Nuestra cooperante Elspeth Chapman nos envía su relato y fotografías desde Sudán del Sur, donde Plan Internacional atiende a más de 1.250 niños y niñas refugiados. Más de 70.000 desplazados internos aún permanecen en el estado Awerial, en Sudán del Sur.
Nuestra cooperante Elspeth Chapman nos envía su relato y fotografías desde Sudán del Sur, donde Plan Internacional atiende a más de 1.250 niños y niñas refugiados.
Juba, 13 de marzo de 2015.- Más de 70.000 desplazados internos aún permanecen en el estado de Awerial, en Sudán del Sur. Plan Internacional trabaja en centros de emergencia para proporcionar servicios de educación con componentes de nutrición e higiene a 1.250 niños de entre 3 y 6 años, desarraigados por el conflicto que se inició a finales del año 2013.
Plan Internacional ha ayudado a que 270 niños y niñas comenzaran el nuevo año escolar. Los seis centros, que funcionan desde septiembre de 2014, han sido equipados con aulas, letrinas y agua potable.
Transmitir el mensaje
Las actividades de aprendizaje, centradas en la preparación de los niños en edad preescolar, son acompañadas de lecciones sobre buenas prácticas de higiene destinadas a mitigar la propagación de las enfermedades.
Más de 100 parejas forman partes de los grupos de padres reunidos por Plan Internacional y asisten a los centros para ser instruidos en habilidades para mejorar la higiene en sus casas, preparar alimentos nutritivos para sus hijos e hijas, entender la importancia de matricular a sus niños y niñas en los centros de primera infancia y para que sepan cómo pueden compartir estos mensajes con sus vecinos en la comunidad.
Plan Internacional resalta la importancia de estos servicios para proteger a los niños y niñas afectados por la violencia y el conflicto.
Un componente psicosocial
En los centros también se ha introducido, con la colaboración de la ONG Play for Peace, un manual titulado ?Educación inclusiva para un futuro de paz?.
Éste incluye una selección de juegos dirigidos a los niños y niñas en las escuelas y comunidades en Sudán del Sur que pretenden resolver problemas en equipos, promover la no violencia, y en última instancia, ayudar a los niños a entender desde una temprana edad cómo pueden llegar a soluciones a los problemas cotidianos de manera pacífica.
En un contexto de guerra civil, estas actividades por la paz tienen un fuerte componente psicosocial para asegurar el bienestar psicológico de la infancia.
