Niñas nepalíes rescatadas

El 'Sistema Kamalari' se concibió hace más de un siglo para entregar a las menores como sirvientas domésticas a familias más ricas.

Junio de 2010. El pasado 12 de junio se conmemoró el Día Contra El Trabajo Infantil. Plan international quiere aprovechar esta fecha para recordar que todavía hoy muchos niños y niñas sufren explotación laboral infantil. Un ejemplo de esta explotación es el caso de las niñas Kamalari, obligadas desde muy pequeñas a trabajar casi como esclavas en labores domésticas.

Puede parecer impensable, pero la esclavitud sigue viva hoy en día. En algunas partes de Nepal, niñas de cinco años son vendidas por sus propias familias como sirvientas domésticas a familias más ricas. Las niñas vienen de entornos extremadamente pobres, donde en muchos casos son vistas como una carga que consume los escasos ingresos familiares lo que provoca que sean vendidas.

El ‘Sistema Kamalari’ se concibió hace más de un siglo para entrenar a las menores en las tareas del hogar. De este modo, las niñas son enviadas a trabajar como sirvientas domésticas a las casas de las familias más ricas, normalmente de terratenientes de castas altas o de negociantes. Generalmente, sólo tienen 8 o 9 años cuando son enviadas a trabajar; sin embargo, algunas son mucho más jóvenes.

Violencia

Las niñas son llevadas desde sus comunidades a otras zonas del país donde, por lo general, no hablan su mismo idioma. Solas y sin una familia ni el respaldo de su comunidad son vulnerables a todo tipo de daño, incluyendo la violencia física y el abuso sexual. Muchas son obligadas a prostituirse y algunas veces trasladadas a burdeles en India. Un hecho que se ve favorecido por las fronteras abiertas entre ambos países, donde no se revisan las tarjetas de identidad ni se hacen demasiadas preguntas.

La acción de Plan International

Plan International está trabajando para desmantelar el Sistema Kamalari de distintas maneras. Necesitamos hacer frente a este problema desde muchos ángulos, dice Danal Keane, director de Plan International Nepal.

Además de rescatar y tratar de rehabilitar a estas niñas, les ayudamos a volver al colegio o les damos una alternativa para que puedan salir adelante: les proporcionamos formación en comercio y las apoyamos para empezar sus propios negocios. También trabajamos junto a sus padres para que puedan obtener una vida decente para sus familias y evitar de este modo que manden a sus hijas a trabajar. Y por supuesto, llevamos a cabo campañas de prevención y concienciación pública a todos los niveles, desde los pueblos hasta nivel nacional, para tratar de mostrar la gravedad de estas prácticas.

La historia de Geeta

El padre de Geeta hizo un trato con un profesor local cuando ella tenía 12 años y así comenzó su empleo. Trabajaba desde el amanecer hasta bien entrada la noche y tenía un ingreso anual de 700 rupias nepalíes (aproximadamente 8 euros).

Era una situación de la que era imposible escapar. A pesar de las amenazas y los abusos que sufría, no había nada que pudiera hacer para escapar. Mi amo tenía muy buenos contactos, conocía a todo el mundo. Estaba muy bien visto en la comunidad y yo estaba asustada por las consecuencias para mi familia si huía, dice Geeta.

Ahora con 21 años, Geeta se ha liberado del contrato que la obligaba a trabajar en esas condiciones y además ha montado su propio negocio y da trabajo a toda su familia. A través de Plan International y de su programa para terminar con el Sistema Kamalari, Geeta ha sido capaz de alquilar un café. Ha logrado unos beneficios de 32.000 rupias, casi 50 veces el salario anual que tenía cuando trabajaba como una niña Kamalari.

Plan International estima que entre 10.000 y 12.000 niñas viven actualmente como sirvientas domésticas bajo el Sistema Kamalari. Plan International está trabajando para cambiar esta situación en cinco distritos de la zona occidental de Nepal.