PLAN se centra en alimentar a los niños malnutridos y las madres lactantes

Leila Mohammad, 25 años, etíope, pasa sus horas vendiendo por las calles de Addis Abeba, sin tiempo ni alimentos para preparar la comida que necesita su hijo. “Mi bebé se quedó muy delgado, enfermaba a menudo con diarreas y resfriados. Rechazaba la comida que le hacía al llegar a casa, y cada vez me preocupaba más no poder darle los alimentos que necesitaba”

El pasado julio el bebé de Leila, Abdulkarim Deita, entró en el proyecto nutricional de PLAN y comenzó a recibir una alimentación acorde con sus necesidades. Cada mes su madre tiene a su disposición 15 kg de harina rica en nutrientes, un litro de aceite alimentario, gachas de avena y leche.

La enfermera Meaza Molla que coordina este proyecto desde hace siete años, es testigo diario de historias como la de Leila. Para ella trabajar en el centro ?es una experiencia muy dura, ver como todo los días hay madres que llegan llorando al centro buscando para sus hijos la comida que ellas no pueden pagar?.

La escasa producción agrícola ha inflado los precios de los alimentos en Addis Abeba y las clases más bajas ni siquiera pueden comprar comida para alimentar a sus hijos.  Meaza afirma que ?la malnutri

ción aparece en Addis Ababa cuando las madres solteras y las familias de clase baja no son capaces de hacer frente al incremento de los precios de los alimentos?. Frente a esta situación, Plan Internacional trabaja conjuntamente con otra organización local para combatir el hambre y la malnutrición infantil en la región.

?Una vez el niño o la madre con malnutrición es localizado, es admitido en el centro. A la vez que son alimentados in situ, se les entrega harina o aceite ricos en nutrientes para que ellas mismas preparen las comidas? nos cuenta Meaza.

Con este proyecto se alimentan a 300 niños malnutridos y 50 madres en periodo de lactancia.  La mayoría de estas mujeres son vendedoras ambulantes y trabajadoras sexuales incapaces de hacer más para alimentar a sus hijos.