Plan pone en marcha una escuela en un campo de refugiados de Burkina Faso

13 de agosto de 2012. PLAN está trabajando para que más de 1.000 niños refugiados de Burkina Faso vuelvan a la escuela. Miles de familias han huido de Mali por el conflicto civil, y muchos niños han tenido que refugiarse en los países vecinos, por lo que no han podido continuar con sus estudios hasta ahora.

PLAN ha puesto en marcha un programa de 16 clases de educación primaria y 5 de guardería en los campos de Mentao y Damba, en la provincia de Soum (Burkina Faso).

Apoyo vital

Los profesores que darán las clases son también refugiados y residentes de los campos, así como educadores que viven en zonas cercanas. PLAN va a ayudar también al personal de la escuela, a través de talleres de formación con el fin de asegurar que dispongan de las herramientas necesarias para poder seguir el plan de estudios al completo.

Además de recibir una educación, los niños podrán comer en la escuela, de forma que se podrá hacer un seguimiento y tener un control de su salud. Asimismo, PLAN pondrá a su disposición un servicio de atención psicológica inmediata para los jóvenes que vivan en los campos de refugiados.

Educación para la vida

?Desgraciadamente, la experiencia nos enseña que la gente permanece refugiada durante décadas, incapaz de volver a sus países de origen por una serie de factores, que incluyen la falta de seguridad, infraestructura, oportunidades de empleo, así como el miedo a su persecución. Vemos esta realidad dado el alto número de campos temporales que se establecieron hace más de 30 años en Pakistán, Tanzania y Zimbabue, en los que las personas todavía viven, a la espera?, dice Berenger Berehoudougou, el Director de Riesgos de Desastre de África Occidental.

?PLAN cree que no importa dónde estén los niños: desde pequeñas aldeas remotas hasta campos de refugiados; la educación que reciban va a acompañarles toda su vida y les ayudará a convertirse en personas autosuficientes. Su educación debe prepararles para el futuro?, explica.