Paquistán, un año después de las inundaciones

PLAN: La situación de la población ante la llegada de la época de lluvias es aún de extrema vulnerabilidad 

  • Un año después de las peores inundaciones de los últimos ochenta años, la población paquistaní se enfrenta a la época del monzón con una población debilitada. Los sedimentos y el agua estancada continúan dificultando, e incluso imposibilitando, los cultivos, la reconstrucción de las viviendas y, en definitiva, la restauración de la normalidad en el país.
  • PLAN ha contribuido a mejorar la vida de 1 millón de personas en seis distritos de las regiones del Punjab y Sindh, seriamente afectadas por las inundaciones a través del reparto de ayuda de emergencia y la puesta en marcha de planes de reconstrucción y desarrollo.
  • La construcción de 390 escuelas y el reparto de uniformes y material escolar ha permitido la vuelta al cole de 58.000 niños y niñas.
  • Se ha trabajado, junto con las autoridades, en la recuperación de las partidas de nacimiento y documentación acreditativa perdida durante las inundaciones para facilitar el acceso a la ayuda de emergencia de la población y evitar el tráfico infantil. Paquistán es uno de los países con mayor índice de desapariciones de menores, 3.000 por año según cifras de un estudio de PLAN.

Madrid, 05 agosto de 2011– Un año después de la peor inundación que ha sufrido Paquistán y que afectó a una quinta parte de los 800.000 kilómetros cuadrados del país, miles de familias están reconstruyendo sus vidas con mejor acceso a agua potable, más escuelas y nuevos espacios de seguridad para los niños.

Sin embargo, pese a los esfuerzos de PLAN en colaboración con organizaciones locales y organismos internacionales, muchos de los 20 millones de afectados por las inundaciones siguen viviendo en un estado de extrema precariedad. Ante la llegada de la época de monzones y la posibilidad de nuevas inundaciones Concha López, directora general de PLAN en España explica que ?la inundación ha hecho más vulnerable a la población, especialmente a los niños. PLAN se ha centrado en asegurar el bienestar y la normalización de la vida de los menores facilitando la vuelta al colegio, el acceso a servicios de salud y la protección ante posibles casos de tráfico infantil?.

Protección de los menores

La recuperación de la documentación perdida durante las inundaciones ha sido una de las prioridades este año para permitir el acceso de la población al reparto de la ayuda de emergencia y prevenir el tráfico infantil.

En Paquistán, la tasa de desaparición de niños es una de las más altas del mundo. Un estudio realizado por PLAN en 2009 reveló que cada año desaparecen 3.000 menores a lo largo y ancho del país. Previo a las inundaciones en apenas 18 meses, se denunció la ausencia de 4.300 menores de entre 5 y 16 años. Muchos vuelven, pero la mayoría no regresa. Las desapariciones de niñas no son denunciadas porque las familias lo perciben como una ´cuestión de honor´. 

?Es imposible saber por qué tantos niños desaparecen, son secuestrados o asesinados. Muchos huyen porque son maltratados en sus hogares, la mayoría acaban en la calle víctimas de tráfico infantil?

, explica Sadfar Raza, coordinador de PLAN en Paquistán.  La seguridad infantil en el país es un problema que continúa creciendo ante la ausencia de una base de datos oficial y la falta de coordinación de las autoridades. 

Ayudar a los más pequeños a procesar la tragedia y a restablecer su día a día ha sido uno de los objetivos principales de PLAN a lo largo de este año. Así, se han creado 301 espacios de seguridad para niños (child-friendly spaces) en donde 20.387 menores tienen la oportunidad de seguir aprendiendo y jugando junto a profesores y voluntarios.

Allah Dewai, ha vivido sus 65 años en el pueblo de Ameer Pur Kanaka, que fue arrasado por las inundaciones del río Chenab. Esta abuela de cinco nietos, afirma que el centro de seguridad instalado su comunidad ha conseguido que los niños ?tengan menos pesadillas y hayan dejado de gritar por las noches. Han encontrado una manera de gastar su tiempo y su energía. Ahora nuestros hijos están en calma y pueden pensar en su futuro.?

A los espacios de seguridad les acompañan más de 400 talleres de sensibilización impartidos a lo largo de la región, cuyo objetivo es transmitir a las comunidades la importancia de la protección infantil.

La vuelta al cole

El regreso a la cotidianeidad pasa por las 390 escuelas reconstruidas y reabiertas que dan educación a 58.000 niños.  La vuelta al colegio ha sido a lo largo de este año una prioridad para PLAN como forma de normalizar y destraumatizar a la población infantil afectada por la inundación. Se ha hecho especial énfasis en la escolarización de las niñas, un sector de la población especialmente vulnerable y que, ya antes de las inundaciones, presentaba un alto índice de absentismo escolar.

Tras la inundación la escuela que dirigía Thaira quedó completamente destruida. ?Estuve pensando y trabajando muy duro para poder encontrar un sitio donde retomar las clases, pero no encontraba ninguna solución al problema?. Esta profesora cedió su casa hasta que con la colaboración de PLAN la escuela ha sido reabierta. Ahora acuden 115 alumnos, 75 más que antes de la inundación.

Acceso a agua potable

Se estima que en Paquistán la contaminación del agua es responsable de la muerte del 60% de la población infantil. La necesidad de acceso a agua potable se ha hecho más patente después de la inundación, por ello, PLAN ha instalado más de 500 bombas de extracción de agua que hacen posible la hidratación de unas 3.800 familias y que reducen el riesgo de diarrea, malaria, dengue, cólera e infecciones respiratorias. Asimismo, la organización ha iniciado un programa de saneamiento de aguas que beneficiará a 1 millón de personas en áreas rurales, dentro de los 30 distritos afectados por las inundaciones.

Reconstruyendo las comunidades

La necesidad de reconstrucción del país y sus infraestructuras ha llevado a PLAN a poner en marcha los programas de ?dinero por trabajo? (?Cash for Work?) en los que los afectados del desastre trabajan en la recuperación de los servicios básicos y construcciones públicas de sus comunidades. De esta forma se da empleo a la población local en turnos rotatorios. Hasta el momento se han puesto en marcha 8 de los 23 proyectos programados y que por el momento emplean a más de mil personas.   Sardar Bibi trabaja construyendo una carretera entre dos pueblos. ?Llegué después de varios días de hambre. Me dieron el soporte financiero que tanto necesitaba, y lo que es más importante, me dieron una manera digna de mantener a mi familia?