazi, Director de Actuaciones de PLAN.
Las últimas masacres han dejado varios miles de muertos y más de 50.000 desplazados, en su mayoría mujeres y niños, que están refugiados en campamentos de emergencia y precisan de ayuda humanitaria. “Estamos preocupados por el impacto sobre los niños que son testigos y están atrapados en este conflicto. Es urgente la mediación y la negociación para acabar con este conflicto y todavía se necesita ayuda humanitaria? añade Mutabazi.
PLAN ha desarrollado, junto al Programa Mundial de Alimentos, un proyecto de ayuda en los estados de Pibor y Jonglei donde se está ofreciendo protección a 50.000 personas afectadas y alimentación en las escuelas a 4.500 niños y niñas. Pero la prestación de socorro presenta problemas debido a que gran parte del estado es terreno pantanoso y la red de carreteras es escasa y se encuentra en malas condiciones. Además, muchas áreas quedarán inalcanzables cuando comiencen las fuertes lluvias en abril.
?Se trata de ofrecer soluciones a largo plazo y proyectar alternativas a los jóvenes que están en estos conflictos para que en un futuro puedan vivir en paz? concluye Dominic Mutabazi.