PLAN Internacional distribuye alimentos, atención psicológica y activa escuelas de emergencia en Segú, la quinta ciudad del país que se ve desbordada por la llegada de desplazados, la mayoría mujeres y niños y lanza una petición de fondos de 2,6 millones de euros para poder atender a la población en los próximos seis meses.
Madrid, 15 de enero 2013- Los enfrentamientos entre el ejército, las tropas francesas y los insurgentes en el norte de Malí han provocado el desplazamiento interno de miles de personas hacia el sur del país.
La ciudad de Segú, capital de la provincia central del país, con el mismo nombre, se ha convertido en puerto seguro en el que buscan refugio los desplazados, especialmente desde la toma de Konna, a 55 kilómetros de Mopti, donde muchos habían huido en primer lugar.
Se calcula que más de 19.000 personas, la mayoría mujeres y niños, se encuentran en Segú, la quinta ciudad de Mali, en situación de emergencia.
Ante la nueva llegada de desplazados y la necesidad de alojamiento, alimento, acceso a agua potable y saneamiento y apoyo psicológico, PLAN, organización internacional de protección de los derechos de la infancia, presente en el país desde hace 37 años, ha puesto en marcha un plan de emergencia para atender las necesidades inmediatas de los desplazados que, se prevé, continuarán aumentando en número los próximos días.
En las próximas dos semanas PLAN va a distribuir 50 toneladas de arroz, creará de espacios de seguridad para los niños y organizará clases para menores, entre los que distribuirá material escolar y la posibilidad de acceder a comida.
?Las personas ya están llegando a Segú. Necesitamos ayuda rápido si queremos atender las necesidades de los desplazados internos, especialmente debido a que el clima frío está aumentando la vulnerabilidad de los niños y sus familias?, explica Concha López, directora de PLAN en España.
Las temperaturas en la zona se encuentran actualmente entre los 10 y los 15 grados centígrados, en un país cuya temperatura normal es de entre 35 y 38 grados, durante el verano.
Un equipo técnico de especialistas en protección infantil y educación en emergencia se ha desplazado al lugar para velar por la seguridad y el equilibrio emocional de los niños. Los masivos desplazamientos de población provocan el extravío de menores que deben ser reagrupados con sus familias.
Además existe un numero alto de menores no acompañados y de niños y niñas en general que necesitan apoyo psicológico. Para paliar el impacto emocional del desplazamiento y la interrupción de clases, PLAN construye Espacios de Seguridad para los niños, donde los menores, asistidos por voluntarios y psicólogos pueden reunirse, interactuar entre ellos y jugar, lo que les permite aliviar el estrés del momento.
Testimonio de Ahmed Djitey un niño de 9 años
Sentado en el suelo en medio de un centro de acogida, Ahmed se prepara para un nuevo cambio de vida. En menos de un año ha tenido que dejar dos veces su casa en Tumbuctú, en el norte de Malí, una hacia Mopti y ahora hacia Segou.
Cuando comenzaron los rumores de que Mopti, la ciudad donde se refugiaba, iba a ser atacada, Ahmed y su padre se montaron en un autobús e hicieron el trayecto de seis horas hasta Segú, en el centro de Malí. ?Por el camino no se veía a los soldados pero podíamos oír los disparos. Estaba muy asustado, me alegro de estar en un lugar seguro?, cuenta.
En Segú, Ahmed se ha reencontrado con amigos de Tumbuctú, como Sadou, que también huyó de la ciudad cuando los insurgentes cerraron las escuelas, y puede jugar e ir a clase en las aulas de emergencia que PLAN ha puesto en marcha desde el comienzo del año escolar.
Ahmed echa de menos a su madre, Habibatou, que tuvo que quedarse en Tumbuctú. La familia decidió separarse para Ahmed pudiera continuar estudiando y convertirse en profesor, como es su sueño. Para ello necesita poder seguir estudiando diez años más.