Más de 500.000 personas se han visto desplazadas de sus hogares y han perdido todas sus propiedades
Junio 2009
. Plan ha destinado 100.000 dólares de su fondo de emergencia para asistir de manera inmediata a las poblaciones afectadas por las lluvias torrenciales que ha sufrido Brasil durante las últimas tres semanas. En algunas zonas, estas lluvias han provocado que el nivel de los ríos subiese cerca de 15 metros con lo que las comunidades y asentamientos más próximos a su cauce han quedado completamente inundados.
De esta forma, miles de personas se han quedado sin hogar y carecen de agua potable, comida, ropa o material higiénico entre otros productos de primera necesidad. Se enfrentan además al riesgo de contraer enfermedades infecto-contagiosas que proliferan en el agua estancada y en los deshechos humanos y animales que ésta arrastra.
En concreto, en el estado de Maranhao ?donde el 75% de la población vive con menos de dos dólares al día?, más de 500.000 personas se han visto desplazadas de sus casas. Una cifra que sigue aumentando mientras las predicciones meteorológicas señalan que las lluvias continuarán durantes las próximas semanas. De este modo, 57 localidades del estado de Maranhao han declarado el Estado de Emergencia.
Plan cuenta con dos unidades de programas en Maranhao, una en la capital de este estado, Sao Luis; y otra en Codo. Pese a que todos los accesos a Sao Luis y Codo están inundados y muchos puentes se han hundido; Plan está trabajando con el Gobierno y las organizaciones de esas comunidades con el objetivo de mitigar los daños causados por las inundaciones.
Respuesta de Plan
En esta primera fase, Plan intenta ayudar a todas las familias que se han quedado sin hogar y bajo riesgo inminente de contraer enfermedades y de sufrir la falta de alimentos. Plan está donando material de cocina, comida, abrigo y otros materiales.
La experiencia acumulada por Plan en su historia y el buen conocimiento de las áreas en las que trabaja han conseguido así optimizar el Fondo de Emergencia de dos millones de dólares con que cuenta Plan International y le ha permitido reaccionar en un plazo inferior a las 24 horas a una situación como ésta, asistiendo ágil y eficientemente a los damnificados. No obstante, esto no es suficiente.
Así, en una segunda fase, Plan dará apoyo social y psicológico a las víctimas que han perdido su modo de vida. También capacitará a la gente del lugar en prevención de riesgos, higiene y supervivencia alimentaria en condiciones extremas. Plan les enseñará también los pasos necesarios para acceder a los programas de ayuda del Gobierno y a asistencia financiera post-desastres.
En una última fase, que se extenderá hasta abril de 2011, Plan trabajará con las familias para evaluar las causas que han podido agravar el desastre, como lo podrían ser deficientes prácticas de construcción, y elaborará un plan para mitigar las probabilidades de que una situación así se pueda volver a repetir en el futuro. También se reconstruirán las casas y las escuelas de las víctimas.
Por estos motivos, todas las oficinas nacionales de Plan están a la búsqueda de fondos que se destinen a ayudar a los afectados por esta catástrofe y a evitar que este tipo de situaciones puedan reproducirse.