“No supimos que se acercaba el tifón hasta que nos golpeó”

 

  • El tifón Bopha tomó por sorpresa a la región de Veruela, aumentando su riesgo frente a la emergencia y dejándola aislada de la ayuda humanitaria que inicialmente se había entregado a Filipinas.
  • 327 personas han muerto en todo el país, 437 se encuentran heridas y 380 permanecen desaparecidas.
  • 254.630 personas se han desplazado de sus hogares en toda Filipinas.

10/12/2012 VERUELA, Filipinas. ? Tras el dolor que dejó a su paso el tifón Bopha en el sur de Filipinas, los supervivientes de las municipalidades cercanas aún sufren en silencio. Sin atención de los medios de comunicación, los residentes de Veruela han recibido poca asistencia del resto del mundo ? sólo algunos fondos del gobierno local, comida de la Cruz Roja de Filipinas y agua por parte de Plan Internacional.

Al menos seis personas murieron en esta localidad. La más joven fue una chica de 17 años que fue golpeada por una lámina de hierro de un tejado. Pero es que en Veruela nadie esperaba la llegada de esta emergencia.

?No sabíamos que se acercaba el tifón hasta que nos golpeó el pasado martes?, dijo entre lágrimas la oficial municipal de Asuntos Sociales y de Desarrollo, Elvira Dagaraga. Desde las 23 horas del pasado lunes llovió hasta las 2 y media del día siguiente. La tormenta volvió a las 4 de la mañana con toda su fuerza, junto con vientos de tornado que encontraron a la población desprevenida.

?Nunca en mis 30 años viviendo aquí había experimentado una cosa así?, explicó la oficial. Cuando terminaron las lluvias y el viento cesó, Dagaraga se encontró con la tremenda tarea de apoyar a las 20 comunidades de Veruela.

?Todos nuestros 6.036 jefes de familia, que representan a una población de 33.638 personas, se vieron afectados. Nuestros 16.000 niños están severamente angustiados, y no podemos acceder a las comunidades en las que viven algunos de ellos porque permanecen aisladas debido a las inundaciones?.

De las 20 comunidades de Veruela, sólo 8 se han podido poner en contacto con Dagaraga hasta el 5 de diciembre. En esas 8 localidades se contabilizaron un total de 2.162 casas dañadas, donde viven 3.118 familias. Estas personas buscaron ampararse en 12 centros de evacuación. De acuerdo con Dagaraga hay cerca de 2.200 niños en varios centros de evacuación, 215 están malnutridos y 48 de ellos están mostrando señales de angustia, casi no hablan y no prestan atención.

?Esperamos que el número aumente una vez alcancemos a otros poblados?, ha indicado la representante local. ?Los niños en los centros de evacuación están sufriendo de frío y tos. Estamos muy preocupados también por la situación de tres mujeres embarazadas, 12 madres en período de lactancia y dos bebes de apenas 2 días de nacidos. La comida es insuficiente y el suministro de de agua limpia para beber es inadecuado. La temperatura es muy caliente durante el día y muy fría durante la noche. No es soportable para ellos. Puede que se enfermen, especialmente los bebés?.

La fuente de agua principal de Veruela se encuentra en las montañas y las tuberías que traían agua a los pueblos están dañadas. Ahora solo cuentan con agua de lluvia, por lo cual necesitan con urgencia pastillas purificadoras de agua. A parte de asistencia médica, comida y agua, también hay una gran necesidad kits de higiene y vestimentas.

Los dos bebés que cuentan apenas con un par de días de nacidos llegaron al mundo mientras el tifón golpeaba sus comunidades. Una de las madres de 17 años, Rowena, se encuentra muy preocupada por su bebé. ?Sólo me dio tiempo de tomar sus pequeñas ropas. No creo que quede nada en nuestra casa?, ha lamentado. PLAN se prepara para asistir a las víctimas.

Equipos de evacuación

PLAN Filipinas ya ha desplazado a equipos que evaluarán la situación de diferentes regiones.

?La escala del daño tanto en viviendas como en otras propiedades, es inmensa. Nuestra mayor preocupación del momento es el acceso al agua potable, a la salud y a la higiene. PLAN comenzará a distribuir kits de higiene, de agua y lonas para el refugio?, ha explicado Carin Van der Hor, directora nacional de Plan Filipinas.

Tras el tifón Washi en diciembre del año pasado, PLAN ya había puesto en marcha los sistemas de respuesta en la región de Mindanao, con una inversión de 1,5 millones de dólares. Esta respuesta incluía agua, asistencia sanitaria, kits de higiene, refugio materiales escolares y entrenamiento de preparación en caso de desastres para 3.833 niños en 11 poblados.

?Tenemos años de experiencia en respuesta a desastres en este país y nuestra respuesta está enfocada en educación para las emergencias y protección de los niños en las emergencias?, ha indicado Van der Hor.

Filipinas registra un promedio de 20 tifones cada año, con dos o tres de ellos de especial impacto. El Bopha es el número 16 de este año.