Una joven zimbabuense alcanza su sueño universitario

Gracsious Ncube creció en una zona rural de Zimbabue donde tenía muy pocas oportunidades de recibir una educación. Ahora sin embargo ha conseguido estudiar un máster en una universidad de Holanda.

Proveniente de la comunidad rural de Chefunye, en Zimbabue, donde mujeres y niñas tienen más difícil acceder a una educación, Gracsious Ncube nunca soñó que algún día podría estudiar un máster en Holanda, pero gracias a la ayuda del programa de becas de PLAN  y al apoyo de sus padres, lo ha conseguido, a pesar de los retos que ha encontrado en su camino.

Gracsious tenía que recorrer 8 kilómetros cada día para ir a la escuela de Chefunye. Además las condiciones de la escuela no eran adecuadas para la formación de los niños: no había aulas ni apenas material escolar y las clases se impartían bajo un árbol. Gracias a un programa de desarrollo de los sistemas educativos impulsado por PLAN, la comunidad pudo disponer de condiciones adecuadas para los estudiantes.

Primeras becas escolares

Gracsious fue de las primeras en recibir una beca escolar dentro del programa de educación y desarrollo de PLAN que incluía también la construcción de las aulas, equipándolas con mesas, sillas y libros de texto. Además, Gracsious recibió la ayuda del programa de becas de PLAN que le proporcionaba uniformes, el pago de la matrícula y material escolar.

Hasta la fecha, gracias a estos programas se han beneficiado 50.000 niños y niñas en Zimbabue.

?El apoyo de PLAN a través de la escuela y los nuevos materiales de los que disponíamos nos impulsaba a disfrutar de la educación? recuerda Gracsious con una sonrisa.

“Tenía que demostrar que las niñas también pueden estudiar”

Con la mayoría de sus necesidades educativas cubiertas, Gracsious dedicaba su tiempo y empeño a lograr sus objetivos académicos y a aplicarlos en su comunidad, especialmente con mujeres y niñas.

Gracious trabajó duro y acabó el instituto obteniendo unos resultados académicos excelentes. Luego estudió en la universidad de Zimbabue licenciándose en Sociología. Actualmente, su pasión por la educación le ha llevado a realizar un máster en Desarrollo en el Instituto Internacional de Estudios Sociales en la Universidad de Rotterdam, en Holanda.

?Me siento orgullosa de haber llegado tan lejos. Donde crecí, las niñas estaban bajo presión para demostrar que también pueden ser buenas en los estudios. El abandono de los niños agobia a las niñas que siguen el ejemplo y acaban dejando la escuela, así que no consiguen alcanzar sus ambiciones?, dice Gracsious.

?Mantener el equilibrio entre las tareas del colegio y los roles en casa también ha sido un reto ? cocinar, buscar agua y leña, ese tipo de cosas?, dice riéndose.

Gracsious cree que su caso es un ejemplo del éxito del programa de becas de PLAN.

?Creo que el programa de becas de PLAN es una manera viable de ayudar a los niños más vulnerables, proporcionándoles conocimientos y herramientas para que sean capaces de cuidarse por sí mismos en el futuro?, dice.

Gracsious comparte sus experiencias en la vida, le apasiona ayudar a las niñas, las jóvenes y las mujeres y a otros grupos marginados por la sociedad.

Rompiendo barreras

Profesionalmente, aspira a trabajar en el desarrollo de los más vulnerables. Gracsious quiere ver a las niñas rompiendo las barreras sociales y culturales existentes.

?Quiero asegurarme de que las niñas entiendan que son capaces de lograr y alcanzar sus sueños. Las mujeres y las niñas tienen lo que necesitan y tienen que explorar los territorios que antes solo conocían los hombres. Quiero verlas vivir sus sueños y que sepan lo que valen.?

En Zimbabue hay muchas niñas con gran voluntad y determinación como Gracsious, y con una educación adecuada muchas niñas pueden convertirse en agentes del cambio de sus sociedades.

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