PLAN recuerda que invertir en la educación de las niñas es clave para romper el círculo de la pobreza

  • Según el informe ?Las niñas en la economía global?, las mujeres con estudios son activas generadoras de riqueza e invertir en la educación de las niñas es trabajar para romper el círculo de la pobreza.

  • Los países con el menor número de niñas escolarizadas están a la cola en la lista de índices de desarrollo humano. Además, más de 500 millones de niñas y adolescentes ven limitado su acceso a la educación y la oportunidad de convertirse en adultas con plena capacidad para incorporarse al mercado laboral.
  • La educación es uno de los mejores instrumentos de generación de riqueza ya que ?un año extra de educación secundaria para una niña puede aumentar sus ingresos como mujer, entre un 10 y un 20% anual, dinero que invierte casi en su totalidad en el hogar y que repercute en el bienestar de su familia y también en el de su comunidad y su país´.
  • Madrid, 15 de octubre 2010. En el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, PLAN, organización internacional para la protección de los derechos de infancia, recuerda que los niños, y especialmente las niñas, son un importante motor de cambio social y que invertir en ellos y en ellas es fundamental para reducir los índices de pobreza infantil de generaciones futuras y romper el círculo de la pobreza.

    Según el informe ?Las Niñas en la Economía Global? de PLAN, los países con el menor número de niñas escolarizadas están al final de la lista de índice de desarrollo humano. Por el contrario, se ha demostrado que una niña con acceso a la educación se convierte en una mujer con capacidad para incorporarse al mercado laboral en mejores condiciones y con más capacidad de decisión que aquéllas que no han tenido estudios y en una importante generadora de riqueza para su familia, el entorno y la comunidad.

    Un solo año de escuela secundaria supone entre un 10 y un  20% más de ingresos como adulta. Las mujeres, además, contribuyen con la casi totalidad de sus ingresos ?el 90%- al bienestar general del hogar, con la escolarización y la salud de los niños como prioridad, lo que repercute también en una comunidad más próspera, una mejor fuerza laboral y una nación más rica.

    Además, si las mujeres son económicamente más activas, hay menos matrimonios precoces y menos hijos, lo que supone mayores niveles de ahorro en el hogar, mayor ingreso per capita y un crecimiento económico más rápido.

    ?En Africa, Asia y América Latina las mujeres con siete o más años de educación tienen entre dos y tres hijos menos que las mujeres con menos años de estudio. Garantizar el acceso a la educación de las niñas es un dinamizador de cualquier economía, desde la del hogar hasta la de la comunidad y el país?, explica Concha López, directora general de PLAN en España.

    Mujeres activas, economía que crece

    Según el estudio de PLAN ?Las Niñas en la Economía Global?, la mujer destaca en todos los campos como activadora de la economía; así, cuando las mujeres reciben los mismos niveles de educación, experiencia y recursos agrícolas que los hombres pueden aumentar el rendimiento de algunos productos en un 22%.

    En Bangladesh, por ejemplo, las mujeres que han tenido acceso a microcréditos han incrementado más los índices de matriculación escolar de niños y niñas, que cuando los créditos se han concedido a hombres. En la misma línea, se ha detectado que las mujeres jóvenes que han solicitado créditos durante cinco años, produjeron un incremento anual per cápita del hogar de 5 euros.

    Brecha en el acceso al mercado laboral

    Sin embargo, en todos los países en desarrollo, a la edad de 24 años, hay muchos más hombres que mujeres en la fuerza laboral. La mayor brecha está en el sur de Asia donde el 82% de los hombres están trabajando, frente a apenas el 27% de las mujeres.

    Si la participación de las mujeres en la fuerza laboral se hubiera incrementado al mismo ritmo que la educación durante los años 90, en Oriente Medio y África del Norte, el promedio de ingresos en los hogares se habría incrementado en un 25%.

    A través de su campaña ?Por Ser Niñas?, PLAN trabaja en 65 países para conseguir que las niñas tengan los mismos derechos que los niños y que desaparezcan tratamientos discriminatorios a los que se ven sometidas por causa de edad y género, como el matrimonio temprano, la ablación sexual o la limitación al acceso escolar, que limitan el desarrollo de su potencial como mujer.