Timor Oriental mira al futuro

La agricultura de subsistencia sigue siendo la principal vía para alimentar a la población en Timor Oriental

 

Para Amelia, hoy es un día de mucha alegría. Hace 10 años que Timor Oriental obtuvo la independencia de Indonesia y los 1,2 millones de personas que viven aquí celebran este periodo de tranquilidad. La capital de Timor Oriental, la nación más nueva y más pobre del sudeste asiático, nunca ha estado tan animada.

Sin embargo, no todo son luces en esta celebración, en las zonas rurales la pobreza sigue estando presente por el difícil acceso geográfico que tienen a la metrópoli. Amelia es una de las trabajadoras en los talleres de costura que Plan International organiza para que las madres de familia puedan obtener un ingreso mientras sus hijos reciben una educación.

Un negocio para aumentar los ingresos y la confianza

Las mujeres han puesto en marcha un pequeño negocio en el pueblo de costura y reparación de ropa para sus vecinos. El ingreso adicional es de gran ayuda. Parte se utiliza para el mantenimiento de los equipos y la compra de nuevos materiales, mientras que lo que queda se destina a artículos de uso cotidiano como jabón, verduras, arroz y aceite de cocina.

Amelia dice que estar en el grupo aporta otros beneficios aparte del económico. “Ahora no nos limitamos a permanecer en la cocina, cocinar y cuidar a los niños”.

Ser capaz de obtener un ingreso aumenta la confianza de las mujeres como Amelia y tienen voz en sus hogares y comunidades. Amelia tiene una hija en una de las escuelas de Plan International, donde aprende matemáticas y habilidades básicas de lectura a través de canciones, juegos y baile. “Para ella será más fácil entrar al colegio. Yo no pude ir porque hablaba un dialecto y no entendía lo que se decía en clase”, explica.

Plan International, presente en el país desde el año 2001, desarrolla sus proyectos en dos distritos alejados de la metrópoli, Aileu y Lautem, que abarcan la educación, la salud, empoderamiento de los jóvenes, agua y saneamiento, atención  para el desarrollo y la protección de la infancia.

El país comienza a recuperarse de los 24 años de ocupación de Indonesia, que culminó con la independencia de Timor el 20 de mayo de 2002. Desde entonces, y aunque el camino ha sido difícil, el pueblo de Timor Leste ha experimentado su etapa más larga de paz y hay un gran sentido de optimismo en el aire.

El gobierno ha organizado una gran fiesta para el 20 de mayo en Tasi Tolu, un área que tiene un significado especial ya que es el lugar donde la independencia de Timor-Leste se proclamó por primera vez. “Es una oportunidad para nosotros de mostrar a otros países que tenemos nuestra independencia y estamos cada vez más fuertes”, explica Amelia. “En el pasado, hemos tenido un montón de conflictos, especialmente con las elecciones. Pero esta vez es diferente. Todo ha funcionado con fluidez y nos sentimos orgullosos” añade.

La agricultura de subsistencia sigue siendo la principal vía para alimentar a la población, lo que dificulta a las familias que viven en aldeas remotas ya que las malas infraestructuras de carreteras y la geografía montañosa impiden el acceso a los servicios vitales, los mercados o el empleo.